La tecnología y los nuevos turistas, inseparables compañeros de viaje

El turismo es la primera industria del país. Esta afirmación la confirma el récord de visitantes recibidos este verano -68 millones de turistas-, que mejora los datos ya históricos de 2015. Además, la tendencia es creciente ya que se espera, a nivel mundial, 1,4 billones de viajeros para 2020 y a nivel español, según las previsiones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), un crecimiento medio anual del 2,7% entre 2016 y 2020.

Estas cifras confirman al turismo como un sector en alza, con multitud de oportunidades. Siempre que se conozca al nuevo cliente. Es decir, cómo es y qué demanda el nuevo viajero.

El antiguo turista llevaba cerrado el plan de cada día, esto es, no se salía del guion: comía donde lo hacía todo el mundo y no esperaba nada más que tachar de su lista lo que dicen que hay que hacer y ver. Sin embargo, el nuevo viajero disfruta del destino con calma, conoce a la gente, improvisa cada día, se enamora de la gastronomía y busca vivir la experiencia como si fuera uno más. No se conforma con hacer y ver lo mismo que los demás.

Para este nuevo viajero las nuevas tecnologías juegan un papel clave en la organización de su viaje, porque cada vez más son estos mismos viajeros los que planifican, buscan qué hacer en los destinos que visitan… fiándose de las valoraciones o recomendaciones de otros viajeros en su búsqueda de nuevas experiencias enriquecedoras.

Las redes sociales, foros, blogs o portales especializados se configuran como el principal canal a través del cual se recopila información, se planifica cada jornada y, fundamentalmente, se comparten todas las experiencias con otros usuarios que pueden ser conocidos o no. Porque serán las experiencias de otros la clave en la toma de decisiones. "Nada es real hasta que lo has publicado y alguien lo ha visto", podría ser el mantra de la era digital

Los nuevos turistas y viajeros esperan, por ejemplo, poder reservar -a través de su móvil- entradas de museos, bajarse una aplicación con los mapas y horarios del transporte público; e incluso disponer de información actualizada del destino mediante dispositivos multimedia situados en lugares estratégicos o contar con puntos de conexión wifi gratuitos distribuidos por la ciudad.

Por eso es necesario que el sector se adapte a las necesidades de estos viajeros 3.0 ofreciéndoles el servicio que solicitan en cuanto a:

• Destinos: desarrollando planes de Smart Cities, generando contenidos de interés, ampliando el wifi gratuito e incluso creando aplicaciones sociales donde compartir experiencias.
• Mundo empresarial: poniendo al nuevo viajero en el centro, para satisfacer sus necesidades.

Compañías tradicionales ven cómo aparecen nuevos competidores nativos digitales -Cabify o Bla bla Car- que, sirviéndose de tecnología, ofrecen un servicio muy demandado. En estos modelos de negocio la opinión de otros aporta valor: puntuaciones de conductores, comentarios, fotos, acciones member get member, etc. Otros ejemplos, en el caso de buscar alojamiento, AirBnB o BeMate –ya que Room Mate, como cadena hotelera, ha sabido crear un nuevo modelo de negocio a partir de lo que podría considerarse una amenaza-.

Dentro de la oferta de ocio han surgido numerosas tendencias a raíz este fenómeno:

•  Mealsurfing organiza una cena de amigos especial ya que se celebra con desconocidos o invita a una cena en casa de alguien a quien no se conoce, difundiendo el evento a través de plataformas como VizEat -desarrolladas con este objetivo-. Se trata de aplicar nuevas tendencias que aúnan tecnología y necesidad de vivir experiencias.

Los players tradicionales deben adaptarse desarrollando nuevas propuestas de valor, en las que la tecnología cumpla un papel clave en cuanto a diferenciación.

Siguiendo esta tendencia ya existen aerolíneas que permiten a un cliente elegir un asiento al lado de otro viajero con un perfil similar en redes sociales. También en el caso de los hoteles, que se reinventan permitiendo pagar todos los servicios mediante huella digital o disponen de aplicaciones que permiten realizar todo el proceso de checkin digitalizado. O los grandes resorts, que también usan tecnologías de vanguardia como los beacons, señalizando el camino hasta una de sus áreas de recreo.

El mundo está cambiando muy rápido, los viajeros son cada vez más jóvenes, más informados y con toda la tecnología a su disposición. Demandan del sector estar a la altura y ofrecerles servicios que cubran sus necesidades y superen sus expectativas.

Por tanto, si eres una empresa del sector turismo no puedes dormirte, porque el mundo no para. Los turistas exigen rapidez y las nuevas tecnologías juegan y seguirán siendo protagonistas en la prestación de servicios.