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Abocados a un cambio en la cadena de suministro

La situación coyuntural que estamos viviendo nos está llevando a plantear escenarios y comportamientos que en condiciones normales hubiésemos analizado, sin duda, con otros tempos, agentes y escenarios. El marco en el que se está desenvolviendo la cadena de suministro a nivel global en la vida diaria de millones de personas nos ha llevado a la siguiente reflexión: ¿podría ser el COVID-19 el punto de inflexión que empuje a las distintas compañías a replantearse la transformación de su Cadena de Suministro?

Esta Tribuna pretende, al margen del efecto a corto y medio plazo que traerá la coyuntura, compartir nuestro punto de vista sobre el impacto del COVID-19 en la cadena de suministro de las organizaciones y reflexionar sobre la necesidad de transformar los modelos actuales.

Es una realidad que esta crisis ha expuesto las vulnerabilidades de muchas compañías, concluyendo que el origen de muchas ellas proviene del modelo actual con el que gestionan sus cadenas de suministro.

Durante décadas, el modelo ha estado basado en la optimización de la cadena de suministro mediante reducción de costes, reducción de inventario y aumento de la utilización de los activos. Esto, por el contrario, ha conllevado a eliminar los amortiguadores y la flexibilidad que permitiría a las organizaciones absorber circunstancias tan disruptivas como las que está ocasionando la llegada de este virus poniendo en evidencia la gestión de la cadena de suministro y, en consecuencia, la relación con clientes y proveedores.

En este modelo actual de cadena de suministro lineal, las ineficiencias de un eslabón dan lugar a una cascada de ineficiencias en los eslabones sucesivos limitando su visibilidad ante los problemas y, por lo tanto, en su capacidad de reacción (conocido como el efecto látigo o bullwhip).

Afortunadamente hoy contamos con nuevas tecnologías que posibilitan transformar el modelo tradicional de cadena de suministro lineal a redes de suministro digitales (DSN – Digital Supply Networks) en las que se desglosan los silos funcionales y las organizaciones se conectan a su red de suministro superando el proceso de acción-reacción del modelo lineal.

La DSN, a través de la gestión de datos en tiempo real, proporciona una mayor trasparencia a toda la red de suministro consiguiendo dotar de una mayor capacidad de reacción a través de la colaboración de todos los eslabones.

Una DSN, a través de la aportación tecnológica gobernada por el desarrollo de nuevos procesos, que incluye capacidades como la planificación integrada, la monitorización de la red de suministro mediante funcionalidad predictiva, la gestión automática de almacenes, la trazabilidad y comunicación online del transporte y la plataforma compartida de servicio al cliente entre otras.

Este modelo de cadena de suministro está diseñado para anticiparse y hacer frente a los desafíos futuros. Ya sea ante la actual crisis sanitaria, social y económica, una guerra netamente comercial, una guerra bélica, un cambio en la regulación, un conflicto laboral, picos repentinos en la demanda o la quiebra de un proveedor. Y es por ello que las organizaciones que desplieguen las DSN estarán preparadas para hacer frente a lo inesperado pues es el mecanismo de garantía y seguridad más certero con el que contamos para el futuro de las compañías.

Tribuna de opinión de Joaquín María Fernández y Roberto Vera, socio y manager de Consultoría de Deloitte respectivamente, publicada en La Verdad de Murcia