La gestión de empresas deportivas en el siglo XXII

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La gestión de empresas deportivas en el siglo XXII

Los eSports consisten en competiciones deportivas de juegos electrónicos, con la particularidad de que existen reglas pero no regulación y en la que participan gamers que en muchos casos son menores de edad ya que su plenitud como deportistas suele situarse entre los 14 y 16 años y entre los 24 y los 28.

Artículo de opinión escrito por Fernando Pons, socio responsable de eSports

Surge con fuerza estos días un nuevo deporte, los eSports –para quien todavía albergue dudas de que así se pueda calificar a este negocio, informar que así lo han confirmado investigadores alemanes frente a la controversia habida-.  Los eSports consisten en competiciones deportivas de juegos electrónicos organizadas en ligas, con la particularidad de que existen reglas pero no regulación (o esta es muy incipiente) y en la que participan jugadores (gamers) que en muchos casos son menores de edad ya que su plenitud como deportistas suele situarse entre los 14 y 16 años y entre los 24 y los 28. Jugadores que hacen de los eSports su modo de vida.

Todo un ecosistema se ha creado alrededor de ellos y de su legión de seguidores -que se cuentan por millones- donde coexisten múltiples modelos de empresa tradicionales que se retroalimentan entre sí: fabricantes de videojuegos y todo tipo de elementos necesarios (auriculares, micrófonos, teclados, sillones), publishers, empresas de infraestructura tecnológica, plataformas de contenidos, organizadores de ligas y eventos, equipos, sponsors, …

Un ecosistema que está favoreciendo que aficionados y profesionales de los eSports sean conscientes de que tras su vida como gamers asoma un fascinante mundo empresarial. Nuevas empresas surgen con fuerza. Uno de estos casos es la empresa WEC, creadora del Valencia CF eSports formada por dos de estos deportistas hoy convertidos en fiables, responsables y solventes empresarios. ¿Hay mayor placer que poder vivir de tu pasión, ayudar a otros a desarrollarla y poder tener una vida profesional cuando la deportiva se termina?

Estamos ante un tipo de empresa que podemos catalogar como una startup al cuadrado (pues es startup en un negocio que en sí mismo es un startup), impecables en innovación y tiempo de respuesta al mercado; que utiliza modelos de gestión que combinan la intuición, el aprendizaje y el estar abierto al asesoramiento; que nacieron ya internacionales porque este es un negocio global en su ADN; y que gestionan a las estrellas del futuro como el mejor departamento de Recursos Humanos que hayamos conocido, capaces de encontrar un futuro a su carrera cuando el mundo de la competición llega a su final.

En mi opinión, es un caso de escuela de negocio en toda regla. La propia naturaleza de los eSports ya hace que las empresas nacidas en su seno cuenten con importantes claves de éxito tradicionales de gestión de empresas deportivas

Su naturaleza de startup y su negocio basado en tecnología les confiere una capacidad de innovación enorme y el ser capaces de, en el menor tiempo posible, sacar al mercado una solución que atienda necesidades o demandas de los “clientes”, actuales y futuros.

A su vez, son capaces de seguir el método Lean que aconseja utilizar las técnicas de gestión más tradicionales (planificación, proyecciones, organigramas, procesos, cadena de producción, medición, etc.) para gestionar todo tipo de empresas y organizaciones, por muy singulares que sean.

Además, su negocio no depende de ninguna manera de si la pelota no entra en el aro o la portería, por poner dos ejemplos, como sucede a los clubs deportivos -independientemente de que cuenten con un fabuloso plan estratégico que combine valores, gestión empresarial y sentimientos, con la mejor y más fiel clientela (sus fans), incluso con una saneada economía-.

Por otro lado, su vocación y ámbito global les permite seguir en su zona de confort y control, a pesar de enfrentarse a idiomas, regulación o competencia diferentes. Y, por último, a día de hoy, es más sencilla la gestión de sus “estrellas deportivas”, al menos ante las afirmaciones de presidentes de club de futbol sobre que les resulta más difícil gestionar los treinta empleados de la primera plantilla que varias decenas de miles de empleados de sus empresas.

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