Fusiones y Adquisiciones

Ciudad de México, 29 de julio de 2020.

Antes de que fuera evidente la disrupción económica y sanitaria provocada por el COVID-19 a nivel mundial, el mercado de fusiones y adquisiciones en México (Mergers & Acquisitions, en inglés) no estaba pasando por su mejor momento.

En los últimos años, las operaciones de este tipo venían a la baja, siendo aún suficientes para posicionar a nuestro país como el segundo mercado de M&A más grande de Latinoamérica, solo por detrás de Brasil, de acuerdo con Transactional Track Record.

Sin embargo, en marzo, mes en el que el coronavirus llegó al país, se cancelaron o pospusieron la mayoría de las transacciones en proceso y, hoy, casi cinco meses después, éstas no han sido retomadas del todo, lo cual ha provocado una disminución significativa en el mercado de M&A.

Según información pública, al segundo trimestre de 2020, el volumen de operaciones cayó 18% y 42% en valor, en comparación con el mismo periodo del año anterior, y la expectativa es que se mantenga una tendencia a la baja por el remanente de este año.

Ante un panorama poco alentador, ¿qué podemos esperar, a corto y mediano plazos, para el mercado de M&A en México?, ¿seguirá la sequía de transacciones o el actual entorno podría representar una oportunidad para impulsar a este sector?

Desde nuestra perspectiva, lo más probable es que, en los próximos meses, observemos una paulatina reactivación, la cual será impulsada por aquellas organizaciones con una posición financiera más sólida, que les permitirá adquirir activos y fortalecerse, en contraste con aquellas compañías que no lograrán sobrevivir por temas liquidez y eventual insolvencia.

Ganadores y perdedores: las dos caras de la crisis

Las crisis representan, para muchas organizaciones, una oportunidad de salir fortalecidas, mientras que, para otras, el evento capaz de ponerles fin. En México, algunos de los sectores económicos que más han sido impactados por la pandemia son el automotriz, hotelería y turismo, servicios, e inmobiliario, lo cual hace posible que observemos en ellos un mayor número de fusiones y adquisiciones.

Ahora bien, ¿qué empresas, de estas industrias, serían las más propensas a desprenderse de sus activos? Principalmente, aquellas que no han podido solventar sus problemas de liquidez en las semanas recientes, es decir, que no han tenido recursos suficientes para enfrentar sus obligaciones financieras inmediatas, y que, por ende, deberán evaluar sus negocios, para poner a la venta los menos rentables e importantes.

Asimismo, aquellas compañías que, a causa del COVID-19, han caído en problemas de insolvencia, y existe la posibilidad de que entren en procesos de bancarrota o reestructura, podrían ser sujetas a una operación de Distressed M&A.

En el otro extremo, ¿qué organizaciones podrán favorecerse de este escenario? Aquellas que sean capaces de tener un mejor manejo de su liquidez —y que, por ende, logren mantener su calificación crediticia— tendrán la capacidad para obtener el financiamiento que les permita absorber a sus competidores, fortalecerse y consolidar su posición.

En este contexto, en el que la economía digital ha tomado mayor fuerza, cobrarán especial relevancia las fusiones y adquisiciones que los grandes corporativos hagan de startups o fintechs, con el propósito de desarrollar plataformas digitales competitivas y sobrevivir a las nuevas necesidades del mercado.

No obstante, el actual panorama aún es de incertidumbre y volatilidad, por lo que, ante las oportunidades que pudieran presentarse, lo más aconsejable para las organizaciones será tener cautela al asumir riesgos.

No podemos negar que estamos atravesando un entorno inusual, con estragos financieros en todo el mundo, pero las empresas que sean capaces de manejar correctamente su liquidez podrán salir adelante y prosperar en estos tiempos de crisis que, ciertamente, también son tiempos de oportunidades.