Encuesta Fraude

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Encuesta Fraude 2020-21

En España, el 65% de las empresas ha sufrido algún tipo de fraude en los últimos 12 meses

A pesar de que el 80% de las empresas encuestadas por Deloitte tiene implantados controles antifraude, este delito sigue afectando a las organizaciones. Los ciberataques se plantean como el gran reto en el futuro.

La tecnología y los sistemas de auditoría interna se han sofisticado con el paso del tiempo, pero eso no significa que ninguna empresa esté exenta de sufrir algún tipo de fraude. La sofisticación de ciertos tipos de estafas y los diversos orígenes de las mismas siguen siendo un foco de preocupación para las empresas. La prevención y la gestión de estos riesgos se convierten en elementos clave para afrontar un futuro pospandémico.

Encuesta Fraude 2020-21

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¿Por qué prevenir el fraude?

Ante un escenario de gran volatilidad, cambio e incertidumbre, la prevención contra el fraude se ha convertido en un eje principal de las estructuras de gobierno dentro de las organizaciones. Sin embargo, las motivaciones que genera esta gestión de procesos es dispar.

Para el bloque de empresas dedicadas a las inversiones y las finanzas, prevenir el fraude tiene una motivación mayoritariamente económica (64%), menos relevantes son los factores regulatorios (27%) y los condicionantes reputacionales (9%).

En el caso del bloque de empresas de energía, telecomunicaciones, infraestructura y Gobierno, priman las preocupaciones reputacionales, con más de un 70%, le siguen las motivaciones económicas y llama la atención que ninguno de los consultados aboga por los factores regulatorios.

Las compañías de consumo hacen esfuerzos en prevenir el fraude por preocupaciones económicas, regulatorias y reputacionales, en ese orden de importancia.

A pesar de la divergencia en las motivaciones, sí hay una correlación entre los tres bloques de empresas en cuanto al tipo de fraude que más les preocupa: los ciberataques. Un 70% de las empresas de energía, telecomunicaciones y Gobierno, un 83% de las de consumo y un 55% de las financieras citan esta tipología como la que más incertidumbre les genera.

No obstante, hay un dato relevante, del total de empresas, solo el 38% de los encuestados de organizaciones cotizadas aseguró estar preocupado por los ciberataques. En contraposición, un 47% de las no cotizadas teme más a este tipo de fraude.

Las empresas cotizadas tienen puesta su lupa, además de los ciberataques, en la corrupción y sobornos (19%), fraude de empleados (9%), blanqueo de capitales y esquemas de fraude (6%).

Dentro de la gestión del fraude en las empresas, a las del sector de inversiones y finanzas les preocupa más que esa actuación provenga de actores externos, como los clientes (41%).

Por su parte, en las organizaciones de telecomunicaciones, energía y Gobierno se reparten las cargas, al 40% les preocupan ambos, el interno y el externo, con especial énfasis en la alta gerencia y en los mandos medios. En el bloque de consumo, preocupan particularmente los proveedores.

¿Cómo se previene el fraude?

Aunque ninguna organización está exenta de sufrir fraudes, sí puede estar preparada y adoptar una posición proactiva a la hora de prevenirlo y combatirlo.

En general, el balance resulta positivo. Un 70% de las empresas consultadas ha revisado sus protocolos de riesgos hace menos de un año. No obstante, del total de la muestra, casi tres de cada diez empresas no cuentan con un área específica de prevención de fraude, y cuando lo tienen, dependen mayoritariamente del departamento financiero, riesgos e IT (32%) o del departamento de cumplimiento normativo (29%)

Sobre las medidas preventivas más usadas por las compañías encuestadas, destacan tres: los canales de denuncias, una política antifraude y procesos de formación. Es más, un 92% de los consultados indicó tener implantado un canal de denuncias en su empresa.

En medio de un escenario disruptivo como el actual, usar la tecnología para prevenir y gestionar el fraude es fundamental. El 80% de las empresas ha implantado controles tecnológicos o sistemas de monitorización como medida antifraude.

Dentro de ese gran total, las tecnologías con mayor impacto en la prevención y gestión del fraude son la analítica predictiva (39%) y el análisis de datos (26%), seguidos de cerca por la inteligencia artificial (22%).

Tipos de fraude

A pesar del aumento de la presión regulatoria y de los esfuerzos de las entidades en materia de gestión y prevención del fraude, los delitos de este tipo todavía se presentan en las organizaciones. En el top tres de los fraudes más reportados por las empresas consultadas están:

1. El fraude en el proceso de ventas y devoluciones
2. El fraude de proveedores
3. La apropiación indebida.

Efectos de la COVID-19

Más de un 40% de los encuestados cree que, fruto del incremento del trabajo en remoto, los riesgos operativos en sus compañías aumentarán, y un 20% ve un mayor riesgo de pérdida de stock.

Solo un 15% de la muestra considera que la COVID-19 no afectará a sus procesos empresariales.