La pandemia ha constituido un periodo de prueba para la mayor parte de las empresas. Las que contaban con la resiliencia necesaria para cambiar y aprovechar las oportunidades emergentes no solo han sobrevivido, sino que han prosperado. Se han mostrado abiertas a redefinir lo que hacen y/o cómo lo hacen, identificando las áreas de mejora de sus sistemas y garantizando que tienen la fortaleza necesaria para afrontar el futuro. El éxito se ha definido como la manera en que los equipos directivos han respondido a un conjunto complejo y desafiante de circunstancias sociales, políticas, medioambientales y económicas.

Reforzar la resiliencia social

Las etapas del viaje

 
Muchas empresas que progresaron más durante y tras la pandemia no solo eran más ágiles y dinámicas que sus rivales, sino que también supieron escuchar y responder a un público compuesto no solo por clientes, sino por una amplia variedad de grupos de interés.

La agilidad es importante

La pandemia ha constituido un periodo de prueba para la mayor parte de las empresas. Las que contaban con la resiliencia necesaria para cambiar y aprovechar las oportunidades emergentes no solo han sobrevivido, sino que han prosperado. Se han mostrado abiertas a redefinir lo que hacen y/o cómo lo hacen, identificando las áreas de mejora de sus sistemas y garantizando que tienen la fortaleza necesaria para afrontar el futuro. El éxito se ha definido como la manera en que los equipos directivos han respondido a un conjunto complejo y desafiante de circunstancias sociales, políticas, medioambientales y económicas.

La preparación es la clave del éxito

Algunas empresas han prosperado durante la crisis, unas cuantas tuvieron la suerte de encontrarse en el lugar apropiado en el momento oportuno (comercio online, entregas a domicilio, productos desinfectantes de manos, etc.), mientras que otras han creado su propia suerte manteniéndose plenamente abiertas al mundo que las rodea. Estas empresas han escuchado con empatía las necesidades de sus clientes y han respondido rápidamente y con seguridad, han consultado a sus empleados, accionistas y organismos reguladores y han permanecido receptivas a una gran variedad de públicos a nivel nacional e internacional; han leído las señales, detectado las dinámicas y reaccionado con determinación. De esta manera, no solo han conseguido la implicación de los grupos de interés en la actualidad, sino que han construido la confianza para el futuro, lo que probablemente cobrará cada vez más importancia, puesto que parece factible que vayan a surgir más olas imprevistas de disrupción procedentes de cualquier fuente. Crear resiliencia hoy es la mejor manera de prosperar con seguridad en el futuro.

La suerte está del lado de las mentes preparadas

Louis Pasteur

 
La pandemia ha constituido un periodo de prueba para la mayor parte de las empresas. Las que contaban con la resiliencia necesaria para cambiar y aprovechar las oportunidades emergentes no solo han sobrevivido, sino que han prosperado. Se han mostrado abiertas a redefinir lo que hacen y/o cómo lo hacen, identificando las áreas de mejora de sus sistemas y garantizando que tienen la fortaleza necesaria para afrontar el futuro. El éxito se ha definido como la manera en que los equipos directivos han respondido a un conjunto complejo y desafiante de circunstancias sociales, políticas, medioambientales y económicas.

No está previsto volver a la «normalidad en los negocios»

Seguirá habiendo cambios

La rapidez y complejidad de los cambios en el actual mundo hiperconectado y digital continúan aumentando. La idea según la cual «cuando resolvamos los problemas inmediatos, podremos respirar hondo y relajarnos» ya no es realista. Es fundamental actuar ahora; reflexionar sobre las lecciones aprendidas de los hechos acaecidos durante el pasado año y a continuación ensayar nuestra respuesta ante todos los escenarios de cambio que podamos imaginar. Al encontrarnos en el periodo inmediatamente pospandémico, aún es posible aprovechar el ritmo y el empuje del cambio del pasado año y enfocarlo a iniciativas que generarán la resiliencia del futuro. Sobre todo, será importante darse cuenta de que el mundo continuará evolucionando aún más rápido, por lo que no avanzar al menos con la misma velocidad podría significar quedarse atrás. Los problemas a los que se enfrentan y seguirán enfrentándose en los próximos años las empresas y el planeta en conjunto exigirán que seamos resilientes.

Convertirse en una empresa resiliente

Independientemente del desafío a corto plazo que puede suponer para una empresa, la generación de resiliencia es una inversión que debe realizarse para conseguir el éxito a largo plazo. Ahora es el momento de actuar. Esperar para responder a la siguiente disrupción imprevista sencillamente no es una estrategia viable. Los directivos de las empresas deberían tener la energía y motivación suficientes para colaborar en la creación e interiorización de la resiliencia necesaria para sobrevivir y prosperar. La naturaleza de cada empresa determinará la mejor manera de conseguirlo. Sin embargo, independientemente de los pasos específicos y detallados que se tienen que dar, la planificación de escenarios en toda la organización y con la participación de todo su equipo directivo es una de las maneras más eficaces de prepararse. Este ejercicio debería incluir el planteamiento de cualquier escenario imaginable, haciendo los esfuerzos necesarios para identificar las áreas vulnerables, los fallos y las carencias. En resumen, el objetivo debería ser «hacer fracasar la empresa» de manera virtual para protegerla de un fracaso real. Una vez identificada esta lista de áreas vulnerables, será necesaria la colaboración entre regiones y unidades de negocio para determinar la mejor forma de afrontar cada desafío y generar la agilidad y capacidad necesarias para minimizar la posible disrupción futura.

No hay que dormirse en los laureles

Cuando parece que la crisis está remitiendo, puede resultar tentador reflexionar sobre los éxitos obtenidos y reducir un poco la marcha. Pero relajarse es lo contrario a generar resiliencia. Cuando las cosas parecen funcionar bien, podemos pecar de exceso de confianza y dar por hechos los éxitos futuros. En lugar de ello, es el momento de hacer un esfuerzo adicional y prepararse para una posible disrupción futura. La resiliencia exige una actitud de alerta que nunca se conforma con la distancia recorrida, sino que siempre intenta avanzar. También es importante que las empresas sean evaluadas de forma continua y objetiva para encontrar más formas de reaccionar con más rapidez, de diversificar y cambiar de dirección más conscientemente. La falta de preparación podría permitir que un rival más resiliente aproveche la oportunidad y consiga adelantarse a sus competidores menos ágiles, provocando que estos pierdan importancia a los ojos de sus clientes y grupos de interés.

Mantener el nivel óptimo de resiliencia siempre será más sencillo si se cuenta con una perspectiva externa objetiva, especialmente cuando la empresa disfruta de una etapa relativamente cómoda (no siendo necesario actuar con premura, como durante una crisis). Deloitte está excepcionalmente posicionada para ofrecer un asesoramiento imparcial de este tipo antes de ofrecer a sus clientes la cantidad justa y correcta de soporte práctico necesario para ayudarles a convertirse en la empresa resiliente que desean ser. 

 
La pandemia ha constituido un periodo de prueba para la mayor parte de las empresas. Las que contaban con la resiliencia necesaria para cambiar y aprovechar las oportunidades emergentes no solo han sobrevivido, sino que han prosperado. Se han mostrado abiertas a redefinir lo que hacen y/o cómo lo hacen, identificando las áreas de mejora de sus sistemas y garantizando que tienen la fortaleza necesaria para afrontar el futuro. El éxito se ha definido como la manera en que los equipos directivos han respondido a un conjunto complejo y desafiante de circunstancias sociales, políticas, medioambientales y económicas.

Buscar nuevas maneras de ser más resiliente

Planificar con antelación

La prueba definitiva tiene lugar cuando estalla una crisis y el adversario, sea quien sea, genera un impacto que cambia las reglas del juego. ¿Y ahora qué? ¿Cómo se recupera y responde una empresa? Para estar seguros de que tendremos éxito, tiene que haber un plan alternativo. Si se han tomado las medidas adecuadas, se cuenta con la preparación idónea y con la capacidad de adaptarse, la empresa resiliente puede estar segura de que nunca estará más preparada para ganar la partida. Obviamente, estos preparativos no pueden realizarse de repente, sino que se deben planificar cuidadosamente y con tiempo. Por tanto, ser proactivo y planificar un encuentro de este tipo es vital, independientemente de lo que se trate y de lo inesperado que sea, para estar preparado y tener seguridad a la hora de enfrentarse a ello si llegara a suceder.

No conviene no tener en cuenta a un dragón vivo, sobre todo, si habita cerca

JRR Tolkien (The Hobbit)

Formación sobre resiliencia

Ser resiliente significa esperar lo inesperado, lo cual implica estar siempre alerta y preparado para ello. Los atletas que se entrenan para competiciones extremas se fuerzan más allá de sus límites, de forma que pueden afrontar con seguridad lo que pueda acontecerles. En el ámbito empresarial ocurre lo mismo. Es necesario ensayar los escenarios más extremos y formarse para que la empresa ponga a prueba su resistencia y esté preparada para afrontar lo que probablemente le depare el mundo real. Además, igual que los atletas, saltarse el entrenamiento durante unas cuantas semanas y esperar estar en plena forma si se adelanta la competición no es una opción plausible. Hay que mantener los sistemas preparados, listos para reaccionar ante el desafío independientemente de cuándo surja.

Lo que importa no es el ansia de ganar, eso lo tiene todo el mundo. Lo esencial es el ansia de prepararse para ganar.

Cubrir cualquier eventualidad

Parece que algunas empresas han prosperado durante la pandemia y no porque fueran ágiles y estuvieran preparadas, sino porque tuvieron la suerte de contar con productos y servicios que experimentaron un aumento de la demanda - por ejemplo, los sitios web del comercio electrónico y las empresas farmacéuticas, así como los fabricantes de equipos EPI y productos desinfectantes de manos. No obstante, no deberían pecar de un exceso de confianza. Sencillamente, estas empresas se enfrentan a un tipo distinto de desafíos que ponen a prueba su resiliencia, como tratar con clientes insatisfechos que, cuando la demanda supera de repente la oferta, se sienten marginados e infravalorados porque creen que se están ignorando sus peticiones. O puede que tengan que responder a una avalancha de productos falsificados que surgen para aprovecharse de la falta de suministro al tiempo que suponen una grave amenaza de riesgo reputacional. La planificación de la resiliencia debe anticipar cualquier eventualidad y garantizar que el sistema cuenta con la agilidad suficiente para ofrecer la respuesta adecuada. La siguiente crisis podría ser fácilmente un ciberataque, la protesta imprevista de los usuarios ante algunos productos por razones sanitarias o medioambientales o el bloqueo de productos tras una queja sobre el trato a los trabajadores de algún punto de la cadena de suministro. La resiliencia no significa ser inmune a estos factores, sino saber cómo detectar las señales y a continuación responder rápidamente con la acción adecuada en el momento preciso. 

Deloitte puede colaborar con su empresa para ayudarle a planificar lo inesperado. Podemos optimizar su preparación frente a los cambios y garantizar que su empresa se encuentra en plena forma ante lo que le depare el futuro. Gracias a nuestra visión objetiva y nuestra amplia variedad de conocimientos expertos, estamos preparados para añadir valor de forma inmediata. 

 
The pandemic has been a testing time for most organizations. Those with the resilience to pivot and seize emerging opportunities have not only survived but prospered. They have been open to redefining what they do and/or how they do it, identifying any fractures in their systems and ensuring they are shored up for the future. Success has been defined by the way leadership teams have responded to a complex and challenging set of social, political, environmental and economic circumstances.

La resiliencia en un mundo interconectado

Oportunidad global

Las actuales cadenas de suministro globales interconectadas permiten que los productos se adquieran y vendan prácticamente a cualquier persona, en cualquier lugar del mundo; de esta forma, cuando la oferta o la demanda aumentan o disminuyen en una región, se puede redirigir el foco de atención a otra. El modelo se extiende por los sectores e incluye cualquier producto, desde las materias primas, productos básicos y la mano de obra a una amplia variedad de categorías de servicios globalizados.  Como ideal económico, este mercado global aparentemente sin fisuras parece muy eficiente. En la práctica, se halla cada vez más supeditado a las amenazas procedentes de un número creciente de factores sociales, geopolíticos y medioambientales. Entre ellos se incluirían, por ejemplo, tensiones políticas o sociales a nivel local o regional, conflictos fronterizos, piratería, embargos por abusos contra los derechos humanos o nuevos problemas medioambientales, cualquiera de los cuales podría como mínimo elevar costes, afectar a cadenas de suministro o hasta provocar el cierre total de algunos importantes mercados. Generar la resiliencia necesaria, que anticipe y pueda responder proactivamente a imprevistos de este tipo, determinará quiénes serán los ganadores de la próxima década.

Perspectiva global

Contar con una perspectiva global significa disponer de una visión renovada y holística del papel de la empresa en el entorno comercial y social más amplio. Por ejemplo, los típicos límites entre los sectores industriales se han disipado de forma que casi todas las grandes empresas abarcan actualmente distintas categorías tradicionales. Ahora es perfectamente posible pensar en una empresa como compañía de datos y como minorista o empresa logística; también podría tratarse de una empresa de datos, de hostelería y del sector turístico. Evidentemente, los datos son el mínimo común denominador y constituirán la base de casi cualquier empresa del mundo.

Los datos son un recurso inmensamente valioso, esencial para mejorar la conectividad con diversos grupos de interés:

  • Generar confianza con los accionistas
  • Aumentar la empatía y la fidelidad de los clientes
  • Mejorar el compromiso de los empleados
  • Desarrollar vínculos más sólidos con los colaboradores del ecosistema y de las asociaciones

Estos son solo algunos ejemplos de las relaciones que impulsarán el crecimiento futuro. 

Confianza global

La preocupación en aumento sobre la protección de datos y la ciberseguridad también debe tomarse en consideración al planificar las actividades generadoras de resiliencia. Esto apunta a lo que probablemente constituye el elemento más importante de todos en un entorno comercial y social cada vez más desestructurado: generar confianza. A medida que se desvanecen los antiguos límites entre sectores, regiones y categorías e incluso entre operaciones comerciales, políticas y solidarias, la confianza será el referente para las empresas resilientes. La confianza debe infundirse no solo en los clientes y los empleados, sino en las redes de grupos de interés amplias e interconectadas que han logrado tener gran influencia a la hora de impulsar el desempeño de la empresa. Hubo una época en la que las empresas o bien tuvieron éxito comercial o bien hicieron el bien para la sociedad. Al disponer de una perspectiva global holística, es totalmente realista aspirar a conseguir ambas cosas. Según el dicho de Confucio: «Sin confianza no se puede vivir».

Supervivencia global

Durante el pasado año, cuando la pandemia azotó a comunidades de todo el mundo, generó olas de incertidumbre social por la salud del planeta. Paradójicamente, la reducción de la actividad económica también provocó una disminución de las emisiones de CO2 y mejoró la calidad del aire en muchas de las regiones más vulnerables del mundo. Según algunas encuestas internacionales, la preocupación por el medio ambiente ha aumentado significativamente y cada vez hay más gente convencida de que las actividades humanas responsables del calentamiento global y de la degradación medioambiental podrían amenazar la supervivencia de poblaciones de distintas regiones del mundo si no se toman medidas. Los consumidores actúan cada vez más según sus convicciones reduciendo el consumo de energía, consumiendo menos y reciclando más para vivir de forma más sostenible. Exigen que las grandes empresas cumplan su parte. Esto plantea una serie de desafíos relacionados con la resiliencia para las empresas de todo el mundo. ¿Es la cadena de suministro lo bastante ecológica?  ¿Está disminuyendo la huella de carbono con la suficiente rapidez? ¿En qué medida ha decrecido el consumo de energía teniendo en cuenta el teletrabajo? Evidentemente, la lista aumenta exponencialmente al analizar estos aspectos en mayor profundidad, a medida que aumenta el número de ámbitos sometidos a escrutinio. La empresa resiliente debería anticiparse al mayor control de estos factores por parte de los usuarios, fomentada por la mayor presión política y de los clientes, y debería actuar ahora para garantizar que está totalmente preparada de cara a las cambiantes expectativas de los clientes y una legislación cada vez más restrictiva. También podría ser beneficioso intentar realizar un análisis y una valoración objetivos para mantener la fe y confianza  de los grupos de interés, los cuales necesitará para prosperar en el futuro.

Deloitte es una empresa global y con visión de futuro que abarca todas las disciplinas. Ofrecemos un completo abanico de servicios objetivos a los clientes de todo el mundo con el fin de ayudarles a ser resilientes y capacitarles para salir adelante, independientemente de los cambios que sucedan a su alrededor. Conseguimos la confianza de nuestros clientes y colaboradores creando un verdadero impacto. Por esta razón nos ponemos a su disposición.