Tiendas físicas retail

Perspectivas

Las tiendas físicas no se destruyen, solo se transforman

En la actualidad global, el retail se encuentra en constante evolución. Las nuevas tecnologías exponenciales, como lo señala el documento de Deloitte Global Powers Of Retailing 2017, están cambiando la manera en la vivimos y la manera en la compraremos.

Para muestra, un botón. Mientras el comercio electrónico crece de manera sustancial –se incrementó 59% de 2014 a 2015 en México, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Internet (Ampici) –, el número de tiendas físicas es cada vez menor –se espera 3,500 comercios cierren sus puertas en los próximos meses en los Estados Unidos, según Business Insider–.

En entrevista con Erick Calvillo, Socio Líder de la Industria de Consumo en Deloitte México.

No obstante, este panorama no significa que las tiendas tradicionales vayan a dejar de existir, más bien, significa que, en el contexto actual, necesitan de una transformación.

Muchas cadenas mundiales ya están transformando el formato de sus tiendas, reduciendo los espacios físicos e incluso el inventario con el que cuentan. En algunos casos, la cantidad de inventario que ofrecen por internet es más grande que el que se encuentra en la tienda.

Este fenómeno ha permitido desarrollar una nueva modalidad de compra, la cual consiste en adquirir los productos por internet y, posteriormente, recogerlos en la tienda física, lo que también ha generado un impacto en la competitividad de las marcas.

Por otro lado, ante el cierre colectivo de comercios, muchas compañías están tomando la decisión de contar con tiendas insignia, espacios remodelados que están ubicados en áreas cruciales en las que es importante tener presencia.

El impacto tecnológico

Las empresas detallistas que buscan innovarse saben que “la tecnología ya no es un factor complementario en la experiencia de compra y que ahora es algo fundamental”, según explica el estudio Global Powers Of Retailing 2017, de Deloitte.

Ahora los retailers tienen que invertir más recursos en el desarrollo de sus plataformas omnicanal. No se trata solo de abrir una página web, sino de comprender cómo el comercio electrónico impacta a muchos de sus procesos de negocio, como la logística, la forma en la que procesan los pagos y atienden quejas o devoluciones, entre otros aspectos.

De igual manera, es importante que los detallistas entiendan que ahora se están enfrentando a un consumidor mucho más conectado, es decir, que cuenta con una mayor gama de opciones para comparar precios o experiencias, gracias a la tecnología, el Internet de las Cosas e, incluso, a las redes sociales.

Finalmente, es primordial que estén más cerca de los consumidores, que los entiendan mejor y hagan uso de herramientas como el análisis de datos, los patrones de compra y las redes sociales para obtener información que les permita conocer lo que se está diciendo de sus marcas, lo que les están comprando y, principalmente, lo que necesita el consumidor.

Es importante que los detallistas entiendan que ahora se están enfrentando a un consumidor mucho más conectado, gracias a la tecnología, el Internet de las Cosas e, incluso, a las redes sociales.

¿Y México?

En comparación con otros países del mundo, en México, todo el proceso de transformación del retail se ha vivido de una manera mucho más lenta.

A pesar de que esto podría ser considerado como una situación negativa, representa, contrariamente a este supuesto, una ventaja, pues las marcas globales detallistas que buscan transformar su manera de trabajar en México ya tienen la experiencia de lo aplicado en otros países, lo que disminuye el margen de error y agiliza el proceso.

Sin embargo, a quienes se les podría complicar el desarrollo de toda esta transformación es a las marcas locales que, a diferencia de las globales, la mayoría de las veces no cuentan con la experiencia para hacer frente al cambio y adaptarse a él.

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