Posted: 05 Jan. 2022 3 Tiempo de lectura

La contribución del sector energético español a los nuevos objetivos europeos

Deloitte junto con Fundación Naturgy presentan cómo el sector se adapta a los retos sociales para alcanzar la transición energética y los objetivos europeos

La transición energética se ha convertido en una oportunidad para las empresas del sector. En los últimos años, estas han dado un giro en su modelo de negocio para potenciar su impacto social positivo en el entorno. Hoy en día, el 67% de las compañías han desarrollado sus propias políticas de sostenibilidad para dar respuesta a las tendencias sociales y normativas, y el 57% afirma tener un Plan de Sostenibilidad que enmarca todas las iniciativas puestas en marcha en torno a los principios ESG (Enviromental, Social y Gobernanza), tal y como se recoge en el estudio “La contribución del sector energético español a los nuevos objetivos sociales europeos” elaborado por Fundación Naturgy junto con Deloitte.

Este estudio da visibilidad, a una realidad: el impacto social positivo que el sector energético produce en su entorno. Nos referimos a un sector que aporta un gran valor diferencial debido a “su fuerte vinculación con el territorio, la naturaleza de su propia actividad y su acreditada experiencia en este tipo de iniciativas que motivan al sector a reforzar su compromiso por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y lograr una transición justa basada en la Agenda 2030", destacó Concha Iglesias, socia líder en Sostenibilidad y Cambio Climático, en la presentación del informe.

La generación de riqueza a la sociedad española, el desarrollo de un negocio responsable y las iniciativas de patrocinio y acción social completan las tres perspectivas desde las que el sector da respuesta a los retos sociales a los que se enfrenta.

De esta manera, nos encontramos con un sector que no solo da empleo directo a más de 68.500 trabajadores y aporta un 2,8% del PIB nacional a través de 16.800 empresas, sino que actúa como elemento tractor en el resto de las industrias generando 8 empleos adicionales por cada puesto en el sector y multiplicando por 2,3 euros por cada euro invertido en el resto de las industrias. A esto, habría que sumar la aportación del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) donde se ha anunciado que para los próximos años se prevé una inversión de 241,4 mil millones de euros, donde el 52,5% está relacionado con el sector eléctrico.

Adicionalmente el sector aporta al Fondo de Eficiencia Energética una cuota anual proporcional a su volumen de ventas para fomentar el ahorro energético establecido por la Directiva Europea 2012/27/UE, y en 2020, las aportaciones a este fondo por parte de las compañías del sector alcanzaron los 207 millones de euros.
 

Contribución del sector a la crisis de COVID-19

Las empresas del sector no tardaron en reaccionar ante la crisis sanitaria provocada por la pandemia. La donación de infraestructuras y material sanitario como los EPIs (Equipo de Protección Individual), ofrecer facilidades de pago para los colectivos más vulnerables y garantizar acceso gratuito para empleados a servicios de sanidad privada fueron solo algunas de las principales acciones que llevaron a cabo para reforzar su compromiso con sus profesionales, clientes y la sociedad general en los momentos más duros de la crisis.

Estas acciones se enmarcaron dentro de los planes de acción social que respondieron a cuatro objetivos esenciales: apoyo económico, apoyo con capital material, apoyo médico-sanitario y el apoyo social destinado a romper la brecha digital.   
 

El compromiso social del sector energético se alinea con la taxonomía europea

Según el 'World Energy Trilemma Index 2021', el sector energético español es uno de los más sostenibles del mundo y ocupa el puesto número 10 de los 127 países analizados. En esta línea, la Plataforma Europea de Finanzas Sostenibles está trabajando en la Taxonomía Social. Este documento, del que se presentó un borrador en julio de este año, tiene como objetivo principal impulsar la inversión social para la consecución de los ODS de la Agenda 2030.

Tal y como afirmaba, en el evento de presentación del estudio, Nuria Rodríguez, directora de Medioambiente y Responsabilidad Social de Naturgy: “Aunar esfuerzos entre todos los agentes es fundamental para alcanzar y acelerar los retos actuales”. Esta iniciativa juega un papel fundamental para continuar desarrollando líneas estratégicas completas en materia ambiental y social que permitan alcanzar el desarrollo sostenible.

Este borrador, define la contribución social de las empresas en dos dimensiones:

  • Horizontal: en relación con la gestión de la propia actividad (trabajo decente, buen gobierno, igualdad y accesibilidad universal).
  • Vertical: en relación con todo lo que rodea al negocio, entendido como la oferta de bienes y servicios (Contribuir al alcance de niveles de vida adecuados y el acceso a productos y servicios que conforman necesidades humanas básicas; así como mejorar la accesibilidad a la infraestructura económica básica).

El estudio recoge que la actuación del sector energético ante el impacto social va en línea con los últimos avances en materia de taxonomía social desarrollada por la Unión Europea.
 

¿Qué debería priorizar el sector en su agenda para maximizar el impacto positivo?

El sector energético avanza rápidamente para adaptarse a los retos sociales y ambientales a los que se enfrenta, pero el camino continúa y con ello la evolución de las compañías para atender a las demandas de sus diferentes stakeholders. Para dar respuesta a los nuevos objetivos europeos el sector deberá focalizarse en:

  • Fijar objetivos y compromisos bajo un marco estratégico de sostenibilidad, para lo cual la evolución de la taxonomía será, sin duda, una herramienta fundamental.
  • La evolución cultural con impacto en la organización y su cadena de valor, formando y sensibilizando a todos los agentes implicados en la actividad para que trabajen conjuntamente por la consecución de los objetivos sociales y ambientales internacionalmente aceptados. Para el caso del trabajo sobre el impacto social, las compañías deberán poner en una posición relevante a las entidades del tercer sector (fundaciones, ONGs, Asociaciones, etc.) como especialistas en el desarrollo de soluciones ambientales y sociales.
  • La medición y el reporting se convertirán en elementos imprescindibles para cumplir con la normativa y con las exigencias de transparencia y buen gobierno de todos los colectivos que rodean a la empresa. Por ello será necesaria la definición de indicadores clave sobre la contribución social y ambiental de las compañías en base a una metodología homogénea y comparable.


 

Si te interesa profundizar en los detalles de los proyectos de impacto social que te hemos presentado brevemente en este artículo, puedes acceder al estudio completo en el siguiente enlace: La contribución del sector energético español a los nuevos objetivos sociales europeos

El estudio fue presentado el pasado 1 de diciembre en la sede de la Fundación Naturgy por María Eugenia Coronado, directora general de la Fundación y Concha Iglesias, socia líder de Climate & Sustainability de Deloitte. Asimismo, Oliverio Álvarez, socio responsable de Regulación Energética de Deloitte, moderó una mesa redonda formada por Nuria Rodríguez Peinado, directora de Medioambiente y Responsabilidad Social de Naturgy; Marta García De Oteyza Kindelan, senior manager de Responsible Banking del Santander; Carlos Ballesteros, director general de ANESE; y Joan Batalla, presidente de SEDIGAS. Por último, Pablo Zalba, socio responsable de Regulación y Políticas Públicas de Deloitte y Lucas González, Director General adjunto de la Oficina de la Comisión Europea en Madrid concluyó la jornada señalando la relevancia de reforzar la sostenibilidad social en el marco europeo para lo que será clave, entre otros aspectos, la introducción de la Taxonomía Social, en la que la UE está trabajando.

* Los datos estadísticos provenientes del análisis realizado para este informe se han obtenido mediante el análisis comparativo de la información pública de las principales empresas del sector energético en España. El estudio comprende el análisis de 21 empresas del sector, de distintos tamaños, que abarcan toda la cadena de valor (generación, transporte y distribución, comercialización de electricidad y renovables) y suponen más de un 85% del negocio energético en España según el INE, entendido como principales magnitudes según actividad principal 2019 y excedente bruto de Explotación en miles de €). La información pública ha sido obtenida en su mayor parte de los Informes de Responsabilidad Corporativa y Estados de Información no financiera, donde toda la información proporcionada por las compañías ha sido revisada por un tercero independiente.