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Perspectivas
Por qué las empresas no deben relegar al crédito
El crédito es una opción de financiamiento poco utilizada por las empresas en México. De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), durante 2014, solo 27.6% de las compañías solicitó uno.
A pesar de ser un aliado para potenciar el crecimiento de las compañías, son pocas las organizaciones que realizan el proceso de solicitud de un crédito, sobresaliendo principalmente las empresas medianas y grandes, con proporciones de 53% y 41.8%, respectivamente, según las cifras oficiales.
En entrevista con Jorge Schaar, Socio de Asesoría Financiera en Deloitte México.
Ciudad de México, 13 de septiembre de 2017.
Pero, ¿a qué factores podría atribuirse el escaso éxito que esta herramienta tiene entre las compañías en México? Sin duda, el más importante es que, en la mayoría de los casos, las empresas no lo solicitan.
Las causas son varias. La primera es que las organizaciones recurren a otro tipo de alternativas de financiamiento que están más a la mano, como son los proveedores, su principal fuente de fondeo, a la que observan como una opción accesible que no les genera un costo extra.
La segunda es la percepción de que el crédito es caro y que al contratarlo se genera una obligación de pago que las impactará de manera negativa en su generación de flujos, así como la idea de que se trata de un proceso complicado, largo y con pocas probabilidades de éxito.
Finalmente, la última causa en nivel de importancia es todo lo que compromete la compañía con la obtención de un crédito, es decir, las garantías que se obliga a brindar, que en la mayoría de los casos se trata de avales o bienes personales, así como de patrimonio familiar.
El bajo uso del crédito es, sin duda, una situación que alarma y preocupa, pues se trata de una herramienta muy valiosa para el desarrollo de las compañías. En ese sentido, es importante también trabajar en eliminar la percepción de que es una opción que solo debe ser tomada cuando la empresa tiene problemas o se encuentra en una emergencia.
Un crédito no solo sirve para reparar los problemas de flujo de un negocio, sino que es un gran aliado para las organizaciones incluso cuando éstas gocen de excelente salud financiera y se encuentren bien posicionadas en su mercado, un hecho que la mayoría de ellas desconoce.
El crédito debe ser visto por las compañías como un aliado capaz de potenciar su crecimiento y no como una especie de salvavidas para utilizarse solo en caso de emergencia.
Ganarse la confianza del banco, la clave
La obtención y el otorgamiento de un crédito es una moneda de dos caras. Por un lado se tiene la óptica de la empresa y, por el otro, la del banco.
Las instituciones financieras tienen una serie de procesos y requisitos para otorgar créditos, en los que la empresa debe demostrar su institucionalización, ser capaz de dar a conocer su situación financiera, su potencial de crecimiento, la forma en la que está administrada, su nivel de madurez, su desempeño, así como su nivel de liquidez, entre otras cuestiones.
Si bien este proceso en muchas ocasiones es percibido como algo complejo, no necesariamente es así, pues en muchas ocasiones es la misma compañía la que no está preparada para ello, principalmente cuando se trata de startups o empresas que están iniciando, las cuales no cuentan con el historial de operación requerido y, por lo tanto, se ven impedidas para demostrarle al banco que cuentan con un negocio sólido.
No obstante, existe una forma en la que las empresas pequeñas, que apenas comienzan, pueden ganarse la confianza de los bancos.
La respuesta es comenzar a construir una relación con ellos, utilizando ciertos productos del banco, como lo pueden ser cuentas de cheques, manejo de tesorería, operación de nóminas, etc.; con el propósito de hacerse más presentes en los expedientes de los bancos para que, cuando llegue el momento de solicitar un crédito de mayor relevancia, no sean un candidato 100% nuevo para ellos.
En la medida que la compañía vaya tomando solidez, es importante que voltee hacia esta alternativa que ofrece la banca, y mientras tanto, utilizar otras opciones de financiamiento, como son los propios accionistas, el capital, las intercompañías –es decir, otras empresas del mismo grupo o de la misma familia de algunos accionistas– o, dependiendo del tipo de organización, su casa matriz.
Proveedores, ¿la opción ideal para una startup?
Si bien el crédito con proveedores se ha convertido en una solución de financiamiento accesible para muchas empresas, no es la alternativa más adecuada.
La razón principal es que se trata de una opción que no necesariamente otorga el plazo que necesita la compañía, es decir, si la organización requiere por algún tema tener dos o tres años de flujo y dado que los proveedores solo otorgan un plazo menor, en realidad no se está resolviendo el tema de fondo y simplemente se está creando un efecto negativo.
Por el contrario, el crédito se muestra como una vía más conveniente, debido a que, dada su naturaleza, se puede adaptar a las necesidades de la compañía, ya sea que se quiera un crédito de largo o corto plazo, un crédito revolvente o en un determinado tipo de moneda.
El crédito se muestra como una vía más conveniente, debido a que, dada su naturaleza, se puede adaptar a las necesidades de la compañía.
Orden ante todo
En nuestro país, es común observar que las compañías, sin importar su tamaño, enfrentan los procesos de crédito de manera desordenada al no tener el conocimiento ni el tempo necesarios para ejecutarlos.
Y es que la mayoría de las veces, el director de finanzas de la empresa o el tesorero tienen muchas responsabilidades y no cuenta con la capacidad de tiempo para prepararse bien y enfrentar un proceso de esta clase.
Esto ocasiona que se obtengan créditos inadecuados, es decir, que la empresa termine por tomar el crédito que le ofrecen y no el que necesita o incluso, en el peor de los escenarios, no conseguir ningún tipo de crédito.
El proceso de financiamiento no debe limitarse a simplemente entregar un expediente o una serie de papeles, esperando a ver qué respuesta da el banco y tomar lo que se ofrece. Un proceso ordenado y planeado debe siempre llevar a mejores resultados de obtención de crédito para la empresa.
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