Cinco líneas estratégicas de la sanidad del futuro

Artículo

Cinco líneas estratégicas de la sanidad del futuro

Algunos de los rasgos actuales se acentuarán en los pacientes del futuro

La pandemia ha supuesto un reto inédito para el sector sanitario, catalizando el proceso de transformación de todo su ecosistema a través de cinco palancas existentes previamente y que marcarán la configuración del sistema de salud, así como sus niveles de eficiencia y calidad asistencial en el futuro. Estos ejes incrementarán su protagonismo los próximos años y constituirán una parte significativa de las prioridades de los responsables de las organizaciones sanitarias.

En primer lugar, la emergencia de un nuevo perfil de paciente y consumidor. El envejecimiento de la pirámide poblacional, el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones, un mayor interés en la gestión de la propia salud, el aumento del uso de nuevas tecnologías y la búsqueda de una mayor conveniencia y experiencia en el consumo de salud, son algunos de los rasgos que se acentuarán en el paciente del futuro y que condicionan la necesaria transformación del ecosistema sanitario.

La transformación de los modelos asistenciales será otro eje fundamental. Entre los agentes del sector se está evolucionando de un concepto de ‘sanidad’ a un concepto de ‘salud’, que implica un mayor ámbito de actuación y alcance, donde la prevención y el estado el bienestar toman protagonismo. Además, los sistemas asistenciales virarán hacia modelos más orientados a la atención domiciliaria y/o de proximidad, con una mayor implementación de soluciones digitales y nuevas tecnologías, y más enfocados hacia la medicina personalizada y hacia objetivos más basados en valor y en resultados en salud.

El tercero será la expansión del uso de las nuevas tecnologías. La pandemia ha acelerado la digitalización y la irrupción de las tecnologías disruptivas en la sanidad, y más allá de soluciones maduras, como la receta electrónica o las historias clínicas electrónicas, el elemento diferencial residirá en el desarrollo de iniciativas con impacto transversal en toda la cadena de valor del sector. En este sentido, hay tres tecnologías que liderarán este impacto: la asistencia virtual, la Inteligencia Artificial y el cloud computing.

El cuarto eje serán las alianzas y colaboraciones entre agentes del ecosistema bajo un objetivo común maximizando el valor de los recursos. La Covid-19 ha impulsado la cooperación significativamente, una estrategia que se extenderá como fórmula eficaz y eficiente de abordar retos del futuro de la sanidad, tales como la innovación en la cartera de soluciones y servicios al paciente, el uso de datos o la cadena de suministros.

Por último, la quinta palanca será el futuro del trabajo y la gestión del talento. Ante estas necesidades previstas, faltan recursos especializados en el sector tanto a nivel nacional como internacional. A ello, se suma la exigencia en la adaptación de los perfiles profesionales, las localizaciones y la metodología de trabajo, a raíz del auge en la inclusión de tecnologías digitales disruptivas y la implementación de medidas de mayor flexibilidad laboral.

 

Artículo publicado en el Diari de Tarragona , escrito por Marcos Guerra, director de Life Sciences y Healthcare de Deloitte en España