¿Cómo amaneció hoy el precio de la gasolina?

Asimismo, la dependencia detalló que el precio máximo aplicable para cada una de las regiones del país será publicado la tarde previa en la página de la Comisión Reguladora de Energía (http://www.gob.mx/cre) y también se podrá consultar en la aplicación para teléfonos inteligentes GasoApp, que aún se encuentra en desarrollo. Así, las casi 11,500 estaciones de servicio que operan en el país tendrán que modificar sus precios de venta diario.

A partir del 1 de enero de 2017, nuestro país fue dividido en 90 regiones (7 en frontera y 83 al interior), cada una de ellas con diferentes precios máximos. Este fenómeno obedece a que, con base en la distancia de entre estas localidades y las distintas refinerías, los costos de distribución y transportación cambian y ahora existe un calendario de procesos de transición que depende de la ubicación geográfica. Baja California y Sonora serán los estados pioneros en aplicar este esquema a finales de marzo.

La SHCP informó que, hasta el 20 de febrero, los precios máximos al público de las gasolinas y el diésel bajarían dos centavos para quedar la Magna en $15.97 por litro, la Premium en $17.77 y el diésel en $17.03. El 24 de febrero habrá una nueva publicación con posibles modificaciones en las disposiciones.

La metodología para definir los precios de los combustibles forma parte del proceso de flexibilización del precio de las gasolinas y diésel que comenzó en México durante 2015, cuando se estableció un precio fijo que se mantuvo durante todo el año.

En 2016, el proceso fue avanzado con un esquema en el que los costos se movían de acuerdo con las referencias internacionales, dentro de una banda de +/- 3 por ciento. A principios de este año, los precios se incrementaron considerablemente: la Magna aumentó 14.2% -llegando a los $15.99 por litro-; la Premium, 20.1% -alcanzando los $17.79 por litro-, y el diésel 16.5% -cotizándose en $17.05 por litro-.

En ese momento, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público justificó este aumento al señalar que “mantener artificialmente bajos los precios de los combustibles durante 2017 hubiera tenido un costo para el país y los mexicanos de alrededor de 200 mil millones de pesos”. “Este gasto implicaría distraer recursos públicos a rubros tan importantes como programas sociales y de vacunación, becas para educación, apoyos para adultos mayores, pago de pensiones, escuelas y hospitales”, señaló.

Por otra parte, se estima que durante el verano los precios de la gasolina puede subir hasta 29% en México como consecuencia de la temporada de calor en los Estados Unidos o la driving season, en la que las personas recorren largas distancias en automóvil, con aire acondicionado y crece la demanda de gasolina. De acuerdo con este comportamiento, durante marzo el costo se mantendría estable, pero en abril veríamos un incremento de alrededor de 7 centavos para después bajar paulatinamente hasta octubre.

El aumento a los precios de la gasolina también afecta al transporte de bienes de consumo, de pasajeros, el jet fuel para los aviones, entre otros factores por lo que puede llegar a representar un promotor de la inflación e incidir en las tasas de interés.

La transición al nuevo modelo ha sido difícil, se trata de una decisión tardía ya que en otros sexenios se pospuso porque conlleva un costo político. Si no se toman las medidas necesarias (incluyendo posibles incrementos en los precios de las gasolinas) el gobierno federal podría afectar sus ingresos presupuestales y endeudarse.

El gobierno federal está consciente de las implicaciones políticas que conlleva el haber optado por la suavización en los precios del combustible al utilizar como variable de ajuste el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS); incluso José Antonio Meade, Secretario de Hacienda, ha reconocido que la recaudación por gasolinas será más baja este año respecto a años previos, pero, junto con el presidente de México, asegura que no hay marcha atrás en la liberación del mercado de gasolinas.