Índice de Competitividad Manufacturera Ha sido salvado
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Índice de Competitividad Manufacturera
España ha ascendido 8 puestos en el ranking mundial de competitividad de la industria manufacturera desde el 2013, situándose en la posición 25, según se desprende del estudio Índice Global de Competitividad Manufacturera, elaborado por Deloitte. Sin embargo, en caso de no proseguir con las mejoras que permitan potenciar nuestro tejido industrial, el estudio prevé que en los próximos cinco años podríamos experimentar una bajada de dos posiciones.
¿Qué debe mejorar la industria manufaturera para ser más competitiva?
La atracción y retención de talento; mejoras en la competitividad de los costes y en la productividad; mejoras en el sistema jurídico y regulatorio; y la optimización de las redes de proveedores. Los ejecutivos de las compañías encuestadas también destacan como un factor clave para la evolución de la industria manufacturera la importancia de ser considerados como empresas de referencia por los profesionales a la hora de buscar trabajo. A esto, se une la necesidad continúa de las compañías por buscar herramientas y estrategias más novedosas y sofisticadas, o la creación de sinergias con start-ups, instituciones educativas, inversores privados ocentros de investigación.
Por otro lado, el nivel de inversión que cada país dedica a la modernización de la industria manufacturera también contribuye a su posicionamiento dentro del ranking. La unión del mundo digital con lo tangible es uno de los principales drivers a la hora de escalar puestos y los expertos hablan ya de una cuarta Revolución Industrial. En este nuevo contexto, los ejecutivos consideran imprescindible la adaptación de las empresas a nuevas tecnologías como Analitycs, Big Data o Internet of Things, encaminadas a la creación de productos más inteligentes, funcionales y atractivos para sus clientes.
La Industria Manufacturera en España
Gabriel Cabezas, socio responsable de Manufacturing
"España debe apostar por consolidar sectores donde tiene claras ventajas competitivas favoreciendo procesos de concentración para aumentar el tamaño de las compañías, mediante procesos de fusión o por creación de clusters. Hemos de ser capaces de aprovechar el dinamismo de la sociedad española (cuyo uso de los medios digitales está por encima de la media europea) y nuestras fortalezas en sectores como la automoción, los bienes de equipo, el agroalimentario, textil y calzado, químico, etc. para construir una base industrial estable que proporcione trabajos cualificados y permita la retención del talento que ya tenemos y del que saldrá de nuestros centros de formación.”
