2020 ha sido un año difícil para el sector retail y, aunque esperábamos una mejora en la parte final del año, la segunda ola de la COVID-19 retrasó las perspectivas de una recuperación impulsada por los consumidores.
Sin duda, el sector retail ha puesto a prueba su resiliencia en 2020. El aumento de la compra online por parte de los consumidores ha sido cada vez mayor, lo que se traduce en una aceleración de una tendencia que ya existía antes de la pandemia. Pero la magnitud del cambio es sorprendente: en el primer semestre de 2020 se produjo un crecimiento de cinco años en la cuota de mercado online en cuestión de semanas. Incluso cuando los comercios no esenciales volvieron a abrir, la afluencia fue significativamente menor que en 2019, un indicador de que se estaban generando algunos cambios en el comportamiento del consumidor.
Se prevé que las ventas de comercio electrónico crezcan a lo largo de 2021 y en los próximos años, ya que cada vez más consumidores encuentran beneficios en las compras online.
Sin embargo, la presión por el aumento de costes, el cierre de algunos comercios y la disminución de la afluencia de público ha afectado a las tiendas físicas. Los cambios continuos han sido demasiado para algunos, así como también el récord de cierres de tiendas y pérdidas de puestos de trabajo.
Comportamiento del consumidor
El cambio que se generó -hacia lo online- en 2020, se está consolidando: los datos del Global Consumer Tracker de Deloitte muestran que uno de cada 10 consumidores de toda Europa compra por Internet, como, por ejemplo, alimentos (cerca del 30% en el Reino Unido). Del mismo modo que en los sectores no alimentarios, con el cierre de las tiendas, los consumidores se han adaptado rápidamente a las compras en línea. Otro factor que explica este crecimiento es la preocupación por la seguridad de las compras en tiendas físicas: cerca de la mitad de los consumidores británicos declaran sentirse inseguros comprando en persona en una tienda.
Además, las fronteras entre el hogar y la oficina se han difuminado. El hogar se ha convertido en una oficina, en un aula y en un gimnasio. Los patrones de consumo han cambiado, ya que se consumen más calorías en casa y ha crecido el gasto en muebles, productos de jardinería y equipos de gimnasio para el hogar. Como parte de un enfoque más amplio en la salud y el bienestar, también hemos visto el crecimiento de las dietas, en particular los alimentos veganos.
Y, por último, los consumidores han comprado más a nivel local, sintiéndose más seguros al no tener que viajar y eligiendo a los negocios y productores locales.
1. Huella de carbono cero ¡ya!
Pasar de la aspiración a la aplicación en toda la cadena de valor.
2. Lo digital primero
El enfoque digital está transformando rápidamente el comercio minorista.
5. La salud se convierte en el nuevo campo de batalla
La competencia en la industria mundial del bienestar, de 4,5 billones de dólares, está aumentando.
A pesar del pesimismo que se ha instaurado en la sociedad durante 2020, todavía ha habido tiempo y hueco para la creatividad y la innovación en la industria del retail. En este vídeo compartimos algunos de los momentos más inspiradores del año que quizá te hayas perdido.
Huella de carbono cero... ¡ya!
Ahora que se han asumido los grandes compromisos sobre el clima y con la COP26 en Glasgow de por medio, creemos que es el momento de que los minoristas actúen. Los minoristas deben considerar cómo pueden comenzar la transición hacia la huella de carbono cero y acelerar sus esfuerzos para descarbonizar las operaciones, los productos y su cadena de suministro.
Lo digital primero
El año 2020 resultó ser un año de transformación para el comercio minorista, ya que ofrecía un argumento convincente para adoptar un enfoque digital debido a que las tiendas cerraron por las restricciones de la COVID-19 y se pidió a los consumidores que compraran desde casa. Para llegar a los consumidores con limitaciones de movilidad, los minoristas tuvieron que aprovechar el único canal disponible, ampliando su capacidad en línea. Esto ha llevado a que cada vez más minoristas adopten un enfoque digital.
Experiencia reflexiva
El crecimiento de lo online ha obligado a los minoristas a reevaluar el verdadero valor y el papel de sus tiendas. En 2020, los minoristas basados en la experiencia se enfrentaron a la falta de afluencia y de oportunidades para atraer a los consumidores. Creemos que la experiencia sigue siendo esencial para el futuro de la tienda. La presión de los costes se mantiene y las inversiones en la experiencia deben garantizar que tienen sentido desde la perspectiva de la marca, que añadan valor a los consumidores y que ofrezcan un rendimiento comercial.
Re-localización
El confinamiento y el creciente número de personas que trabajan desde casa han propiciado una vuelta al comercio local, que continuará a pesar de la pandemia. Lo cual es un buen augurio para el futuro de los comercios locales.
La salud se convierte en el nuevo campo de batalla
Uno de los cambios más notables en el comportamiento de los consumidores es la mayor atención a la salud y el bienestar. Esto ha creado una mayor demanda de wearables y servicios de datos para ofrecer programas personalizados. Los consumidores han dedicado más tiempo y más dinero a cuidarse y esto ha creado una gran oportunidad para los minoristas.
Dirigir con propósito
Esperamos que el propósito sea tan disruptivo en los próximos 10 años como lo ha sido lo digital en los últimos diez. En 2021, será más importante que nunca liderar con propósito y crear una cultura de inclusión. Al igual que con lo digital, creemos que los líderes del comercio minorista deben preguntarse: ¿cómo integramos esto en nuestro negocio?
Contacto
Fernando Pasamón
Líder Global de Consultoría en el sector Retail | Socio de Estrategia
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