Eliminar barreras a la automatización

La automatización robótica de procesos (RPA) está expandiéndose a una tasa anual acumulada de crecimiento (TAAC) del 40,6%, siendo probable que alcance la cifra de 25.660 millones de dólares en 2027.

Según el reciente estudio sobre cómo las empresas están implantando y escalando las diferentes tecnologías de automatización inteligente, que hemos elaborado desde Deloitte a través de encuestas a directivos de 29 países, el número de empresas que han implantado más de 50 automatizaciones ha alcanzado por primera vez cifras de dos dígitos, situándose en el 13%. Adicionalmente, los resultados muestran que un número considerablemente superior de compañías ha iniciado su proceso de adopción de la automatización inteligente en comparación con el año anterior: el 73% frente al 58%.

Pero a pesar de la innegable expansión de la automatización inteligente dado el significativo incremento en el número de empresas con un alto número de automatizaciones, el informe destaca otro hecho que merece reflexión: el ritmo de innovación de la tecnología sigue siendo más rápido que el ritmo de adopción en las empresas.

Este decalaje viene motivado principalmente por dos obstáculos que dificultan la adopción de esta tecnología. El primero, es la fragmentación de procesos. El no tener gestionados los procesos críticos de negocio en un flujo de trabajo unificado es la barrera más significativa según indican los encuestados en las tres últimas ediciones anuales de nuestro estudio.

El segundo obstáculo es la preparación y dependencia de la función de TI. A este respecto, pese a que la función de TI es una de las partes interesadas que más apoya el proyecto, las empresas siguen luchando por integrar las herramientas de automatización inteligente en sus paquetes tecnológicos.

Ante estas barreras y con el objetivo de asegurar el éxito y escalabilidad de la implantación del proyecto, la automatización como servicio o Robot as a Service (RaaS) está irrumpiendo con fuerza. Prácticamente 7 de cada 10 encuestados creen que será fundamental para la ejecución de proyectos de automatización inteligente en los próximos años. En un modelo RaaS el rediseño y gestión del proceso permite simplificar los procesos e incrementar la velocidad de implantación, a la vez que reduce en gran medida las dependencias con IT, al requerir únicamente una conexión. Esta agilidad y facilidad de implantación permite su uso tanto en grandes proyectos de transformación como posible solución a problemas y casos de uso muy concretos.

Este dato es totalmente coherente si analizamos los beneficios que se obtienen al optar por la automatización como servicio, entre ellos, agilidad, escalabilidad y flexibilidad ya que es una plataforma programada para una rápida configuración. Además, garantiza una monitorización y un funcionamiento sólido a los proyectos en marcha, y posibilita vincular el servicio al proyecto de transformación.