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Perspectivas
CoDi en la "nueva normalidad"
Una oportunidad de crecimiento
La coyuntura actual puede representar, para la plataforma de Cobros Digitales (CoDi), desarrollada por el Banco de México con el propósito de facilitar las transacciones electrónicas de dinero mediante teléfonos móviles, un escenario propicio para impulsar su adopción en los próximos meses.
En entrevista con Carlos Orta, Socio Líder de Riesgo Regulatorio en Deloitte México.
Ciudad de México, 25 de agosto de 2020.
En septiembre del año pasado, el Banco de México (Banxico) y la Asociación de Bancos de México (ABM) anunciaron el lanzamiento de una herramienta financiera digital que permitía, a cualquier usuario que contara con una cuenta vinculada a su teléfono móvil, realizar transacciones electrónicas hasta por 8 mil pesos, sin comisión, mediante el uso de tecnología de códigos de respuesta rápida (QR, por sus siglas en inglés) y de comunicación de campo cercano (NFC, por sus siglas en inglés).
Esa herramienta es la plataforma de Cobro Digital (CoDi), con la que Banxico preveía llegar a 18 millones de usuarios en su primer año de operación; sin embargo, a mediados de agosto, el número de cuentas validadas ascendía a 4 millones 298 mil 464 y, de ellas, solo 220 mil 422 habían realizado algún pago a través de este sistema, según la propia institución. ¿A qué factores podríamos atribuir estos resultados?
Uno de los principales es la llegada de la pandemia a México, justo cuando CoDi comenzaba a popularizarse. Recordemos que este sistema fue desarrollado para utilizarse de manera presencial, sin necesidad de contacto físico, por lo que, una vez que entraron en vigor las medidas sanitarias para combatir la propagación del COVID-19, la gran mayoría de los comercios tuvo que cerrar sus puertas durante varias semanas, haciendo imposible cualquier transacción de este tipo.
Pero existen muchos otros factores que han frenado la adopción de la plataforma, como el hecho de que los mexicanos no están acostumbrados a realizar operaciones financieras mediante su teléfono móvil, y, por lo tanto, ni siquiera han descargado en su celular las aplicaciones de su banco, a través de las cuales CoDi opera.
Esto fue señalado en la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de la Tecnología de la Información en Hogares (ENDUTIH) 2019, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en la que solamente 25.4% de los usuarios con smartphone indicó que había descargado aplicaciones para acceder a su banca móvil.
En medio de esta situación, es evidente que ha hecho falta también un mayor esfuerzo por impulsar el uso de CoDi en aplicaciones bancarias para celulares. De acuerdo con información de Banxico, tres bancos concentran 88% de las cuentas validadas en CoDi hasta la fecha, lo cual revela la necesidad de comunicar las ventajas de esta plataforma entre los clientes de otras instituciones.
Por último, la baja popularidad de este método de pago también se debió a que, durante una primera etapa, fue adoptado, en mayor medida, por pequeños negocios. No obstante, con el paso de los meses, ha sido innegable la necesidad de integrar, de igual forma, a grandes centros comerciales, supermercados y otros retailers (detallistas).
Es claro que CoDi aún debe superar una gran cantidad de desafíos, pero, ¿de qué forma podría afrontarlos y posicionarse entre las herramientas de pago digitales preferidas de los mexicanos?
CoDi se enfrenta al hecho de que, en México, no se suelen realizar operaciones financieras mediante teléfono móvil.
Las oportunidades para CoDi
El COVID-19 ha marcado un parteaguas para el comercio presencial, porque, durante el tiempo en que las actividades económicas se vieron interrumpidas y comenzó la reactivación paulatina de algunos negocios, los consumidores adquirieron nuevos hábitos de higiene para minimizar el riesgo de contagio en los establecimientos, entre ellos, el evitar tener contacto con objetos de uso común.
En contraste con otros métodos de pago, los cuales utilizan terminales punto de venta o PIN pads para el ingreso de códigos y contraseñas, CoDi no demanda que el usuario entre en contacto con aparatos adicionales; lo único que requiere es que este último tenga un celular. Esto le otorga a CoDi una ventaja competitiva en la "nueva normalidad" y esa también es la razón por la que miles de tiendas departamentales y farmacias del país ya están acelerando su implementación.
Sin embargo, para que las personas sepan que disponen de una alternativa segura de pago en medio de la pandemia, hará falta que, a corto y mediano plazos, se lleven a cabo nuevas campañas de comunicación que difundan los beneficios de esta herramienta, entre usuarios, comercios y bancos.
Si bien es cierto que la contingencia sanitaria desincentivó el uso de CoDi, también es un hecho que ésta podría detonar su uso, a través, por ejemplo, del comercio electrónico. De acuerdo con el Estudio sobre Venta Online en PyMEs 2020, de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), entre mayo y junio pasados, 64.2% de estas empresas vendía por internet, lo que representa 94.6% más que en el mismo estudio previo de la asociación, elaborado entre agosto y septiembre de 2019.
Pero, para que realmente aumente el uso de CoDi para compras en línea, la población necesitará que las autoridades, comercios y bancos desarrollen, en conjunto, alternativas seguras y prácticas para enviar, mediante mensajería o correo electrónico, códigos QR que los usuarios puedan utilizar para pagar productos y servicios, con ayuda de sus aplicaciones bancarias.
Es evidente que CoDi aún tiene mucho camino por recorrer; no obstante, la coyuntura actual ha traído consecuencias favorables que, de aprovecharse al máximo, podrían consolidar a este mecanismo como uno de los métodos de pago digitales más utilizados en México, en la "nueva normalidad".
Para que aumente el uso de CoDi, las autoridades, comercios y bancos necesitarán desarrollar alternativas seguras que permitan su operación remota.
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