Análisis

Nuevos requi­sitos para las Compa­ñías de Segu­ros

Provisio­nes de Reser­va

La Norma de Carácter General (NCG) Nº 309, dispuesta por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), establece una serie de principios y buenas prácticas asociadas a los gobiernos corporativos, así como sistemas de gestión de riesgos y control interno específicos para las compañías de seguros.

El actual modelo de supervisión del ente regulador se basa en los riesgos y su gestión, y es con esta vara con la que será evaluada la efectividad del gobierno corporativo, como elemento esencial para el buen funcionamiento de una compañía de seguros.

Control interno, auditoría interna y actuariado, funciones clave

El directorio debe tener contacto directo y periódico con las funciones de control y auditoría interna, actuariado y otros actores relevantes, pues ellos le permiten vigilar los negocios de forma efectiva.

Solo así es posible mantener un modelo regulatorio eficiente, que permitirá a la autoridad reguladora considerar los procesos internos de la institución, y focalizar de mejor forma la supervisión de los riesgos.

En el marco de las recomendaciones contenidas en la NCG N° 309, las aseguradoras deben contar con la función de control interno, auditoría interna (o ambas), especializadas e independientes de las funciones operativas, idealmente con dependencia directa del directorio de la compañía.

El problema del cálculo de provisiones de reserva

En este contexto, muchas áreas de control y auditoría interna se han encontrado con dificultades al momento de calcular las provisiones de reserva, pues no siempre cuentan con la experiencia y el conocimiento para asegurar un cálculo correcto del pasivo.

Esto puede convertirse en un riesgo mayor que es preciso mitigar, en tanto la NCG N° 325 ha establecido regulaciones que apuntan a la evaluación de la solvencia de las aseguradoras.

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