Exportaciones México - China

Perspectivas

Exportaciones

¿el futuro de la relación México-China?

China es un mercado en expansión, una de las economías que más está creciendo a nivel global. Es un país que, debido a su volumen –con mil 400 millones de habitantes, según las más recientes cifras de la Organización para las Naciones Unidas (ONU) –, se ha convertido en un consumidor natural de recursos.

Para México, China es un país valioso en diversos sentidos. De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), es el segundo socio comercial más importante de México, con un comercio bilateral que en 2016 alcanzó un valor de casi 75 mil millones de dólares, siendo esta relación principalmente de exportaciones de China hacia México.

Más sobre el tema

En entrevista con Jorge Mesta, Socio Líder para Mercado Asiático en Deloitte México.

Ciudad de México, 18 de julio de 2017.

Con notables excepciones, los productos chinos han sido exitosos en el mercado mexicano porque ofrecen productos para los cuales ya había una demanda estable y las empresas chinas entran a México con precios competitivos. Irrumpir en el mercado mexicano ha sido un proceso relativamente fácil para las empresas chinas. Hasta este momento estamos empezando a ver una mayor cantidad de productos chinos novedosos o con marcas propias reconocidas.

En los próximos meses, es casi seguro que observemos un incremento en las exportaciones que se hacen de México hacia China. Existe un acercamiento entre los gobiernos de ambos países que podría resultar en facilidades y un tratamiento más favorable de los productos mexicanos en esa nación, entre otros aspectos, que podrían ayudar a ampliar la relación comercial en el corto plazo.

Al mismo tiempo, un resultado negativo en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte puede hacer que, en el corto plazo, empresas multinacionales con operaciones en México utilicen parte de su capacidad instalada en abastecer al mercado chino, dado que de lo contrario enfrentarían los costos de la inutilización.

Sin embargo estos son factores de coyuntura. Para las compañías nacionales, el panorama es más complejo desde una perspectiva de largo plazo.

China es un mercado muy diferente no solo en cuestiones culturales, sino en toda la forma de hacer negocios. Por ejemplo, China tiene un nivel mucho más desarrollado que muchos países del mundo en temas de comercio electrónico. Estos factores requieren de un mayor esfuerzo para que nuestros productos a consumidores finales sean reconocidos y se distribuyan de manera efectiva.

El segundo de los principales desafíos que las compañías nacionales que buscan conquistar el mercado chino deben tomar en consideración es el volumen, pues al ser una región tan grande, nuestra capacidad de exportación, de satisfacer de manera constante la demanda local, puede ser limitada, lo que disminuye el atractivo de nuestras empresas ante los consumidores y empresas chinas.

Finalmente, en el caso específico de manufactura, el reto principal es ser competitivo dentro de las cadenas productivas globales. La región Asia Pacífico está altamente integrada en sus procesos de manufactura, siendo China el corazón de la región tanto como destino como punto de origen de las mercancías.

Las empresas multinacionales, que son los agentes que definen los patrones de comercio internacional, el día de hoy abastecen el mercado chino desde otras partes del mundo.

En el largo plazo, para que México sea una opción como un origen de productos manufacturados, debe generar las ventajas competitivas necesarias para que un grupo multinacional decida utilizar nuestro país como el lugar desde el cual abastecerá el mercado chino.

Sin lugar a dudas el rol de los gobiernos de ambos países será fundamental para reducir los riesgos de fracaso de nuestras empresas que quieran exportar a China. Las empresas mexicanas que sean exitosas en el manejo de estos retos tendrán grandes rendimientos (quién no quiere tener una posición exitosa en el segundo o primer mercado a nivel mundial para muchos productos y que además crece a tasas mayores al 6.5%). Sin embargo, como país, la expectativa realista es que serán historias de éxito individuales o de sectores muy específicos, más que una alternativa generalizada para las exportaciones mexicanas.

Cuestiones como        la integración de la cadena de abastecimiento en Asia, volúmenes de producción y el desarrollo de la demanda para los productos mexicanos constituyen retos complejos para las empresas mexicanas. Existen otras rutas más accesibles en la relación México-China.

El camino a seguir

El futuro de una relación comercial México-China beneficiosa para nuestro país debe recaer en objetivos más viables que el ver a China como un destino relevante de las exportaciones mexicanas.

México se complementa más con China en la forma de inversión extranjera directa, en donde China puede aportar mucho al país no solo con capitales y la generación de empleos, sino en áreas en las que tiene altas ventajas competitivas, como es la banca, infraestructura, energía, telecomunicaciones y tecnología en general.

Para nuestras exportaciones, es más viable pensar que nuestro país funja como una plataforma exportadora de China hacia Latinoamérica, ya que este país tiene un alto interés en la región e invierte de manera importante en Brasil. Ya sea a través de empresas de capital chino o en asociación con empresas mexicanas, China puede aportar la tecnología y capacidad financiera para que nuestras empresas se internacionalicen en exportar al mercado latinoamericano.

¿Te resultó útil este contenido?