Trump: el golpe de timón has been saved
Perspectivas
Trump: el golpe de timón
Así llega el nuevo presidente de los Estados Unidos a la Casa Blanca
El 20 de enero marca el inicio de una nueva era. Es el día en que Donald Trump toma protesta como nuevo presidente de los Estados Unidos.
Las condiciones en las que el republicano llega a la Casa Blanca no son las ideales: apenas 44% de la población estadounidense aprueba la conducta que ha tenido durante el proceso de transición presidencial, mientras que 51% la rechaza, de acuerdo con una encuesta realizada por Gallup.
Estas cifras muestran al que será el presidente número 45 en la historia de los Estados Unidos como uno de los más impopulares en las últimas dos décadas, al registrar los niveles más altos de desaprobación desde que comenzó a realizarse la encuesta, en 1992.
Asimismo, demuestran un notable contraste con los porcentajes de aprobación obtenidos por sus predecesores, como Barack Obama, quien durante 2009 registró el que hasta ahora ha sido el nivel más alto, con un 83% de opiniones a favor, seguido por el 68% de Bill Clinton y el 61% de George W. Bush.
El bajo porcentaje de aprobación del nuevo presidente de los Estados Unidos, se debe, entre otras cuestiones a que, según Gallup, su actitud ha promovido la preocupación que tiene la población respecto a su gobierno.
El gabinete de Trump: los elegidos
Semanas antes de tomar protesta como el próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ya había comenzado a señalar el rumbo que tomaría su administración al dar a conocer los nombres de los candidatos a ocupar los principales cargos en su gabinete.
Entre ellos destacan:
- Rex Tillerson, para Secretario de Estado:
Empresario estadounidense y ex director ejecutivo de Exxon Mobil Corporation, una de las petroleras más importantes del mundo. Carece de experiencia en cargos públicos y ha destacado por su cercana relación con Rusia y su presidente, Vladimir Putin, de quien recibió la Orden de la Amistad en 2013. - Jeff Sessions, para Procurador General:
Miembro del Partido Republicano. Desde 1997, este hombre ultraconservador de 70 años ha sido senador por Alabama. En 1986, fue nominado como juez federal, pero el Comité Judicial del Senado lo rechazó por sus comentarios racistas. - Mike Pompeo, para Director de la CIA:
Legislador republicano y miembro de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Se graduó con honores en 1986 de la Academia Militar de Estados Unidos, en West Point, y se ha mostrado a favor de que el gobierno aumente su capacidad de espionaje para evitar ataques terroristas. - John Kelly, para Director del Departamento de Seguridad Nacional:
General retirado de 66 años. Durante sus años de servicio como marine, lideró a las tropas estadounidenses en combate en Irak. En 2010, su hijo murió en combate en Afganistán. El departamento que tendría a su cargo tiene entre sus prioridades velar por el mantenimiento de las fronteras y el combate contra la inmigración ilegal. - Tom Price, para Secretario de Salud:
Médico, miembro del bloque del partido conservador ‘Tea Party’ y congresista por Georgia desde hace poco más de 10 años. Ha rechazado abiertamente la reforma sanitaria conocida como ‘Obamacare’ y ha presentado diversos proyectos de ley para remplazarla.
Los nominados por Trump deben ser ratificados por el Senado, en donde el Partido Republicano tiene mayoría, y tomarán el cargo después del 20 de enero, cuando Trump jure como nuevo presidente.
El legado que recibe
El nuevo presidente Donald Trump tomará el control de una economía estadounidense con una de sus menores tasas de desempleo y con la confianza del consumidor en su nivel más alto en 15 años.
Y es que Barack Obama deja la oficina de la Casa Blanca con una economía en un estado mucho mejor que el que recibió, en enero de 2009, cuando asumió el cargo de presidente de los Estados Unidos.
De acuerdo con The Economist Intelligence Unit, la tasa de desempleo en EU bajó de un 10%, en octubre de 2009, a un 4.7%, gracias al crecimiento que registró durante 75 meses consecutivos, con la creación de 15 millones de nuevo empleos.
No hay duda de que la administración de Obama implementó las medidas necesarias para estimular la economía estadounidense y sacar a este país de la crisis financiera de 2008, la peor que ha vivido desde la Gran Depresión del 29.
Ahora es turno del gobierno de Donald Trump definir las nuevas políticas que dirijan el rumbo de la economía de Estados Unidos. Para México y el resto del mundo solo queda esperar.