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El impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en la percepción global sobre el cambio climático

La creencia de la gente sobre la urgencia de preocuparnos por el clima sigue siendo variada en todo el mundo; sin embargo, fenómenos recientes podrían estar cambiando las cosas.

A pesar de décadas de advertencias urgentes, una parte sustancial de la población mundial (aproximadamente una de cada tres personas encuestadas) sigue sin estar convencida de que el cambio climático sea una emergencia. En muchos países encuestados, incluidos los Estados Unidos, Australia y Alemania, está más cerca de una división de 50/50.

Pero, ¿qué sucede cuando el cambio climático pasa de ser un problema lejano para las generaciones futuras a algo que más personas pueden sentir de manera tangible? En 2023, la Tierra experimentó oficialmente su año más caluroso. Entre enero y noviembre de 2023, la temperatura media mundial alcanzó 15.1 °C (59.2 °F), lo que supuso un aumento récord de 1.46 °C (2.63 °F) con respecto a los niveles preindustriales.

Y con el calor llegó un clima más extremo. Desde los incendios forestales en Canadá y la sequía récord en Europa hasta las inundaciones en Asia, los fenómenos meteorológicos ocuparon los titulares de las noticias a lo largo de 2023. Los científicos climáticos han detectado un vínculo más fuerte entre el calentamiento global y los cambios en los patrones climáticos.

Pero, aunque determinar si el cambio climático intensificó directamente un fenómeno meteorológico en particular es todavía una ciencia emergente, la tendencia general parece ser clara: olas de calor más severas, sequías prolongadas, tormentas más poderosas y aumento del nivel del mar.

Clima extremo alrededor del mundo

En los 17 países que consultamos, la mayoría de las personas encuestadas (aproximadamente seis de 10) dijo que experimentó condiciones climáticas extremas en 2022 y 2023, particularmente calor extremo en verano (figura 1).

Figura 1.

Si bien son menos frecuentes, otros fenómenos meteorológicos extremos afectaron muchas vidas. Aproximadamente una de cada cinco personas encuestadas en todo el mundo informó haber experimentado sequías severas, tormentas más frecuentes y poderosas, incendios forestales o humo de incendios forestales, o inundaciones.

Sin embargo, las experiencias climáticas de los encuestados varían mucho en todo el mundo. En 2023, la incidencia general de eventos climáticos extremos alcanzó hasta 85% en México y tan solo 32% en los Países Bajos (figura 2). Esta brecha se puede atribuir en gran medida a la combinación de calor y sequía. Los países con climas naturalmente más cálidos, como México, Brasil, Sudáfrica e India, experimentan una mayor incidencia de eventos de calor extremo.

Es probable que el efecto general del clima extremo en estos países aumente aún más debido a la incidencia relativamente alta de sequía. La sequía es el segundo fenómeno meteorológico extremo más común en todos los países encuestados, donde la incidencia general de fenómenos extremos es superior a 60%. En todos los demás países estudiados, las tormentas frecuentes y poderosas ocupan el segundo lugar. Canadá es la única excepción, con los incendios forestales en el número dos.

Figura 2.

¿El clima está creando una sensación de urgencia?

En todo el mundo, las personas están enfrentando fenómenos climáticos extremos. Pero, ¿estas experiencias están cambiando su forma de pensar sobre el cambio climático? Los datos sugieren que sí.

A partir de un modelo de control, que aplicamos en las variables correlacionadas con las creencias de las personas sobre el cambio climático (incluida la edad, los ingresos, la diferencia entre zonas urbanas y rurales, y el nivel de ansiedad en torno a otros desafíos globales), podemos concluir que las personas que experimentaron condiciones climáticas extremas tienen estadísticamente más probabilidades de creer que el cambio climático es una emergencia en comparación con las personas que no vivieron lo mismo (consulte las notas finales para obtener un resumen del modelo).

Incluso el tipo de fenómeno meteorológico es importante. El calor extremo tuvo el efecto más significativo en el sentimiento. Las probabilidades de que alguien crea que el cambio climático es una emergencia son 2.6 veces mayores si experimentó calor extremo (en comparación con si no lo hizo). La sequía tuvo aproximadamente la mitad del impacto del calor. Las inundaciones, los incendios forestales y las tormentas fueron predictores importantes, pero su efecto general en el sentido de urgencia del cambio climático de los encuestados fue mucho más débil.

Experimentar múltiples eventos climáticos también tiene repercusiones. Las probabilidades de que un encuestado crea que el cambio climático es una emergencia son 7.5 veces mayores por cada tipo adicional de evento climático extremo que padezca. Aproximadamente uno de cada cinco encuestados afirmó haber experimentado tres o más fenómenos meteorológicos extremos en los últimos seis meses. Los modelos sugieren que las probabilidades de que este grupo crea que el cambio climático es una emergencia son más de 20 veces superiores que las de aquellos que no experimentaron ninguna.

El impacto de estos eventos es potencialmente más notable en países donde relativamente menos personas perciben el cambio climático como una emergencia, por ejemplo, en Alemania (53%), Australia (52%) y Estados Unidos (49%), en comparación con países como Francia (80%), Italia (77%) y España (74%) (figura 3). 75% de los australianos encuestados que experimentaron tormentas más frecuentes y potentes en 2023 cree que el cambio climático es una emergencia (23% más que el promedio nacional). Similarmente, en los Estados Unidos, las inundaciones extremas cambiaron la opinión en 19%. En los países donde la creencia de emergencia ya es generalizada, el impacto del clima extremo es más moderado.
 

Figura 3.

De la creencia a la acción

Si bien el clima extremo puede moldear las creencias, su impacto en el comportamiento es más confuso. Los fenómenos meteorológicos extremos pueden llevar a los consumidores a adoptar algunos comportamientos sostenibles, pero no todos.

De casi una docena de comportamientos sostenibles contemplados, los encuestados que experimentaron al menos un evento climático extremo tenían más probabilidades de adoptar solo cuatro de ellos: comprar localmente, comprar productos sostenibles, pedir menos entregas empaquetadas a sus hogares y comer menos carne (a menudo / siempre que fuera posible) (figura 4). Todos los demás comportamientos no mostraron diferencias significativas.
 

Figura 4.

Reducir el consumo de energía en el hogar, reducir el desperdicio de alimentos y utilizar menos agua son comportamientos que los encuestados ya practican ampliamente en todo el mundo. Quizás no sea una coincidencia que esos comportamientos muestren diferencias mínimas antes y después de eventos climáticos extremos, porque, además de ser buenos para el planeta, pueden ayudar a las personas a ahorrar dinero. Debido a que el clima extremo compite con importantes factores de ahorro de costos que hacen que estos comportamientos sean populares, en este caso su impacto se vuelve casi inexistente.

Por el contrario, acciones como comprar productos ecológicos, comer menos carne o pedir menos paquetes tienen características comunes que pueden hacerlas más accesibles para los consumidores que buscan vivir de manera más sostenible. Sin embargo, son generalmente menos populares, menos convenientes y tal vez todavía estén en un auge global a largo plazo, por lo que es más probable que catalizadores como el clima extremo les den un impulso de adopción. Además, es posible que estas acciones sean accesibles para más personas, particularmente en relación con otros comportamientos como el uso de transporte con bajas emisiones o la energía renovable en los hogares, que podrían no ser una opción viable.

Una dinámica similar aparece en el ámbito cívico. En comparación con acciones como reducir el uso de energía en el hogar, relativamente pocas personas dicen que el cambio climático afecta sus opciones de voto. 45% de los encuestados que no experimentaron un evento climático extremo dijo que sería más probable votar por un candidato que apoya la acción climática; porcentaje que aumenta a 60% entre aquellos que han sentido directamente el impacto del clima extremo.
 

¿Por qué es importante?

A medida que el calor se intensifica, la humedad y la sequía también. Este conocido paradigma del cambio climático es el utilizado por los científicos del clima para describir las posibles transformaciones de los patrones climáticos en el futuro. Progresivamente, las personas en todo el mundo están experimentando estos cambios de primera mano y la ciencia climática prácticamente asegura que estos impactos se volverán más frecuentes y agudos en las próximas décadas.

Sin embargo, hay un lado positivo: en un mundo en el que muchas personas siguen sin estar convencidas de la urgencia del cambio climático, los nuevos patrones meteorológicos están modificando sus conciencias. ¡Actuemos ahora! Avancemos aceleradamente hacia un futuro de hábitos y consumo sostenibles.
 

1. Deloitte ConsumerSignals. Includes adults (18+) from Australia, Brazil, Canada, China, France, Germany, India, Italy, Japan, Mexico, Netherlands, Poland, South Africa, S. Korea, United Kingdom, United States.

2. Record warm November consolidates 2023 as the warmest year | Copernicus

3. Extreme weather gets a boost from climate change - Environmental Defense Fund (edf.org)

4. World Weather Attribution, “Homepage,” accessed January 2024.

5. A logistic regression model was used to understand the relationship between people’s experience with extreme weather events and their belief about the urgency of climate change. Belief that climate change is an emergency was operationalized as a binary dependent variable. (1 = Yes, 0 = No). Independent variables included experience with five extreme weather events—extreme heat, more frequent and powerful storms, severe flooding, severe drought, and severe flooding. The model controlled for age, income, gender, household composition, employment status, urban/rural classification, financial sentiment, and anxiety levels around other global challenges. A Nagelkerke R Square value of 0.138 indicated that the model explained approximately 13.8% of the variance in the outcome variable. The model correctly predicted whether respondents believed climate change was an emergency for 98.1% of cases where the actual observation was 'Yes'. However, it only correctly predicted 7.2% of 'No' cases, resulting in an overall prediction accuracy of 77.5%. The R Square values suggest that while the model identifies significant relationships, a substantial amount of variance in people’s belief about the climate remains unexplained. This implies the presence of other influential factors not captured in the model.

6. The Intergovernmental Panel on Climate Change, Climate change 2022: Impacts, adaptation and vulnerability, 2022.

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