Corrupción

Perspectivas

En competitividad, la batalla es contra la corrupción

Más allá de una reforma fiscal, lo que México necesita para impulsar su competitividad es combatir la corrupción, en el más amplio sentido de la palabra.

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que las economías emergentes como México, podrían incrementar hasta en un 1.3% su Producto Interno Bruto (PIB) si simplifican sus sistemas fiscales y reducen sus barreras regulatorias.

En entrevista con Jorge Sánchez, Socio de Impuestos de Deloitte México.

Si bien esta iniciativa podría incrementar la productividad de nuestro país, al eliminar los obstáculos económicos y de administración tributaria que enfrentan las empresas que decidieron invertir aquí, si no se alinea en un contexto de eliminación de la corrupción, no podremos avanzar mucho.

De acuerdo con información del Banco Mundial y del Banco de México, la corrupción le cuesta a México 9% del PIB, además de que, según un análisis del FMI, los países con mayor grado de corrupción llegan a perder hasta el 5% de inversión.

México tiene la capacidad para establecer nuevas políticas fiscales, echar mano de nuevas tecnologías e incluso adoptar nuevas metodologías, pero si no lo hace dentro de un marco de combate a la corrupción, no podrá considerarse un avance.

Mientras no exista una decisión firme por parte de las autoridades fiscales para verdaderamente atacar las prácticas de corrupción –como el que los contribuyentes que se encuentran en franca evasión, “compran” comprobantes o utilizan regímenes muy rebuscados para evitar el pago de impuestos– no podrá incrementarse la productividad y por ende, la competitividad del país.

De igual forma, el no combatir este tipo de actividades, que claramente son prácticas fiscales indebidas, deja a los contribuyentes que sí actúan dentro del marco normativo, en una clara condición de desventaja.

Sin duda México ha mejorado en su administración tributaria; sin embargo, aún tiene áreas de oportunidad importantes, sobre todo, en lo que se refiere a la erradicación de la corrupción.

México frente al mundo

En la actualidad, el sistema fiscal de México está alineado a los regímenes fiscales de la mayoría de nuestros socios comerciales y forma parte de la estructura económica de los tratados comerciales que tiene establecidos nuestro país.

Por esta razón, las modificaciones que se podrían realizar en nuestra legislación son mínimas. No obstante, existe un factor que podría generar un cambio en el futuro inmediato. Se trata de la probable aprobación de la nueva reforma fiscal en los Estados Unidos, que entre otras cuestiones plantea reducir la tasa de impuesto corporativa de manera significativa, para impulsar la competitividad de ese país.

De hacerse realidad este escenario, constituiría un nuevo paradigma y un disruptivo en el sistema fiscal del mundo, lo que en consecuencia, motivaría a México a realizar cambios importantes en ese sentido.

Sin embargo, no es necesario esperar para comenzar a realizar una transformación interna, sobre todo en lo que a administración tributaria se refiere. Así como las autoridades exigen eficiencia y honestidad, es importante que ellos actúen de la misma forma, mejorando una serie de trámites que entorpecen los procesos y enfocándolos a otros aspectos más allá de incrementar la recaudación.

De hacerse realidad este escenario, constituiría un nuevo paradigma y un disruptivo en el sistema fiscal del mundo, lo que en consecuencia, motivaría a México a realizar cambios importantes en ese sentido.

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