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Crecimiento, consolidación y financiación del sector de componentes

En la jornada con este título organizada conjuntamente con Sernauto, presentamos nuestro Informe Sectorial de la Industria de fabricación de componentes, piezas y accesorios de automoción en España, que analiza las tendencias del sector así como las expectativas de futuro de la industria.

El informe recoge el esfuerzo de resistencia y adaptación al entorno de las empresas localizadas en España a lo largo del período de crisis (2006-2013), analizando diferencias de comportamiento entre las empresas multinacionales y las organizaciones que trabajan sólo en territorio nacional.

Los resultados, extraídos  del análisis de 670 empresas  reflejan un comportamiento relativamente favorable para nuestro sector de componentes, tanto en el crecimiento de la producción como del empleo, dentro del contexto de la evolución del conjunto de la economía en España.

En su mayoría, las empresas multinacionales, y en especial las españolas, han mantenido los mejores niveles de rentabilidad, crecimiento de ventas y productividad, aun considerando únicamente sus negocios en España. Este resultado nos muestra que las decisiones de internacionalización de los grupos nacionales han tendido a favorecer también el desarrollo de su actividad en nuestro país.

Por otra parte, el análisis refleja una demografía aún muy concentrada en el segmento de la pequeña empresa de carácter local. En 2013 el segmento local integraba al 66% de las empresas, que generaban tan sólo el 10% de la facturación. El rendimiento de estas compañías se sitúa en niveles inferiores a los alcanzados por las organizaciones internacionalizadas, indicando la presencia de un margen aún considerable para consolidar y reestructurar una buena parte del sector.

Artículo elaborado por:

Gabriel Cabezas, Juan Pablo Sánchez y Omar Garzesi 

Principales conclusiones del estudio

Las empresas más rentables han apostado por estrategias de margen y valor añadido, más que por incrementar la rotación de sus activos.

La productividad es la variable que ha experimentado una mejor evolución en el sector, en línea con la capacidad que ha demostrado para sostener su valor añadido en el mercado.

Los costes medios de personal se han incrementado acordes con la productividad y la mejora del valor añadido, reflejando la tendencia a un mayor nivel de cualificación de los recursos humanos empleados por el sector.

La estructura financiera predominante entre las empresas, con niveles elevados de autonomía financiera y capital circulante, representa una restricción para consolidar las estrategias de crecimiento basadas en la inversión en I+D+i y la potenciación consiguiente del valor añadido de los productos.

Respecto al futuro, esta industria se encuentra en crecimiento y cada vez está más cerca de superar el nivel de facturación anterior a la crisis. Sin embargo, asumiendo que las condiciones de demanda son favorables al medio plazo, la sostenibilidad de esta trayectoria requiere superar las limitaciones que presenta la estructura financiera actual del sector, ya sea mediante fórmulas de financiación bancaria, en mercados tradicionales o alternativos, o con esquemas de autofinanciación colaborativos con compartición de riesgos entre los diferentes agentes colaboradores en la cadena de valor (Risk Sharing Partnerships).

Solicita más información sobre el estudio escribiendo a deloitte@deloitte.es

Optimización de la obtención de incentivos: Hacia el coste cero

Papel de las ayudas e incentivos a la I+D+i

Para paliar las necesidades financieras del sector, existen en España mecanismos de financiación pública que ayudan y permiten reducir las inversiones empresariales necesarias para mantener el imperioso nivel competitivo, como pueden ser las inversiones en actividades de investigación, desarrollo e innovación tecnológica. Entre los diferentes elementos que permiten estas reducciones se encuentran los programas de ayudas directas, que consisten básicamente en financiaciones tanto nacionales como europeas para aumentar los ingresos en la cuenta de pérdidas y ganancias o disminuir los gastos en la misma, y las ayudas indirectas, consistentes en deducciones y exenciones fiscales que reducen la cuota íntegra o la base imponible empresariales. Los múltiples incentivos disponibles, en muchos casos, son compatibles entre sí y pueden aplicarse para una misma inversión o actividad de I+D+i, por lo que, con una buena estrategia y planificación para su aprovechamiento, se puede alcanzar o, al menos, aproximarse significativamente al ambicioso “coste cero” del proyecto innovador realizado por la empresa.

En este sentido, los fondos europeos para la I+D+i son una rica fuente de financiación (a fondo perdido) que nuestro país debe saber aprovechar. A tal fin, los diferentes Gobiernos españoles han decidido lanzar estrategias concertadas con las comunidades autónomas para fortalecer la integración de nuestro sistema nacional de innovación en la estrategia europea, orientada, como es sabido, al desarrollo de una economía basada en el conocimiento. Es esencial, por tanto, aprovechar las oportunidades de colaboración internacional en I+D+i que ofrece la contribución española a los programas marco comunitarios.

Ante la puesta en marcha del programa Horizonte 2020 (iniciativa de la UE con un presupuesto de más de 78.000 millones de euros que ofrece la oportunidad a todas las empresas españolas innovadoras de lanzar proyectos colaborativos y promover una mayor conexión del sistema de innovación español con Europa), España, que ha alineado con el mismo su estrategia de ciencia y tecnología y de innovación, aspira a incrementar su tasa de retorno mediante subvenciones a los proyectos de entidades españolas en el programa europeo, desde el 8,3% conseguido en el Séptimo Programa Marco hasta el 9,5%. Entre los objetivos centrales de España está también el de liderar al menos un 10% de los proyectos colaborativos, o el de aumentar el número de beneficiarios en un 15%.

Para hacer frente a un reto de esta magnitud, todas las entidades que pueden ser beneficiarias de estas ayudas, como son empresas, universidades, grupos de investigación e innovación, agencias de innovación, comunidades autónomas, etc., deben animarse a promover proyectos novedosos o a buscar grupos a los que ser invitados para colaborar en actividades innovadoras.

Este artículo fue publicado por primera vez en la página web de Sernauto el 27 de julio de 2015

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