Notas de prensa

Las ciudades españolas deben renovar el 100% de los vehículos y calderas para cumplir los objetivos de 2030

  • Para alcanzar estos objetivos, las ciudades deberán invertir hasta 4.000 euros adicionales por ciudadano hasta 2030, que generarán un ahorro total de hasta 2.000 euros per cápita
  • Las ciudades están relacionadas con el 70% de las emisiones GEI del país, un 30% corresponde a los consumos energéticos realizados en la ciudad, un porcentaje superior a las emisiones totales del sector eléctrico
  • Las ciudades, en especial las más grandes, sufren graves problemas de calidad de aire y algunas de ellas incumplen los límites legales de concentración
  • El estudio de Monitor Deloitte propone una serie de medidas como promover el transporte público, impulsar el coche eléctrico, la movilidad inteligente o renovar los equipos térmicos en la edificación para que las ciudades cumplan los objetivos de sostenibilidad de 2030

Ciudades Energéticamente Sostenibles: La Transición Energética Urbana a 2030

Accede al informe

El apoyo de las Administraciones, las decisiones de los ciudadanos en la adquisición de vehículos y equipos para el hogar y sus cambios de hábito de consumo energético y movilidad son imprescindibles para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones fijados por la Unión Europea para 2030 y establecidos en el Pacto de los Alcaldes. Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Ciudades Energéticamente Sostenibles: La Transición Energética Urbana a 2030”, de Monitor Deloitte, en colaboración con Endesa, en el que se destaca el papel clave que las ciudades desempeñan en la transición energética y se aporta un conjunto de medidas cuya puesta en marcha es imprescindible para que esta se produzca.

Las ciudades, clave de la transición energética

En España, las ciudades –municipios que cuentan con al menos 50.000 habitantes- concentran el 70% de la población. En ellas se consume el 40% de la energía final del país y son directamente responsables del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), un porcentaje superior al que genera el sector eléctrico. Adicionalmente, muchas de ellas sufren relevantes problemas de calidad del aire que ponen en riesgo la salud de sus ciudadanos.

Por ello, la mayoría de las ciudades españolas se ha comprometido, a través del Pacto de los Alcaldes, a reducir sus emisiones GEI un 40% para el año 2030.

No obstante, el estudio elaborado por Monitor Deloitte estima que, con las medidas ya puestas en marcha, la evolución de las emisiones generadas en las ciudades no permitirá alcanzar los objetivos de sostenibilidad energética.

El estudio destaca, asimismo, que entre un 60% y un 75% de la reducción de estas emisiones adicionales dependerá de cambios o sustituciones en equipos y vehículos y que entre el 20% y el 30% dependerá de cambios de hábitos de los usuarios. Las actuaciones necesarias serán difíciles de implantar si no es a través de nuevas políticas municipales, regionales y nacionales que incentiven los cambios necesarios.

Inversión requerida y ahorro

El estudio propone un conjunto de actuaciones y estima que requerirán una inversión adicional de entre 1.000 y 4.000 euros por ciudadano hasta 2030, en función de la tipología de ciudad: por ejemplo, en una de gran tamaño y clima frío, como Madrid, se precisarán entre 1.500 y 2.000 euros por habitante (entre 5 y 6 mil millones de euros en total). Estas inversiones se realizarán en equipos de calefacción y de iluminación, en sistemas de control y en renovación de la flota de vehículos y otras medidas, que generarán un ahorro de hasta 2.000 euros por ciudadano, en función de la ciudad, compensando el coste invertido. Este ahorro se generaría porque, a pesar de realizar inversiones, entre otros, para la renovación de las flotas de vehículos o de calderas, los ahorros que se obtendrían por unos menores costes de consumo energético permiten compensar las inversiones realizadas.

Para Alberto Amores, socio responsable de la práctica de Energía y Recursos Naturales de Monitor Deloitte “Asegurar la transición energética necesita de la aplicación de un conjunto de medidas en las ciudades. La mayoría de equipos y tecnologías necesarios ya están disponibles, como el vehículo eléctrico, el transporte público o la bomba de calor, siendo necesario, en muchos casos, el impulso de las Administraciones para su fomento e implantación antes de 2030. Acometer estas actuaciones permitirá reducir las emisiones GEI y de contaminantes en línea con los objetivos establecidos, generar un ahorro mayor a lo invertido y, no lo olvidemos, desarrollar una gran oportunidad industrial y de generación de empleo”.

Nuevas medidas para cumplir con los objetivos

Las medidas propuestas por Monitor Deloitte para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones y calidad del aire se vertebran en torno a cuatros sectores distintos: transporte, residencial, servicios y consumos municipales.

Transporte

Además de la decidida apuesta por modos de transporte no motorizados y el apoyo al cambio modal hacia el transporte público –que reduciría las emisiones GEI por pasajero-km más de un 70%– el estudio señala que la digitalización de la economía y la aparición de nuevos modelos de negocio basados en la economía colaborativa están teniendo un impacto relevante en la movilidad urbana.

En grandes ciudades, los modelos de movilidad inteligente deberían representar aproximadamente un 10% de los trayectos en vehículo particular para el año 2030 (un 5% en ciudades medias), y realizarse en vehículo eléctrico para conseguir un mayor impacto en la sostenibilidad. Esto equivaldría a una flota de más de 10.000 vehículos eléctricos dedicados a estos modelos de negocio en Madrid y 4.000 en Barcelona. Como referencia, en la actualidad hay alrededor de 2.000 vehículos de carsharing en Madrid.

Por otro lado, sigue siendo imprescindible el crecimiento de las ventas del vehículo eléctrico y retirar de la circulación los vehículos más antiguos y contaminantes. De hecho, España presenta una de las flotas de turismos con mayor antigüedad de Europa, donde la edad media del parque es superior a 12 años.

En 2030, el parque de vehículos en las ciudades debería ser 70-75% de convencionales y 25-30% de eléctricos, con una reducción de la antigüedad media 3-4 años.

Asimismo, Monitor Deloitte señala que, para el año 2030, entre el 15% y 25% de la flota de autobuses municipales debería ser eléctrica y el resto, autobuses de bajas emisiones.

Sector residencial

Dentro de las medidas propuestas por Monitor Deloitte, se pone el foco en la implantación de sistemas de control del uso de la calefacción para la conservación de la energía, lo que permitiría reducir hasta un 30% este consumo de calefacción en un hogar. Así, para cumplir con los objetivos de sostenibilidad establecidos, en las ciudades con clima frío se debería alcanzar para el año 2030 una penetración de estos sistemas de hasta el 50% en los hogares. A su vez, los equipos térmicos deben ser más eficientes, por lo que el estudio propone el desarrollo de la bomba de calor y la renovación de calderas convencionales a equipos más modernos y eficientes.

De acuerdo con el estudio, en ciudades de clima frío se debería sustituir entre el 30% y el 40% de las calderas convencionales por calderas de gas natural de condensación (entre un 15% y un 20% en las de clima templado), y un 10% de los hogares debería sustituir su sistema actual por uno basado en bomba de calor (entre un 20% y un 30% en las ciudades de clima templado, donde esta tecnología presenta menos barreras para su desarrollo).

Por otro lado, el estudio aborda los cuatro tipos más importantes de rehabilitaciones energéticas que pueden realizarse en los edificios residenciales, que son la rehabilitación de fachadas, la de cubiertas, el cambio de ventanas o, bien, la rehabilitación integral. Se concluye que las rehabilitaciones integrales, de fachadas y de cubiertas, suponiendo todas ellas importantes ahorros de consumo energético, presentan elevadas barreras económicas, técnicas y de promoción. Por ello, se aconseja adoptar las actuaciones indicadas de sistemas de control y de sustitución de equipos acompañadas por la sustitución de ventanas.

Sector servicios

Dentro de este sector, las oficinas y el comercio son los que requieren un mayor esfuerzo energético: juntos suponen el 65% del consumo de energía y el 40% de la superficie. Los principales usos que hacen de la energía son la climatización y el Agua Caliente Sanitaria (ACS) (entre un 45% y un 60% del consumo total) y la iluminación (40%). Los dos presentan un elevado grado de electrificación (de hasta el 60%), por lo que el estudio destaca dos actuaciones de especial relevancia: en primer lugar, impulsar el desarrollo de la bomba de calor, para cubrir las necesidades de calefacción y de refrigeración, ya que supone una alternativa mucho más competitiva que disponer de un sistema dedicado a cada necesidad, con una diferencia de costes de hasta el 30%; y, en segundo lugar, la mejora de los sistemas de iluminación, apostando por el cambio a la iluminación LED, que permite un ahorro de hasta el 80% del consumo, así como la implantación de sistemas inteligentes de control (como los detectores de presencia o los interruptores temporizados), lo que reduciría el consumo entre un 15% y un 30% a 2030.

En esta línea, el estudio estima que para 2030 debe incrementarse entre un 30% y un 40% la superficie total de oficinas y comercios con sistemas de climatización basados en bomba de calor, y que la implantación de iluminación LED y sistemas inteligentes debería abarcar casi el 100% de la superficie del sector servicios para el año 2030, para poder cumplir con los objetivos energéticos.

Servicios municipales

El consumo de energía de los servicios municipales representa un porcentaje muy reducido del consumo total de un municipio. En Madrid, por ejemplo, la iluminación pública apenas supone el 1% del consumo eléctrico de toda la ciudad. Sin embargo, el estudio resalta la importancia de este sector a la hora de activar y apoyar al resto de agentes en la transición hacia la sostenibilidad energética, actuando como ejemplo para ellos. De este modo, la mejora del alumbrado público –aún dominado por lámparas de vapor sodio- apoyándose en la tecnología LED, la electrificación de la flota municipal de vehículos tendiendo hacia las “emisiones cero” y la mejora de la sostenibilidad de edificios municipales son señaladas en el estudio como actuaciones que marcarán la diferencia en materia energética.

Cuatro ejes de actuación

Monitor Deloitte señala también una serie de recomendaciones, agrupadas en cuatro ejes, que pueden ser aplicadas por los Ayuntamientos y, en general, por las Administraciones Públicas como elementos imprescindibles para propiciar la transición energética en las ciudades.

En primer lugar, se señala la necesidad de establecer un modelo de gobernanza de sostenibilidad energética en cada municipio; el segundo eje se centra en el fomento de nuevos modelos de movilidad sostenible; la tercera línea de actuación tiene como objetivo desarrollar acciones que incrementen la eficiencia energética en el campo de la edificación y, por último, el cuarto ámbito consiste en convertir a las administraciones en un ejemplo de sostenibilidad en su uso energético.

Un índice para medir la sostenibilidad energética de las ciudades españolas

El estudio propone un índice que permite medir el grado de sostenibilidad energética de las ciudades españolas, con el objetivo de fomentar la trasferencia de las mejores prácticas entre ciudades y de comprender el esfuerzo necesario a realizar para alcanzar los objetivos a 2030. El índice trata de medir el grado de sostenibilidad energética de las ciudades en 4 pilares: el Apoyo de las Administraciones Públicas, la eficiencia en el consumo de energía, el impacto del consumo de energía en la ciudad y que la energía sea renovable, accesible y asequible a los ciudadanos.

Did you find this useful?