Las acciones de las empresas ante el COVID-19

Durante poco más de un año, el COVID-19 se ha posicionado como un tema prioritario en la agenda de la alta dirección. Ante ello, accionistas, consejos de administración y directores de empresas han tenido que concentrar una parte importante de sus esfuerzos en buscar cómo contrarrestar los efectos que esta pandemia ha tenido y sigue teniendo en sus negocios, en su fuerza laboral, en sus insumos y en todo aquello relacionado con el entorno que rodea a sus organizaciones. 

Si bien el COVID-19 es un aspecto que, hoy, debe estar considerado en el mapa de riesgos de las empresas (en adición a los riesgos estratégicos, financieros,
regulatorios y de operaciones, por mencionar algunos), también es cierto que, a
la fecha, y de manera progresiva, las organizaciones se han ido adaptando mejor a la situación, buscando la resiliencia y traduciendo estos riesgos en
oportunidades.

Un tema que se ha convertido en un área de oportunidad es, por ejemplo, la innovación, la cual, no debemos olvidar, tiene que estar enfocada, idealmente, a las necesidades y a la visión de cada empresa. En ese sentido, podríamos mencionar a la digitalización de los procesos, al análisis de datos y a la inteligencia de negocios como estrategias y herramientas de innovación que están ayudando a las organizaciones a transformar la información en conocimiento, contribuyendo, de forma efectiva, a la toma de decisiones¹.  

Hoy, las empresas tienen claro que la forma de hacer negocios cambió, por lo que ellas también deberán transformarse, no solo redefiniendo sus estrategias y enfocándose en las tareas fundamentales para alcanzar sus objetivos, sino, también, posicionando a sus clientes como una de sus prioridades principales y analizando cómo lograr que, a pesar de la pandemia, su experiencia, al adquirir sus productos, sea cada vez más sencilla y amigable e, incluso, con enfoques innovadores.

Asimismo, será importante que los directivos de las organizaciones trabajen
en reforzar la seguridad de los datos de sus compañías, ante el incremento que se ha registrado en el número de ataques cibernéticos, con la llegada de la pandemia².

En lo que respecta al capital humano, que ha sido una pieza estratégica para el logro de los objetivos de las organizaciones durante este período, hemos observando cómo, actualmente, muchas empresas están poniendo especial atención en la redefinición y capitalización de las experiencias relacionadas con el esquema de trabajo remoto o desde casa, considerando algunos factores como el ahorro de tiempo, de gastos de viajes y de traslado, así como una mejora en los temas emocionales de sus colaboradores, entre otros.

De igual forma, no podemos dejar de lado el tema de la responsabilidad social y el efecto que tiene y tendrá para las empresas, pues aquellas que se sumen a los esfuerzos por apoyar a su personal y a sus comunidades, seguramente serán reconocidas, en forma positiva, por sus clientes y por terceros interesados en ellas y en sus productos.

Esta pandemia representa, sin duda, un gran reto para las organizaciones, por lo que aquellas que estén dispuestas a innovar y a utilizar herramientas tecnológicas de vanguardia de forma disruptiva, que se muevan con mayor rapidez ante el cambio de mentalidad de sus clientes y de los mercados –cubriendo eficientemente sus exigencias–, y que pongan especial énfasis en su talento y en la responsabilidad social, serán las que podrán prevalecer, de mejor manera. 

Frente al actual panorama, el objetivo de las organizaciones, en el largo plazo, será convertir las dificultades en áreas de oportunidad que las beneficien no solo a ellas, sino también a sus accionistas, a los terceros interesados y, en general, a todo su ecosistema de negocios.

_{[1]  https://www2.deloitte.com/es/es/pages/operations/articles/transformacion-digital-innovacion.html}

^{[2]  Alerta para Consejeros 2021. Comienza unanueva era para los Consejos de Administracion. Deloitte}