La Revolución y el Gobierno de los datos Ha sido salvado
Artículo
La Revolución y el Gobierno de los datos
A lo largo de la historia, han ocurrido varias revoluciones industriales. Se dice que actualmente estamos entre la tercera y la cuarta, cuyas palancas son la utilización de energías renovables y la inteligencia artificial. A esta última podríamos llamarla "la revolución de los datos".
Llevamos tiempo oyendo hablar de inteligencia artificial, de Big Data y de la importancia de los datos, generalmente con un mensaje centrado en las comodidades que ofrecen y a su impacto en el mundo empresarial. Con nuevas profesiones que hace una década ni imaginábamos. No obstante, esta moda trae consigo riesgos que debemos mitigar. Las decisiones artificiales necesitan ser supervisadas, replicadas y auditadas, minimizando la opacidad de las llamadas “cajas negras”, así como los sesgos originados por una información de base poco fiel a la realidad actual.
Precisamente esa información de base es algo que podemos controlar y muchas empresas lo gestionan desde hace años con programas de Gobierno de los datos. Esta actividad es básica para asegurar el buen uso de las tecnologías emergentes, pero también debe ser considerada en modelos de información tradicionales. El objetivo es asegurar una adecuada orientación al dato y garantizar su calidad, factor que nos ayudará a cuantificar el valor de nuestros datos.
La figura del Chief Data Officer es de especial importancia para tratar de promover esta concienciación del uso de los datos en las empresas. No sólo se trata de disponer de tecnología puntera, la clave y el reto está en gestionar el cambio cultural de los profesionales. Podemos decir que existen tres ejes sobre los que gira la gestión de los datos: la tecnología, los procesos y las personas, siendo este último el eslabón más débil y por tanto el más costoso de gestionar adecuadamente.
Las claves para asegurar el adecuado Gobierno de los datos son el apoyo por parte de la alta dirección a estas iniciativas, así como la existencia de unas políticas específicas que definan las reglas del juego. La tendencia es convertirse en “data-driven”, pero para ello el mensaje debe calar desde lo más alto. El equipo del Chief Data Officer escribe el guion, pero los actores son todos aquellos profesionales que tengan relación directa con los datos.
No sabemos aún cual será la quinta revolución industrial, pero seguro que los datos son una parte importante de ella. Cuanto mejor los gestionemos hoy, mejores decisiones tomaremos mañana y más oportunidades se abrirán para el futuro de nuestras empresas.
Artículo de Mario Salamanca Farto, gerente de Risk Advisory de Deloitte, publicado en el Diari de Tarragona el 15 de marzo de 2020.