La Empresa Social y su valoración cada vez mayor por parte de la sociedad

El entorno actual, vivimos en un momento de profunda crisis de confianza en las principales instituciones. El barómetro de confianza de Edelman, que anualmente mide la confianza de la población en diferentes instituciones: gobiernos, prensa, empresas y ONG), constata esta información en su edición de 2018: en España, sólo el 34% de los ciudadanos dice confiar en que el gobierno es capaz de abordar los grandes problemas sociales. Sin embargo, la valoración en este sentido que se realiza de las empresas es mucho mayor: el 49% considera que son las Empresas y sus CEOS los que tienen que liderar el cambio social.

Por lo tanto, existe una demanda creciente hacia las empresas para que no sean sólo rentables económicamente, sino también se impliquen en el cambio social. En el Estudio Human Capital Trends 2018 de Deloitte (en el que participan más de 11.000 directivos de 124 países), se pone de relieve este profundo cambio que exige evolucionar hacia el concepto de “Empresa Social”. Cada vez más los ciudadanos indican que la reputación, valor de marca y valor financiero de una empresa dependen cada vez más del impacto que generan en la sociedad. En este marco, la responsabilidad de las empresas con el empleo es fundamental.

Algunas Tendencias de RRHH en Empleo que marcan la diferencia

Como se visualiza claramente en el estudio HC Trends de Deloitte, la fuerza laboral de una empresa ya no podemos entenderla sólo como “empleados tradicionales” con contrato de trabajo, sino que entran en juego personas que tienen otros tipos de vinculación laboral: Incremento de los freelance, contractors, gig workers, personas que no pertenecen 100% a nuestra empresa.

Aquí diferenciamos dos problemáticas: la del trabajador cualificado y la del de baja cualificación.

• Empleo cualificado: la flexibilización del trabajo es una tendencia fuertemente empujada tanto por la irrupción de la tecnología (gig-workers, por ejemplo), así como por los millenials/Zentenials (el 75% de la Generación Z indican que quieren dirigir su propio negocio; sólo el 12% cree que una idea desarrollada por él pertenece a su empleador). Demandan, por tanto, otra vinculación laboral distinta de la tradicional.
  
  Irrumpe con fuerza la necesidad de gestionar este talento de empleados no tradicionales, y las empresas no están preparadas. Este reto presenta numerosas cuestiones legales, pero las empresas tienen que asumir el reto como propio y no esperar a los cambios de legislación que van a ir por detrás de las necesidades actuales.
• Empleo no cualificado: fuertemente impulsada por la tecnología surge una cuestión importante: desde que la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la automatización dejaron de ser ciencia ficción, los pronósticos menos optimistas dicen que no falta mucho para que las máquinas retiren a los humanos de sus puestos de trabajo, pero en realidad se están creando más empleos, según un estudio de Deloitte y The Manufacturing Institute. La investigación concluye que desde mediados de 2017 las ofertas de empleo han crecido globalmente a una tasa de dos dígitos, y que se acercan al máximo histórico registrado en 2001. Y advierte de que el peligro no es el paro, sino la brecha de las habilidades de los empleados.
  
  La tecnología viene a aumentar el trabajo, no a reemplazarlo. Van a surgir necesidades de nuevos trabajos que hoy aún no imaginamos. No sabemos por tanto cuáles van a ser los trabajos del futuro, lo que sí empezamos a ver es cuáles serán las habilidades del futuro: según el estudio Human Capital Trends de Deloitte, las empresas nos han respondido que se incrementa ampliamente la demanda de Habilidades técnicas (68%), Capacidad de resolver problemas complejos (63%), Capacidades interpersonales (55%), todas ellas habilidades poco trabajadas por las empresas.
  
  La brecha de habilidades será un problema porque las posiciones relacionadas con el talento digital y la producción cualificada pueden ser tres veces más difíciles de cubrir en los próximos tres años. ¿Cómo se puede solucionar? La única salida a un paro masivo durante la próxima década es la formación digital desde las mismas empresas, afirman los investigadores.

¿Dónde están los principales sectores que ofrecen empleo en 2019 en España?

Principalmente en Ingeniería, IT, servicios y turismo -aunque flojea- son los sectores que tirarán del empleo el año que viene, según un estudio de Manpower.

• Turismo: seguirá la tendencia de 2018, en general. Sobre todo en el sector venta viajes hay cambios de puestos por la transformación digital, pero seguirá habiendo alta demanda de camareros de pisos por ejemplo. Va a estar muy condicionado por evolución de factores externos que pueden afectarnos este verano, como el Brexit y la devaluación de la libra.
• Distribución/Retail: también existe una transformación de los puestos cualificados por la transformación digital, evolución de la venta on line y necesidades logísticas. En cuanto a Tiendas, perfiles como los Jefes de Tienda con capacidad de liderazgo y el vendedor especializado conocedor del productos específicos están teniendo algunos datos al alza en algunos sectores.
• IT/Telco: Alta demanda de perfiles especializados en relativamente nuevas materias como ciberseguridad, internet de las cosas, Análisis de Big Data. No sólo se requieren perfiles técnicos (ingenieros) sino también perfiles altamente especializados como estadísticos o matemáticos.
• Ingeniería: la transformación a la industria 4.0 (Smart factories) cada vez va a requerir perfiles más especializados en todos los sectores que implican fabricación. Se mantiene la alta demanda tradicional de puestos que requieren Ingeniería industrial, se incrementan los Ingenieros eléctricos y electrónicos (un perfil muy escaso), y general, las disciplinas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), incrementan su demanda.

El reto para el empleo, por tanto es doble:

1)   Se requiere cada vez más cualificación por la tecnología

2)   Se requieren cada vez más cualidades humanas, que son las diferenciales. Capacidad de atención al cliente, empatía, entender problemas de otros, comunicación, interacción, relación social, van a ser las claves del empleo menos cualificado, ya que son los más dicífilmente automatizables.