Posted: 18 Mar. 2021 5 Tiempo de lectura

¿Un buen Scrum Master debe haber sido antes un perfil técnico?

Creo que no se puede ocultar que hay un cierto runrún en la comunidad agile acerca de este tema. No es algo nuevo, es algo de fondo, que de vez en cuando aparece en las conversaciones de pasillo o incluso en las más formales, pero lo que está claro es que la duda está ahí.

Más allá de tratar de responder a la pregunta, creo que es necesario profundizar en la cuestión, dado que nos puede aportar información relevante sobre el perfil deseado de un Scrum Master.

Las preguntas que nos podemos hacer son del siguiente tipo: ¿cómo alguien que desconoce el ámbito tecnológico puede ser capaz de guiar y dar consejos a un equipo que desarrolla software? O bien, ¿por qué alguien que se dedica a la tecnología tiene mejores habilidades para la guía, el asesoramiento o el coaching de un equipo, si para ello las habilidades que se necesitan son muy distintas a las presupuestas en un profesional de ese campo?

El dilema está ahí; si son necesarias altas capacidades en ambos campos, o bien, si uno debe primar sobre el otro.

Desde mi punto de vista, que es el de un tecnólogo venido al mundo del coaching y no al revés, lo cual sin duda prejuzga mi visión, es que lo ideal es el punto de equilibrio entre ambos mundos y la comprensión, más bien la empatía, en las fortalezas de ambos polos.

Convertirse en un experto en los dos campos es un camino difícil, complejo y que presenta a veces barreras infranqueables. Recorrerlo en un sentido u otro es igual de complicado, no es más fácil para un técnico adquirir habilidades de coaching, que para un coach aprender el entorno tecnológico y sus términos.

Sin duda, ambos mundos son importantes en la gestión de equipos de desarrollo. Conocer ese ambiente, sus términos, sus procesos y vericuetos es capital a la hora de comprender los patrones de comportamiento y las necesidades de este tipo de trabajos. También los equipos han de reorientar sus capacidades e interacciones a un entorno en el que no solo prima la tecnología, sino que priman y mucho las relaciones interpersonales y las dinámicas de equipo, donde la colaboración y el sentido de equipo son piezas capitales.

A partir de aquí, independientemente del origen del Scrum Master, hay que recorrer un camino en el entendimiento del mundo del coaching y los soft skills, o bien, en el de la tecnología y el desarrollo de software más hardcore. A continuación, os dejo algunos consejos que pueden ayudar a recorrer algo más fácilmente esta senda.

 

Leer, leer y leer

O formarse continuamente. Este consejo aplica a múltiples situaciones profesionales, no cabe duda. Hay que potenciar aquello en lo que somos más débiles y en este caso, sea cual sea la procedencia profesional del Scrum Master, no se debe olvidar que el entorno es tecnológico y que las metodologías ágiles se basan en las personas y en las relaciones entre estas.

Acostumbrarse al lenguaje

El lenguaje hace mucho, esa jerga utilizada en los ámbitos técnicos o de habilidades interpersonales, lejos de suponer una barrera, nos debe ayudar a interactuar con los equipos de una manera más directa.

No entender en absoluto lo que están hablando los equipos o estar perdido en las reuniones de coordinación entre coaches, es sin duda malgastar oportunidades para hacer adecuadamente nuestro trabajo como Scrum Masters.

Mantener viva la curiosidad

Dicen que la curiosidad mató al gato, pero yo soy un convencido de que sigue vivo y coleando, y que además es cada vez más sabio.

La curiosidad es un poderoso aliado que mantiene viva la pasión por las cosas que hacemos. Si tu background no es tecnológico, prueba a apuntarte a algún curso de programación o acerca de las tecnologías que están usando tus equipos. Si por el contrario eres técnico, puedes probar algún curso de habilidades interpersonales, de comunicación o de coaching.

La curiosidad y el interés por otras disciplinas es un gran aliado también a la hora de ganar confianza con los equipos, de demostrar que te importan y que no solo se construye un producto, sino que también se construye un equipo.

 

Construir una buena confianza mutua

Si pretendes que este sea un viaje tranquilo, siento decepcionarte, pero no lo va a ser. Es normal que los equipos te pongan a prueba. Es habitual que surjan situaciones en las que se evalúen tus habilidades, así que es importante que establezcas relaciones de confianza con el equipo y que la sinceridad aflore sin demasiadas trabas.

Confiar en el equipo, escuchar sus opiniones, dejar que los debates surjan y que de manera consciente construyamos una relación basada en la confianza, harán que nuestro papel como Scrum Master sea cada vez más cómodo.

Es importante preguntar, dejarse aconsejar, expresar nuestro desconocimiento si lo hay y avanzar conjuntamente para que el resultado sea el mejor posible.

La construcción de la confianza no se produce en el vacío, necesita una reflexión persistente, un refuerzo positivo y solo es eficaz cuando se combina con la afirmación interna de uno mismo.

 

Apoyarse en el equipo

Este punto es complementario y está estrechamente relacionado con el anterior.

El propio equipo es la mejor fuente de inspiración a la hora de escoger los asuntos que nos permitirán crecer como Scrum Master.

No dudes en preguntar, escucha activamente para identificar todo aquello que te permita mejorar y acepta gustosamente cualquier crítica constructiva. Actúa de la misma forma con tu equipo y conseguirás una corriente que cohesionará el mismo y lo llevará a cotas más altas, empujando con esa corriente tu propio crecimiento.

Conclusión

Algunas personas tendrán orígenes técnicos, experiencia en el mundo del desarrollo de software, puede que hayan sido excelentes gestores de proyectos en el pasado o que su experiencia esté más orientada al desarrollo de personas y de la organización, pero independientemente de todo esto, el mundo de la agilidad será en mayor o menor medida una experiencia nueva para todos ellos, así que es probable que necesiten adaptar varias piezas del puzzle.

La clave está en la foto final, esa panorámica que nos permite entender el contexto global de la situación.

Probablemente este no será el mejor consejo del mundo, pero sí puede ser útil como punto de partida si te encuentras en un proceso de adaptación como Scrum Master.

Mantén viva tu curiosidad, no pares de preguntar y acepta el hecho de que a tu puzzle siempre le quedarán piezas por completar.

 

Conoce al autor

Julio Roche

Julio Roche es specialist director del área de System Development & Integration, en la práctica de DxD de Deloitte. Profesional con más de 25 años de experiencia en el mundo del desarrollo de soluciones tecnológicas, su labor se encuentra actualmente focalizada en el terreno de la movilidad y la transformación digital, lo que le ha llevado a estar involucrado en procesos de implantación de metodologías ágiles, desempeñando todos los roles que estas enumeran. Ha sido Agile Coach & Trainer, Scrum Master, Product Owner y parte del Development Team.