Artículo

Entrevista a Iker Arteagabeitia, director financiero de Kutxabank 

Protagonistas Alumni

No hay retos imposibles si te los propones, si todos los días vas a trabajar con ilusión. Yo siempre digo que el mejor día de la semana es el lunes porque tengo siete días por delante para hacer cosas, y esas ganas y esa ilusión yo las empecé a tener en Deloitte.

¿Cómo definirías tu etapa en Deloitte?

Recuerdo que estuve en la Firma 7 años, un mes y 28 días, y la verdad que la valoración es extremadamente positiva, y además, cuanto más pasa el tiempo, más te das cuenta de todo lo que me ha aportado Deloitte en mi día a día, en mi vida profesional y en la vida personal. Yo me llevé grandes amigos que siguen siendo amigos míos y me he llevado la capacidad de trabajo de esforzarse, la generosidad y por supuesto los valores.


¿Qué diferencias hay entre trabajar para una multinacional y para la banca?

En nuestro caso somos una mini-nacional porque estamos en toda España. Kutxabank es un banco que tiene una presencia nacional relativamente grande pero lógicamente nada que ver con Deloitte, la diferencia, pues en primer lugar es el inglés, que no es que en el día a día trabajases siempre en inglés pero había proyectos internacionales. Yo recuerdo haber hecho proyectos en Italia, proyectos para bancos escoceses y de alguna manera echas de menos esas oportunidades internacionales porque la visión o la posibilidad de estar colaborando con profesionales de otros países es un activo muy enriquecedor.


¿Qué retos habéis tenido que superar durante la pandemia?

El principal reto fue que la banca era un servicio esencial y nuestros compañeros que estaban en las oficinas tenían que ir a trabajar como servicio esencial que eran. Los equipos de servicios centrales tuvimos en la medida de lo posible que teletrabajar. Teníamos capacidad para teletrabajar pero nunca lo habíamos hecho totalmente. Lo habíamos hecho, pues grupos de trabajo, teníamos planes de contingencia para trabajar determinadas áreas en remoto, fuera de las oficinas, pero no habíamos vivido una pandemia y nos ha supuesto el reto de trabajar en remoto por un tiempo limitado, porque el banco decidió, yo creo que con buen criterio que en la medida en que los compañeros de las oficinas tenían que trabajar de forma presencial, todos lo servicios centrales también debían trabajar de forma presencial, todos a una. Yo creo que esa parte fue algo positivo ya que nos ha permitido como organización crecer porque hemos demostrado que somos todos uno y que tanto los equipos de servicios centrales como los profesionales de oficina debemos trabajar en aras de dar mejor servicio al cliente, estar cerca del cliente para conseguir que en una situación tan complicada como la que hemos vivido podamos salir adelante, juntos.


Y superados esos momentos. ¿En qué estáis más centrados ahora?¿Quizá hay algún proyecto que quisieras dar a conocer al resto de Alumni?

Kutxabank es un banco muy especial, es un banco en el que el cien por cien de nuestros accionistas son Fundaciones Bancarias y somos un caso especial en la medida en que esos accionistas con acciones bancarias, todo el beneficio que reciben no revierte en la sociedad, y eso pues es un elemento diferencial de Kutxabank y para nosotros, elementos como la sostenibilidad pues es algo que lo hemos tenido en el ADN.

Como proyecto bonito, ahora dentro de la Dirección Financiera del Grupo y recayendo bajo mi responsabilidad, hemos englobado la oficina técnica climática. Nosotros tenemos un reto como toda la banca en hacer que el impacto medioambiental del inversor, el impacto ambiental de los préstamos que damos a nuestros clientes sea contenido, sea limitado y sea en el tiempo decreciente, y en ese sentido, nosotros llevamos tres años haciendo un estudio de impacto medioambiental e impacto económico. Es un estudio pionero, no hemos visto nada parecido a nivel internacional y nosotros medimos el impacto económico y el impacto ambiental de nuestras inversiones para tratar de ver ese valor diferencial. Kutxabank contribuye al 12,6% del PIB del país vasco en términos de contribución gracias a nuestra cartera de inversión creticia y sólo contribuimos, entre comillas, al 9,6% de los gases efecto invernadero, eso quiere decir que tenemos una contribución positiva en ese mix entre impacto económico e impacto ambiental.


¿Qué consejo le darías a un profesional que comienza ahora su carrera profesional en Deloitte?

Le recomendaría. Primero si no ha entrado en Deloitte, que entre en Deloitte, de las alternativas que hay, claramente es la mejor. Y segundo que tenga ganas. Yo creo que no hay retos imposibles si te los propones, si todos los días vas a trabajar con ilusión.

Yo siempre digo que el mejor día de la semana es el lunes porque tengo siete días por delante para hacer cosas, y esas ganas y esa ilusión yo las empecé a tener en Deloitte porque venía a un sitio en el que tenía a gente motivada, gente joven, gente con un gran conocimiento y me transmitieron esas ganas de trabajar de aprender y eso es lo que yo le diría a una persona joven que viene a aprender, que no sea cómoda, porque ser cómodo es muy fácil. Así que la recomendación sería disfrutar, trabajar, pelear y saber que si trabajas y das todo, el futuro es tuyo.