Diálogo multisectorial y el sistema de renta global Ha sido salvado
Perspectivas
Diálogo multisectorial y el sistema de renta global
Bajo la consigna de que como sociedad debemos discutir el rumbo que debe seguir nuestro país tras el shock provocado por la pandemia de la COVID-19, el Gobierno de la República invitó a más de 70 organizaciones a participar en el denominado “Diálogo Multisectorial”, mismo que fijó como meta que bajo la figura del consenso, se definieran las pautas para impulsar el crecimiento económico, la generación de empleo, buscando además lograr el equilibrio fiscal como determinantes de la reducción de la pobreza y la desigualdad, así como para lograr paz social.
Así las cosas, durante más de tres semanas se conocieron más de 2301 propuestas, se discutieron, aproximadamente, 259 y se llegaron a 58 acuerdos bajo la figura del consenso, interesando para nuestros efectos, el acuerdo que estableció que Costa Rica instaurará un sistema de renta global.
El acuerdo en concreto indica literalmente:
“Estaríamos apoyando un sistema de Renta Global, que contenga los siguientes elementos:
- Renta dual, (no globaliza las rentas pasivas)
- Renta basada en la persona, homologando el tratamiento de las rentas del salario y las personas físicas con actividad lucrativa
- Deducibilidad de gastos por parte de las personas físicas (créditos, gastos médicos, etc.)
- Tasa de las empresas con un techo del 27,5%
- Aplicación no antes del 2023
- El acuerdo no incluye la inclusión de renta mundial o algún tipo de sistema de territorialidad ampliada
- Se revisará por parte de los sectores el borrador del proyecto de ley de previo a su presentación“
¿Qué implicaciones tendrá este acuerdo?, lo primero es que, si bien es claro que debemos esperar a contar con el borrador del proyecto de ley para conocer mayores detalles, existen algunos elementos que se desprenden del mismo que podemos analizar.
El primero es justamente el migrar de un sistema de renta cedular a un sistema de renta global, esto implicará un cambio en el esquema en que hemos estado acostumbrados a tributar, en donde los diferentes gravámenes que se contemplan en la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR), se organizan de forma independiente y con casi nula comunicación entre sí, a un sistema en donde las rentas estarán integradas y justamente, el pilar de esa integración será la persona física, lo cual a su vez permitirá, -en procura de una mejora en la formalización-, homologar el tratamiento que tienen las rentas del trabajo con las rentas de las personas físicas con actividad lucrativa, además de la posibilidad de deducción de gastos referentes a créditos y gastos médicos.
Esta propuesta implica además que, al centrarse la renta en la persona física, genera una mejora en las tarifas del impuesto que soportan las empresas, en cuyo caso, se generó un consenso en que la tarifa no debe de superar el 27.5%, lo cual se traduce en una reducción de la tarifa general que hoy soportan las empresas y que alcanza el 30%.
Otro punto importante que se definió en relación a la estructura que presentará este nuevo modelo, es que no se globalizarán las rentas pasivas, lo cual incluso, revierte el cambio operado en el 2019 con la Ley de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas, que pretendió en algún grado introducir elementos de globalidad a la actual estructura del Impuesto Sobre la Renta.
De igual forma, otro de los elementos en los que se centra la propuesta es que la nueva ley deberá mantener el sistema de renta territorial vigente, rechazando desde ya cualquier intento que se genere en atención a generar una renta mundial ya sea completa o matizada.
Finalmente, y no menos importante, es la indicación de que aún y cuando el trámite del proyecto a nivel legislativo sea expedito, este nuevo sistema no deberá regir antes del año 2023.
La propuesta, si bien aún falta aclarar la totalidad de su alcance, implica que cuando habíamos creído que la historia de la eterna reforma fiscal estaba superada, nos enfrentaremos a la discusión de una ley del impuesto sobre la renta o utilidades, completamente nueva y que dada la visión generada por el Diálogo Multisectorial, deberá buscar eliminar las distorsiones en el sistema tributario y asegurar que el ingreso generado por la actividad económica pueda ser distribuido más equitativamente.
Multisectoral Dialogue and the Global Revenue System
Under the slogan that as a society we must discuss the direction our country should take in the aftershock caused by the COVID-19 pandemic, the Government of the Republic invited more than 70 organizations to participate in the so-called "Multisectoral Dialogue", which set a goal that under the figure of consensus, the guidelines for imeconomic growth, job creation, and also seeking fiscal balance as determinants of poverty reduction and inequality, as well as for achieving social peace.
Thus, for more than three weeks more than 2301 proposals were known, approximately 259 were discussed and 58 agreements were reached under the consensus figure, interesting for our purposes, the agreement that established that Costa Rica would establish a global income system.
The agreement in particular literally states:
"We would be supporting a Global Income system, which contains the following elements:
- Dual income, (does not globalize passive income)
- Income based on the person, homologating the treatment of wage income and natural persons with lucrative activity
- Deductibility of expenses by individuals (credits, medical expenses, etc.)
- Rate of companies with a ceiling of 27.5%
- Application not before 2023
- The agreement does not include the inclusion of global income or some kind of extended territoriality system
- The draft pre-submission bill will be reviewed by the sectors"
What implications will this agreement have, the first thing is that while it is clear that we must wait to have the draft bill to know more details, there are some elements that follow from it that we can analyze.
The first is precisely the migration from a cedular income system to a global income system, this will imply a change in the scheme in which we have been accustomed to taxing, where the different levies contemplated in the Income Tax Act (ISR), are organized independently, and with almost no communication with each other , to a system in which income will be integrated, and precisely the pillar of such integration will be the natural person, which in turn will allow, in the event of an improvement in formalization, to approve the treatment of income from work with the income of natural persons with lucrative activity, in addition to the possibility of deduction of expenses related to medical credits and expenses.
This proposal further implies that, by focusing income on the natural person, it generates an improvement in the tax rates that companies bear, in which case a consensus was generated that the rate should not exceed 27.5%, resulting in a reduction in the overall rate that companies now bear and that it reaches 30%.
Another important point that was defined in relation to the structure that this new model will present, is that passive income will not be globalized, which even reverses the change made in 2019 with the Law on strengthening public finances, which intended to introduce elements of globality to the current structure of the ISR.
Similarly, another element on which the proposal focuses is that the new law must maintain the existing territorial income system, rejecting from now on any attempt to generate a global income either complete or nuanced.
Finally, not least, it is the indication that even if the formality of the draft at the legislative level is expeditious, this new system should not govern by 2023.
The proposal, while the full scope still needs to be clarified, implies that when we had believed that the history of eternal tax reform was surpassed, we will face the discussion of a completely new income or income tax law, and that given the vision generated by the Multisectoral Dialogue, it should seek to eliminate distortions in the tax system and ensure that income generated by economic activity can be distributed more equitably.