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Claves de inversión hotelera en España en 2017

¿Cuáles son las perspectivas para 2018?

En 2017, 82 millones de turistas visitaron España, un 8,6% más que en 2016 y un nuevo récord por quinto año consecutivo. El 85% fueron turistas europeos que procedían principalmente de UK, Alemania, Francia y países nórdicos, y un 10% procedían de las américas. Desde un punto de vista macroeconómico, el sector turístico representa el 11,2% del PIB español, muy por encima de la media de la EU que se sitúa en el 9,6%.

La buena evolución del sector en los últimos años ha potenciado que los indicadores de negocio hotelero hayan seguido su línea ascendente, aumentado precios y ocupaciones y, por tanto, el REvPar (ingreso medio por habitación en función de la ocupación y del precio por habitación) que creció un 10% respecto 2016.

También se ha seguido generando confianza suficiente en las principales cadenas tanto del país como extranjeras para trazar ambiciosos planes de expansión. En 2017 se inauguraron o reformaron 74 nuevos hoteles con más de 12.000 habitaciones (20% en Catalunya) y se prevé en el periodo 2018-2020 un “pipeline” de aperturas y remodelaciones de más de 30.000 habitaciones.

La inversión total en establecimientos hoteleros fue de 3.090 millones de, un 44% más que 2016, suponiendo el 29% del total de inversión no residencial en España -Catalunya supuso el 14% del volumen de inversión-. Así, se transaccionaron unos 150 hoteles y más de 21.000 habitaciones, centrándose más en operaciones de “portfolio” (61% del total) que en activos individuales. Barcelona, lidera el ranking de inversión en hoteles urbanos, seguido de Madrid y Valencia. Para el año en curso, se prevé que no disminuya el apetito inversor y se estima un pipeline de operaciones de alrededor de 4.200 millones de euros.

Pese a las perspectivas optimistas, el sector afronta serias amenazas como son la necesidad de adecuación de la oferta. España mantiene uno de los parques más antiguos de Europa, con una media de antigüedad de casi 10 años, mientras que en Catalunya se sitúa en los 8 años y en Baleares en los 6. Es un riesgo que, unido a la posibilidad que la sobredemanda (aumento de visitantes) de lugar a una masificación de las principales destinaciones y a una menor calidad del servicio, puede provocar la huida de visitantes en busca de destinos menos masificados, con una base hotelera más moderna y servicio de calidad, una vez superados los problemas geopolíticos.

España cuenta con elementos absolutamente diferenciadores respecto a los principales destinos del mediterráneo (Grecia, Egipto Túnez y Croacia). Para seguir en esta senda de crecimiento, sólo hay que sumar una adecuada inversión en actualizar nuestra base hotelera y una adecuada estrategia marketing institucional en los países de origen, a nuestro clima y a nuestra imbatible oferta cultural, gastronómica, deportiva, paisajística y de infraestructuras.

Artículo de opinión de Rafael Arcas, socio de Financial Advisory, publicado en el Diari de Tarragona el 15 de julio de 2018