Posted: 25 Oct. 2021

El futuro de los esports y el gaming

El sector de los esports afianza su crecimiento apoyándose en las palancas de la innovación, la tecnología, el entretenimiento y la experiencia del usuario.

Los esports o deportes electrónicos nacieron hace más de 50 años con el espíritu de unir la competición y el entretenimiento a través de un videojuego. Sus primeros pasos fueron offline, con reuniones en salones de universidades repletos de televisiones de tubo y una consola Atari por cada terminal. Posteriormente, en la era de Internet, juegos como Quake empezaron a mostrar hacía dónde iba el futuro.

Las partidas multijugador online, que transformaron la visión del entretenimiento gamer, llegaron un poco después y trajeron un nuevo mundo de experiencias para los aficionados. Ahora vivimos una era del videojuego competitivo, en el que solo se abren un hueco aquellos juegos que se conocen masivamente y que pueden ser vistos por más personas que una final de la NBA.

Los esports siempre han estado ligados a la innovación tecnológica. La irrupción de blockchain, la realidad virtual o los metaversos, ya se relacionan de manera más directa con nuestras vidas y comienzan a adaptarse a los modelos de negocio que harán evolucionar el sector del gaming y los deportes electrónicos.

 

La unión de los esports y el blockchain

De todas estas vertientes de innovación, la más cercana y conocida dentro del sector del entretenimiento es el blockchain. Su uso en la industria del gaming se basa en la tokenización y el intercambio de activos digitales. Los fans de los esports se sienten atraídos por estos tokens, creados por los equipos profesionales de gamers.

Con estos activos digitales se consigue diversificar las fuentes de ingresos de los equipos y, además, generar una interacción más directa con los seguidores. Con estos intercambios, el club permite a los fans tomar ciertas decisiones o influir en las mismas, con lo cual se crea un flujo económico que propicia la fidelización.

Pero esta no es la única ventaja que ofrece blockchain, sus aplicaciones en los esports van más allá del engagement de los fans. Por ejemplo, esta tecnología permite a los usuarios certificar y blindar los activos digitales que compren durante su experiencia de juego.

 

La experiencia de usuario y el desarrollo de los esports

Otra de las tecnologías que gana terreno en el campo de los videojuegos es la realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés). Sus aplicaciones van más allá de la educación, el sector inmobiliario o los museos, donde ya lleva años de integración.

Dispositivos como Oculus Quest 2, que ya cuenta con 5 millones de usuarios, no solo se usan para jugar. Los avatares creados pueden ser usados para quedar a ver películas o series en plataformas como Netflix, juntarse para ver partidos de la NBA o ver conciertos en primera línea la pista gracias a los Oculus Venues, donde se disfrutan eventos digitales sin salir de casa. 

Facebook, que es la creadora del dispositivo y dueña de la plataforma de eventos, ha acercado lo que se creía un lujo digital al público masivo, equiparándolo a consolas de videojuegos que, incluso se quedan cortas a la hora de ofrecer un grado de experiencia como el que se obtiene en Oculus.

En el futuro, esta tecnología permitirá que grandes desarrolladores entren en el mercado de VR sin miedo a fracasar, y es posible que algunos esports migren a estos formatos con opciones innovadoras como las que desarrollan Playstation, con su mando Dualsense, o Nintendo, a través de los Joy-Con y su vibración 3D, que podrían llevar el tacto al mundo de los videojuegos. 

En España, una startup malagueña, OWO, ha desarrollado una camiseta háptica, capaz de conectar con los juegos y hacer que los usuarios sientan todo lo que ocurre alrededor, como el viento, lluvia, incluso un abrazo. 

 

El futuro de los esports

Volviendo a Facebook, el gigante tecnológico no quiere quedarse solo con el desarrollo de la tecnología VR, y Zuckerberg ya encara su próxima meta: la creación de un metaverso, un universo más allá de nuestra realidad, un entorno masivo y virtual dentro de nuestras vidas cotidianas, donde se pueden comprar bienes digitales, introducir publicidad, crear contenido y realizar actividades sociales.

El metaverso será un punto de encuentro único para los amantes de los esports y puede significar un avance notable, pues los usuarios tendrán espacios para interactuar de forma más cercana y los equipos podrán colaborar y compartir experiencias en una nueva “vida virtual”.

Aún falta tiempo para ver cómo despuntan y maduran estas tecnologías, lo que sí está claro es que van a gran velocidad, se especializan cada vez más y centran su atención en la experiencia del usuario final -el gamer- como centro de la innovación.

 

 

Christian Herreruela – Founder Deloitte Gaming