La gestión del talento en la empresa familiar

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La gestión del talento en la empresa familiar

La empresa familiar constituye, tanto en el ámbito nacional como, por ende, en el alicantino, el núcleo sobre el que orbita el tejido empresarial. De ella depende gran parte de la creación de riqueza, generación de empleo y el bienestar de todos nosotros.

Las empresas familiares constituyen el 92% del tejido económico alicantino. Su papel ha sido particularmente relevante durante la pandemia, actuando como fuerza tractora para reducir el impacto socioeconómico de la crisis y configurándose como una pieza fundamental para afrontar la recuperación. Y la clave de su éxito han sido las personas, que es el único factor diferencial con el que contamos. Contar con el mejor talento dentro de las empresas es la clave para afrontar con éxito el cumplimiento de su plan estratégico.

En este periodo marcado por la COVID-19, se ha acelerado la implantación de un conjunto de tendencias que ya se venían produciendo, y que han afectado a la relación entre empleador y empleado. El cambio en las expectativas de los profesionales, las nuevas formas de trabajo o la implantación de la tecnología han propiciado esta transformación y un efecto de acercamiento al futuro del trabajo.

En esta nueva realidad, las empresas necesitan enfocarse en tres atributos para reforzar su relación con el talento: el propósito, el potencial y la conexión. El nuevo contexto requiere ligar el trabajo de las personas y de la familia con el propósito organizativo, centrándose en el potencial de su talento y reforzando la conexión de todo el comité directivo y mandos intermedios con sus equipos.
En este sentido, es clave que todos los profesionales que forman parte de una organización tengan una comprensión clara de la estrategia, objetivos y valores que guían el día a día de las decisiones. Contar con una dirección alineada en valores y estrategia con el consejo de administración es el vector que ha de guiar la gestión de las personas y de la familia.

Frente a estos nuevos desafíos, la empresa familiar se distingue de otras organizaciones por unas particulares características, como su visión a largo plazo a través de un accionariado comprometido con los valores y estrategia de la empresa y su vocación de continuidad, buscando un equilibrio entre la sostenibilidad y crecimiento a largo plazo. Éstas le sitúan en una posición ventajosa para redefinir la relación entre empresa y familia.

Para ello, es aconsejable volver a plantearse la forma en la que se concibe el talento en la organización, desde una triple vertiente. En primer lugar, combinando habilidades, roles y las responsabilidades de los equipos para realizar el trabajo. En segundo lugar, mejorando la adaptación de los profesionales al entorno volátil actual, para lo que es necesario que adquieran nuevas capacidades. Y, por último, desarrollando futuros líderes que actúen desde el ejemplo personal, inspirando y comprometiendo al talento.

Con todo ello, la empresa familiar estará mejor preparada para abanderar el futuro, así como para garantizar el bienestar familiar y el mantenimiento del legado.
 

Artículo de opinión de Beatriz Martín, socia de Deloitte responsable de la
oficina de Alicante publicado en La Información de Alicante

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