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Industria automotriz
Tras un 2017 de contrastes, ¿qué esperar para 2018?
Un panorama de contrastes fue lo que durante 2017 vivió la industria automotriz nacional. Por un lado, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la producción y exportación de vehículos ligeros registraron niveles históricos, mientras que, por el otro, la venta nacional de vehículos ligeros mostró una variación negativa.
¿Qué razones podríamos encontrar detrás de este comportamiento tan contrastante? Por un lado, el incremento anual que durante 2017 registraron la producción y exportación de vehículos ligeros (8.9% y 12.1%, respectivamente, según la AMIA) se debe en buena parte a la apertura de nuevas plantas armadoras.
En entrevista con Manuel Nieblas, Socio Líder de la Industria de Manufactura en Deloitte México.
Ciudad de México, 06 de febrero de 2018.
En específico, hablamos de dos nuevas plantas –KIA y Audi–, resultado de las inversiones extranjeras directas de años atrás, que durante 2017 comenzaron a fabricar automóviles de forma consistente y que generaron un alza en los niveles de producción.
En el otro extremo, detrás de la baja venta de vehículos ligeros en el país, que según datos de la AMIA y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) fue de 4.6% en relación con el año anterior, encontramos diversos factores.
Uno de ellos es el incremento en los precios de los combustibles, así como el alza constante que ha registrado la tasa de inflación, lo que ha generado que muchas personas o compañías decidieran detener sus inversiones hasta saber qué tanto se verían afectadas por estos conceptos.
Otros aspectos importantes que han impacto las ventas de vehículos es la incertidumbre generada por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la jornada electoral que nuestro país vivirá en julio próximo –lo que puede hacer que la gente decida posponer sus decisiones de compra–, así como lo niveles de tipo de cambio –capaces de incrementar el precio de las unidades–.
En este contexto, lo natural es preguntarse ¿qué tendría que hacer la industria automotriz para contrarrestar estos efectos? La respuesta está en ofrecer esquemas de financiamiento más atractivos, acordes a las necesidades particulares del consumidor actual, principalmente, de los millennials, uno de los sectores más renuentes a hacer este tipo de adquisiciones.
Esta nueva oferta de la industria sin duda ayudaría a paliar un poco la incertidumbre generada por los otros factores mencionados y, de alguna forma, ayudaría a mantener los niveles de ventas de vehículos ligeros en México.
Después de un año de cifras récord en exportación y producción de vehículos, y de una caída en el volumen de ventas, la incertidumbre y la baja expectativa de ventas en los EE.UU.se perfilan como los principales desafíos del sector.
2018: el pronóstico
En lo que se refiere a producción, lo más seguro es que durante 2018 observemos niveles muy similares a los del año pasado, niveles estables en los que, no obstante, podríamos ver afectaciones por la reducción que hay en la expectativa de ventas nacionales del mercado estadounidense.
Y es que los Estados Unidos representan el destino principal de los vehículos ligeros fabricados en México y, durante 2017, de acuerdo con el reporte de Ward’s Automotive, registraron una baja en sus niveles de venta de 1.9% en comparación con el año anterior.
Si el mercado estadounidense reduce su expectativa de ventas nacionales, eso provocará que algunas de las marcas establecidas en México ajusten sus niveles de fabricación en algunos modelos, lo que sí impactaría directamente las cifras de producción mexicanas.
No obstante, existen nuevas inversiones en nuestro país, las cuales comenzarán a producir vehículos durante los próximos años (2019 y 2020), lo que podría compensar esta situación en el largo plazo.
Si bien 2018 no será un año espectacular para la industria automotriz mexicana, sí será un buen año, un año de retos importantes en donde todos los actores del sector deberán trabajar juntos por mantener los niveles alcanzados durante 2017.
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