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La función de Compras en la gestión de crisis

La recuperación hacia la nueva normalidad

La crisis generada por el COVID-19 está afectando a toda la comunidad empresarial y las compañías de todo el mundo están adoptando medidas enfocadas a mitigar los daños ocasionados en sus negocios. Una de las figuras clave en la gestión de la crisis está siendo la de los líderes de Compras.

En este artículo puedes conocer la visión de Deloitte sobre las pautas de acción que los líderes de la Función de Compras están adoptando en la gestión de la crisis y su visión a futuro como facilitadora de recuperación hacia una nueva normalidad.

La función de Compras en la gestión de la crisis

La gestión de la cadena de suministro es un reto complejo y la función de Compras juega un papel crítico: su rol es fundamental para la adecuada gestión de proveedores y su impacto en el negocio.

La actual situación obliga a los líderes de Compras a la toma de decisiones del más alto nivel, coordinándose con el resto de funciones estratégicas, para alinear dos de sus objetivos principales con las prioridades estratégicas de negocio actualmente:

  • Garantizar el abastecimiento crítico para continuar operando
  • Optimizar o racionalizar costes

Respecto al primer objetivo, es necesario que los equipos de Compras trabajen, con metodología y rigor, las estrategias más adecuadas sobre su perímetro de actuación teniendo en cuenta la visión global del proveedor y su relación con las categorías y familias críticas de la cadena de valor, poniendo especial énfasis en la gestión de riesgos asociados (no sólo sobre los de primer nivel, sino con un ojo más allá). A partir de ahora, la labor de los proveedores esenciales será más que nunca la de partners de negocio ayudando tanto a acelerar la curva de ramp-up como a detectar tendencias de mercado que incorporar al ciclo de innovación. La tecnología también ha cobrado un papel esencial y sólo aquellas compañías con un nivel de digitalización maduro están siendo capaces de gestionar de manera adecuada su relación con las compañías que nos abastecen de bienes o servicios que alimentan la cadena de valor.

Por lo que se refiere al segundo objetivo, no sólo la coordinación con las áreas productivas para adaptar la oferta a la demanda cobra importancia, sino que también la solvencia financiera es una de las mayores preocupaciones en estos momentos. En este sentido, la coordinación con el CFO en los planes de tesorería y preservación de caja es tremendamente importante. Aunque la mayoría de las compañías están racionalizando costes en algunas de sus categorías de forma natural debido a la caída del consumo, también otras familias pueden ser objeto de optimización. Para identificar estas familias es necesario un rol de Compras estratégico, y de elevada madurez, que permita obtener una imagen clara del perímetro y de potenciales acciones. Es un momento de cirugía fina y no de recortar por recortar: si no se es extremadamente preciso se lastrará la curva de crecimiento y se perderá potencia de salida.

Visión a futuro

Será responsabilidad de Compras, de cara a empujar la recuperación hacia la nueva normalidad, liderar los cambios estructurales en la base de suministros a través de la excelencia en la gestión de proveedores. Con una presión creciente y como función posicionada en la estrategia de las compañías y habilitada por la tecnología, deberá ser capaz atraer valor externo y asegurar la viabilidad de la cadena de suministro a través de partners de negocio en calidad real.