Diagnóstico y oportunidades de los CKDes

Ciudad de México, 12 de marzo de 2020.

A 10 años del lanzamiento de los Certificados de Capital de Desarrollo (CKDes), en 2009, estos instrumentos han logrado consolidarse, dentro del mercado bursátil, como una de las principales alternativas no tradicionales de inversión.

De acuerdo con la Bolsa Mexicana de Valores, los CKDes se definen como “títulos o valores fiduciarios destinados para el financiamiento de uno o más proyectos, o para la adquisición de una o varias empresas. Los rendimientos que otorga no son producto del pago de principal ni de intereses predeterminados, sino del usufructo y beneficios de cada proyecto”.

Desde 2009, y hasta el mes de agosto de 2019, el monto de las emisiones de CKDes, Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras) y Certificados Bursátiles Fiduciarios de Proyectos de Inversión (CERPIs) logró rebasar los 350 mil millones de pesos, distribuido en más de cien diferentes emisiones, enfocadas al financiamiento de distintos proyectos desde inmobiliarios y de infraestructura (carreteras, aeropuertos, agua potable) hasta financieros, de telecomunicaciones y de energía.  

Además, los CKDes representan una buena oportunidad para que las Sociedades de Inversión de Fondos para el Retiro (Siefores) diversifiquen su portafolio de inversión. Al mes de marzo de 2020, la suma colocada exclusivamente en Certificados de Capital de Desarrollo ascendió a 240 mil millones de pesos.  

Dicha cifra representa apenas una tercera parte de los recursos que tienen permitido invertir las Siefores en este tipo de vehículos, por lo que todavía existe un amplio margen de inversión que se puede explotar con los fondos para el retiro de los trabajadores.

Ventajas y retos

Entre las ventajas que ofrecen los CKDes se encuentran:

• Acceso a una mayor base de inversionistas institucionales que identifiquen la posibilidad de obtener rendimientos superiores a los que otorgan otros instrumentos disponibles en el mercado.
• Fortalecimiento del gobierno corporativo de los grupos participantes, así como la posibilidad de institucionalizar procesos y prácticas de negocio.
• Esquema fiscal eficiente y con absoluta transparencia a través del fideicomiso emisor y de las sociedades donde se invierten los recursos.

Ahora bien, en cuanto a los retos que podrían enfrentar este tipo de certificados están:

• El temor de inversionistas al costo elevado que podrían representar los CKDes, con respecto a las transacciones privadas.
• El cumplimiento cabal de las regulaciones dentro del mercado de valores.
• Demoras en la toma de decisiones, debido a que, en algunos casos, se requiere la aprobación del Comité Técnico designado para tales fines.
• Saturación de ciertas industrias y proyectos en los portafolios de las Siefores.

Por otra parte, se debe tomar en cuenta que la situación económica del país no ha favorecido, por el momento, a las emisiones de CKDes –en lo que va de 2020, se han logrado materializar solamente dos–.  Sin embargo, es importante recordar que aún existen grandes oportunidades para los CKDes, instrumentos que han logrado consolidarse como una alternativa de inversión atractiva, que, no cabe duda, llegaron para quedarse.