Perspectivas

Recomendaciones para el valor razonable 

La Superintendencia de Bancos publicó el instructivo sobre el uso de valor razonable para el registro contable de los instrumentos financieros que rige a partir de enero de 2020.
 
 

El principal objetivo del instructivo sobre el uso de valor razonable para el registro contable de los instrumentos financieros, publicado por la Superintendencia de Bancos, es que las entidades valoren los instrumentos financieros de acuerdo al precio que tendría un instrumento bajo condiciones normales transado en el mercado, es decir, lo más cercano posible a precios de mercado.

A continuación, algunas recomendaciones para contar con un proceso exitoso en la implementación de las técnicas de valor razonable en la entidad.

De Gobierno: 

 

1- Definir la estrategia de inversiones

Las áreas de negocio deben establecer como parte de su planificación financiera cuales inversiones adquiere para negociar, cuales para la venta y cuales para el vencimiento. Para establecer estos criterios debe tenerse claro que el principal objetivo del portafolio de un banco es asegurar liquidez, mientras que otros son aprovechar oportunidades de corto plazo o bien generar una mayor rentabilidad. Esta definición es importante pues así será el reconocimiento contable de los cambios en la valoración sobre los resultados o sobre la solvencia.

 

2- Establecer políticas

Que incluyan el apetito de riesgo sobre la composición del portafolio de inversiones, sobre los modelos y procedimientos de valoración. También deben considerarse la necesidad de valoraciones continuas al desempeño de los modelos y el tratamiento a diferencias surgidas del proceso de valoración y los registros contables.

 

3- Definir unidad que medirá el valor razonable

Esta debe ser independiente de la administración y debe contar con las calificaciones técnicas para proponer, ejecutar y calcular el valor razonable de los instrumentos.

 

4- Definir unidad de valoración

Tanto el modelo de valoración como cualquier cambio sustancial que se le realice, debe ser validado previo a su uso por una unidad independiente y debidamente calificada dentro de la entidad.

 

5- Criterios de valoración y uso de modelos

El valor razonable debe determinarse diariamente y en la medida de lo posible a precios de mercado. Cuando esto no sea posible, deben tomarse técnicas de valoración que deben cumplir con estas características:

a) Reconocimiento técnico: deberán considerar las peculiaridades del instrumento, características de los mercados del país y los distintos tipos de riesgo asociados al instrumento.

b) Datos observables: deberán maximizar el uso de datos observables y limitar el uso de datos no observables.

c) Factores claves a considerar: estimación y posibles variaciones en el monto y tiempo de los flujos de efectivo futuros; valor del dinero en el tiempo, en base a las tasas de interés libres de riesgo; prima de riesgo por la incertidumbre que genere el modelo y la limitada liquidez; otros factores, como el riesgo de incumplimiento.

d) Mejora continua: contar con modelos alternativos o cambios a los modelos sólo en casos de nuevos mercados, nueva información, información que deje de estar disponible, mejora de los modelos, cambios en las condiciones de mercado.

e) Suficiente y ampliamente documentados: incluyendo la razón para su elección.

f) Evaluación periódica: del modelo y examen de su validez. Además, los cambios o rectificaciones deben ser notificados previamente a la Superintendencia de Bancos.

 

6- Automatización de los modelos

La adecuación a los lineamientos establecidos por el Instructivo conllevaría el desarrollo de una herramienta de cálculo que permita valorar correctamente las distintas posiciones en instrumentos financieros (activos, pasivos y derivados), como así también estimar a partir de datos del mercado los parámetros necesarios para tales valoraciones. Esto disminuye el riesgo operativo, agiliza el reporte contable y permite calibrar con mejores modelos las valoraciones.
Estas recomendaciones permiten prevenir los principales riesgos asociados al uso del valor razonable, tales como: problemas de objetividad al definir estrategias y modelos de valoración, errores en la especificación de modelos, estructura administrativa que no garantiza la independencia en la valoración o evaluación de los modelos y la omisión de relacionar todos los procesos de estrategia y valoración con el impacto en indicadores de negocio y de riesgo clave dentro de la entidad.

Las exposiciones dentro y fuera del balance deberían reflejar lo más cercano posible el valor de mercado, lo cual es un principio de formación de precios que facilita la toma de decisiones e interioriza dentro del balance de la entidad los riesgos asumidos por la Administración. 

 
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