Cuarentena, ¿la oportunidad que las fintech estaban esperando?

Perspectivas

Cuarentena, ¿la oportunidad que las 'fintech' estaban esperando?

Ante el cierre de algunas sucursales bancarias, las recomendaciones de distanciamiento social y el delicado contexto económico actual, las empresas de tecnología financiera representan una buena opción para obtener servicios y financiamiento sin la necesidad de salir de casa. ¿En qué aspectos deberán trabajar estas instituciones para consolidarse en tiempos de pandemia?

Entrevista con Carlos Orta, Socio Líder de Riesgo Regulatorio en Deloitte México.

Ciudad de México, 15 de mayo de 2020.

Para las organizaciones, las crisis representan riesgos, pero también oportunidades y, en el caso de las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF), la contingencia sanitaria en la cual nos encontramos puede, efectivamente, implicar desafíos significativos, pero también tiene el potencial para impulsar su ya destacado crecimiento.

Por su naturaleza digital, las empresas tecnológicas que ofrecen productos y servicios financieros (fintech) se han posicionado como una opción importante para quienes buscan financiamiento (préstamos o créditos) y, por ahora, no pueden o no desean recurrir a alguna institución bancaria, facilitando el otorgamiento de estos servicios, sin necesidad de salir del hogar, de una manera inclusiva y ágil.

Pero la consolidación de estas instituciones no depende exclusivamente del contexto; si buscan obtener un mayor provecho del panorama de cambio que vivimos a nivel mundial, lo más recomendable será prestar especial atención y trabajar sobre cinco puntos que explicamos a continuación:

  1. Aumento de las transacciones
    Según el Reporte 2.0 Impacto COVID-19 en la venta online México de la AMVO, hasta la última semana de abril las empresas de servicios financieros habían experimentado una ampliación de 55% en su cartera de clientes durante la pandemia, lo cual ha implicado un crecimiento de las transacciones electrónicas que efectúan, tanto en su monto total como en número.

    Es por esta razón que uno de los principales consejos para las instituciones de tecnología financiera consiste en fortalecer su infraestructura de negocio, en respuesta a la creciente demanda de sus servicios.
  2. 'Lavado' de dinero
    Organismos como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) recientemente han detectado nuevos patrones de fraude y de 'lavado' de dinero en operaciones no presenciales.

    Esto hace sumamente importante que las empresas presten mucha atención y vigilancia a ciertos servicios, como las operaciones con activos virtuales y las aperturas de cuentas de forma remota, para evitar conflictos con las autoridades e incrementar su valor.
  3. Liquidez y cobro de créditos
    Una gran parte de las instituciones de tecnología financiera enfrenta desafíos de liquidez, debido a que la probabilidad de incumplimiento de sus acreditados es más alta durante la contingencia que en el periodo previo a la propagación del COVID-19.

    Por ejemplo, algunas empresas de fondeo colectivo utilizan cuentas concentradoras en bancos o mecanismos similares para que los usuarios paguen el crédito o el capital recibido en efectivo y, ante el cierre de establecimientos financieros y el riesgo de contagio, los usuarios no pueden realizar los depósitos correspondientes.

    A la par, las fintech son negocios que prestan también a personas morales y a persona físicas con actividad empresarial, las cuales no necesariamente cuentan con capital suficiente para resistir varios meses de cierre operativo a causa de la contingencia sanitaria. Es por ello que, en el mediano plazo, podrían existir problemas de cobranza.

    Ante esta situación, se tendrá que considerar la recalibración de los modelos de negocio con variables mucho más estresadas, fundamentadas en un escenario nacional de decrecimiento económico, que podría impactar en los clientes y acreditados, y que requerirá un análisis más detallado del perfil de los solicitantes para garantizar el repago.
  4. Captación de nuevos clientes
    El contexto actual está demostrando que las fintech son negocios flexibles y capaces de otorgar financiamiento a los ciudadanos que no pueden normalmente recurrir a los procedimientos financieros tradicionales.

    Tal es el caso de las Sociedades Financieras Populares (Sofipos), las cuales fueron autorizadas actualmente por la CNBV para dar créditos y recibir depósitos por montos mayores a los que estaban establecidos en las regulaciones hasta antes de la crisis, a fin de beneficiar a los usuarios del sistema financiero con la apertura de cuentas de manera remota.

    Sin embargo, es importante que las fintech manifiesten una actitud proactiva ante la pandemia, desarrollando mecanismos ágiles de apertura de cuentas y de realización de pagos, incluso de remesas provenientes de los Estados Unidos, con el propósito de aprovechar la coyuntura mundial y ampliar su cartera de clientes.
  5. Emprendimiento
    México ha constituido un entorno favorable para el emprendimiento fintech en los últimos años. De 2016 a 2020, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, el crecimiento en el número de estas empresas en el país ha promediado anualmente 23%.

    No obstante, debemos recordar que, a partir de que entró en vigor la Ley Fintech, en marzo de 2018, estas empresas están obligadas a contar con la autorización de la CNBV para operar en el país, a excepción de aquellas que mantenían operaciones previo a la publicación de la ley y que contaban con 12 meses para solicitar su autorización, de acuerdo con la octava disposición transitoria de la misma.

    Debido a la contingencia sanitaria, la CNBV interrumpió los plazos oficiales de atención a usuarios y pospuso el anuncio de las empresas del sector autorizadas a mantener operaciones en el país.

    Esta situación retrasa el surgimiento de nuevas fintech; sin embargo, sigue habiendo interés de empresarios e inversionistas mexicanos y extranjeros por establecer instituciones de tecnología financiera en nuestro territorio, al que consideran una buena opción para el desarrollo de este tipo de negocios —previo a la pandemia, en México, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la tasa de mortalidad de los emprendimientos fintech era solo de 4.5%—.

    Por esta razón, será importante que las empresas del sector que se encuentren en el proceso de autorización para operar, y las interesadas en emprender nuevos proyectos, estén atentas a la reactivación de actividades de la autoridad.

    Tomar en consideración los aspectos previamente mencionados puede ayudar a las instituciones de tecnología financiera a definir la mejor estrategia para abordar los desafíos y las enormes oportunidades que esta nueva normalidad trae para ellas.

Las empresas tecnológicas que ofrecen productos y servicios financieros (fintech) se han posicionado como una opción importante para quienes buscan financiamiento.

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