Fin de la emergencia por COVID-19

Perspectivas

Fin de la emergencia por COVID-19

Lecciones y oportunidades para el sector salud

Continuar con el monitoreo y reporteo de las capacidades hospitalarias; mejorar los servicios de salud; y, conocer las nuevas disposiciones sobre el manejo y aplicación de las vacunas, serán algunos de los retos y oportunidades que vendrán para el sector salud, al darse por terminada la emergencia por COVID-19.

En entrevista con Alexandro Arias, Socio Líder de la Industria de Ciencias de la Vida y Cuidado de la Salud.

Ciudad de México, 18 de mayo de 2023.

“Declaro con gran esperanza el fin de COVID-19 como emergencia sanitaria internacional1. Estas fueron las palabras con las que, el pasado 5 de mayo, Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció que la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 había dejado de ser una emergencia de salud pública, después de más de tres años de haber sido considerada como tal.

A dicha medida se sumó el Gobierno de México, ya que, días después del anuncio de la OMS, el 9 de mayo de 2023, decretó el término de la emergencia por COVID-19 en el país, una enfermedad que se ha propagado entre al menos 7.5 millones de personas en nuestro territorio, causando la muerte de otras 333.9 mil2.

Ambos anuncios, el de la OMS y el del Gobierno mexicano, representan el inicio de una nueva etapa en cuanto a cambios en las restricciones de salubridad y en cuanto nuevas formas de comportamiento en el día a día.

Sin duda, la emergencia por la pandemia de COVID-19 significó un cambio radical para los hábitos que hasta antes de 2020 habíamos mantenido (desde empezar a usar cubrebocas y lavarse las manos constantemente, hasta evitar las reuniones en lugares cerrados); sin embargo, ahora es momento de abrir nuevos caminos dentro del sector salud y aprovechar las oportunidades que estos nos ofrecen.

Buena parte de esas oportunidades proviene de las lecciones que nos ha dejado este largo periodo de restricciones y medidas que buscaban evitar la propagación del coronavirus. ¿Cuáles son esas lecciones? Veamos.

En primer lugar, la pandemia hizo que nos volviéramos más conscientes de la importancia de cuidar nuestra salud en muchos sentidos. Por un lado, comenzamos a optar por modelos alimenticios más saludables, con el fin de fortalecer a nuestro organismo frente al coronavirus. Por otro lado, nos acercamos, en mayor medida, a las pruebas de diagnóstico, las cuales nos brindan una perspectiva clínica más amplia y detallada de nuestro estado de salud.

Por si fuera poco, nos adaptamos a un esquema de vacunación completamente nuevo (primera y segunda dosis, además de sus refuerzos) y aprendimos que, según lo previsto, será necesario seguir con su aplicación durante los próximos años. 

Todo ello, además de representar lecciones que nos dejó la pandemia, también dio pie, como mencionábamos más arriba, a nuevas oportunidades y retos para el sector salud. ¿En qué consisten?

 

[1] Organización Panamericana de la Salud, Noticias, “Se acaba la emergencia por la pandemia, pero la COVID-19 continúa”, 6 de mayo de 2023.

[2] Hasta el 9 de mayo de 2023, en México, se habían confirmado 7 millones 595 mil 863 casos de COVID-19 y 333 mil 961 defunciones (Secretaría de Salud, “Informe Técnico Semanal COVID-19 México”, 9 de mayo de 2023).  

La emergencia por la pandemia de COVID-19 significó un cambio radical para los
hábitos que hasta antes de 2020 habíamos mantenido.

Lo que viene para el sector

Si bien se dio por terminada la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, esto no significa, de acuerdo con la propia OMS1, el fin de la enfermedad causada por dicho virus. Esto nos debe situar en un contexto en el que la enfermedad seguirá existiendo y transmitiéndose entre los seres humanos, por lo que, en primer lugar, tendremos que seguir haciendo lo necesario para cuidar nuestra salud y la de otros (como usar el cubrebocas cuando estemos enfermos).

También tenemos que replantearnos el futuro de nuestro sistema de monitoreo de capacidades hospitalarias y de servicios de salud. ¿A qué nos referimos? A que, durante los últimos tres años, ha sido muy importante identificar dónde ocurren los brotes del COVID-19 y conocer el nivel de ocupación de los hospitales para evitar una sobresaturación de los mismos. Ambas cosas seguirán siendo tareas fundamentales.

Al mismo tiempo, los hospitales han podido, durante este lapso, hacer un censo de todas sus capacidades técnicas y humanas, así como de todas aquellas cosas que les hacen falta. Pero, además, han aprendido a reconfigurarse internamente o a ampliar sus capacidades mediante convenios con la iniciativa privada2.

Por lo tanto, no solo será relevante mantener el monitoreo y el adecuado reporte de las condiciones del sistema de salud, durante los próximos años, sino, además, trabajar para optimizarlo y adaptarlo a las necesidades futuras.    

Por otra parte, será necesario conocer cuál será el futuro de las vacunas, ya que, esto puede convertirse en una oportunidad para el sector privado, una vez que cambie el tipo de autorización con el que, desde 2020, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha avalado el uso de las inmunizaciones en México.

Recordemos que la Cofepris, reconocida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como Autoridad Reguladora Nacional de Medicamentos (ARNs) desde 2017, fue ―y sigue siendo― la entidad encargada de autorizar el uso de los distintos fármacos y vacunas empleados para combatir al COVID-19.

En su momento, las autorizaciones de las vacunas fueron “para uso de emergencia” y solo el Gobierno ha estado facultado, desde entonces, para adquirir las mismas; sin embargo, con los recientes decretos que dan por terminada la emergencia sanitaria, el estatus de esas autorizaciones podría cambiar. Con ello, se puede abrir una oportunidad para el sector privado, ya que eventualmente podría tener acceso a la comercialización, distribución y aplicación de las vacunas.

En general, después de la emergencia del COVID-19, el sistema de salud en México ―incluido el sector asegurador (mediante contratos y atención más personalizados y detallados para los clientes)―, está mejor preparado para afrontar futuros retos en cuanto a la atención médica, pero todavía debe seguir trabajando para eficientar los servicios y para combatir la desinformación entre la sociedad.

Definitivamente, las experiencias que nos ha dejado la pandemia son muy valiosas. Es cierto que nos encontramos aún en proceso de maduración de las lecciones aprendidas, pero esto es parte de la transición hacia otra etapa del sector salud, una etapa en la que vendrán nuevos desafíos, pero también nuevas oportunidades.

 

[1] Organización Panamericana de la Salud, Noticias, Idem.

[2] En abril de 2020, la Secretaría de Salud alcanzó un acuerdo con el sector médico privado para garantizar la atención de los derechohabientes de instituciones públicas de seguridad (ISSSTE, Blog, “Convenio con hospitales privados”, 23 de abril de 2020). Más tarde, en noviembre de ese mismo año, se logró una ampliación del convenio de colaboración para la atención de pacientes con coronavirus (Secretaría de Salud, Boletín de prensa, “Amplía Gobierno de México convenio con hospitales privados para garantizar atención médica de calidad”, 17 de noviembre de 2020).

Las experiencias que nos ha dejado la pandemia son muy valiosas. Después de la emergencia del COVID-19, el sistema de salud en México está más preparado para afrontar futuros retos en cuanto a la atención médica.

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