Posted: 08 Nov. 2021

El futuro del gobierno del dato en las empresas

Conoce cuáles son las estrategias aplicadas por las grandes organizaciones para mejorar la gestión de sus datos y generar valor.

Se puede decir sin riesgo a equivocarnos que asistimos al nacimiento de en una nueva era en la que el dato ha cobrado todo el protagonismo y donde, a través de su uso y explotación “gobernada”, se está impulsando la transformación digital de las compañías. De hecho, en una encuesta publicada por el Club del CDO en 2020, cerca del 75% de las principales compañías de que participaron así lo apuntaban.

Otro hecho incontestable es el volumen de datos (estructurados y no estructurados) que las organizaciones son capaces de generar, usar, tratar, almacenar y explotar. Este volumen no deja de crecer de forma exponencial y la tendencia nos indica que, en los próximos años, el ritmo no tiene perspectivas de decrecer.

El avance y aparición de nuevas tecnologías han facilitado la tenencia, procesamiento y almacenamiento del gran volumen de información existente dentro de las organizaciones: la inteligencia artificial, el matching learning, el internet de las cosas (IoT), robotics o la realidad virtual son solo algunas de las nuevas disciplinas que utilizan el dato.  

Por tanto, el reto en las organizaciones está en aprovechar la ventaja competitiva y aportar valor al negocio a través del uso y la explotación de todos sus datos disponibles. En este sentido, el dato se convierte en un activo estratégico imprescindible para la generación de nuevas vías de ingresos; para mejorar la eficiencia de los procesos; para minimizar riesgos; y, por supuesto, para cumplir con requerimientos regulatorios aplicables.

 

¿Cómo se puede gobernar un volumen masivo y creciente de datos?

La respuesta es clara: a través de la definición e implantación de un Programa de Gobierno y Gestión de datos adecuado, que necesariamente gire en torno a los siguientes tres ejes: procesos, personas y tecnología.

Procesos. Necesitamos identificar y estructurar aquella información que es más relevante para el negocio, obteniendo una visión integrada de esta dentro de toda la organización y estableciendo un lenguaje común y un significado unívoco. Asimismo, se debe asegurar la localización de los datos, eliminando los silos. Con ello se conseguirá un doble beneficio: asegurar la calidad y la confianza en los datos y reducir el coste para acceder a ellos.

Personas. En paralelo, debemos contar con la estructura y personas adecuadas para impulsar estas actividades dentro de la organización. De igual forma, se han de definir las responsabilidades y modelos de relación entre los distintos actores responsables que tienen algo que decir en materia de datos (CDO, CIO, CISO, DPO, responsables de áreas de negocio y/o áreas soporte,etc.).

Adicionalmente, hay que establecer los distintos Órganos de Gobierno, identificando a los asistentes, las temáticas a abordar y la frecuencia de reunión. Todas estas acciones, sin duda, ayudan a cimentar la cultura del dato dentro de la organización, sensibilizando a todos los grupos de interés sobre las oportunidades existentes y la responsabilidad individual.

Tecnología. En tercer lugar, conviene desarrollar un repositorio o plataforma de datos que nos permita disponer de la información necesaria, cuando se necesita y con la calidad requerida para tomar decisiones. Una plataforma que facilite la compartición de información para el mayor interés y beneficio de la compañía en su conjunto, sin olvidarse de los requerimientos de confidencialidad, regulatorios y/o legales que apliquen a la actividad o al territorio. Por supuesto, estas plataformas deberán favorecer también la monetización de los datos (a través de su uso interno o, incluso, hacia el exterior, a través de su venta).

 

La democratización de los datos

En este sentido, la tecnología, claramente está dando pasos agigantados en la puesta a disposición de las organizaciones de plataformas de datos que permiten compartir “democratizar” el dato. Adicionalmente, estas plataformas aportan autonomía a los usuarios en tareas de explotación de los mismos, actuando en modo “autoservicio” y proporcionando una visión integrada de la información, haciéndola accesible para su compartición con los distintos usuarios que integran la compañía.  

La evolución de esta visión del gobierno del dato conecta con la idea de monetizar la colaboración. De este modo, pasamos de plataformas de datos cuya filosofía se focaliza en, ofrecer una visión integrada y única de la información más relevante disponible en la compañía, a otras que, además, incorporan la posibilidad de clasificar los datos según su uso y número potencial de usuarios interesados.

Este nuevo paradigma ofrece la posibilidad de establecer acuerdos, “Data Contracts”, para documentar compromisos (de calidad, disponibilidad, etc.) entre el área que genera/produce el dato con el que lo trata/consume, permitiendo establecer fórmulas de “pago por consumo” interno y/o externo.

Estas fórmulas utilizan parámetros de medición como la calidad o la frecuencia de los datos, entre otros. A esta nueva filosofía de gestión, almacenamiento y explotación de información se le denomina “Single Data Market Place”.

 

La confianza de la Alta Dirección en el poder del dato

Las organizaciones contemporáneas tienen clara la importancia del dato y sus estrategias presentes y futuras conciben los datos como activos estratégicos. Es este sentido, todas ellas han establecido un Programa de Gobierno y Gestión de datos para extraer su máximo valor, que cuenta con el apoyo de la Alta Dirección.

En último término, esta apuesta corporativa por la cultura del dato garantiza que los datos más relevantes o estratégicos para el negocio cumplen con las siguientes características: son compartidos, gobernados (visión integrada), confiables (calidad, integridad) seguros (accesibilidad, disponibilidad) y, por supuesto, cumplidores con los requerimientos de confidencialidad, regulatorios de la actividad y/o del territorio que les aplica.

 

 

Mercedes Gutiérrez - Socia de Risk Advisory de Deloitte