COVID-19: la reconfiguración de los ascensos laborales

Ciudad de México, 10 de noviembre de 2020.

Meses atrás, cuando varios candidatos competían para obtener un ascenso laboral, era frecuente que las empresas mostraran preferencia por quienes tuvieran un mayor dominio de habilidades duras (conocimientos académicos y logros profesionales), porque éstas bastaban para cumplir con los objetivos de una posición en ambientes supervisados físicamente.

Sin embargo, todo eso cambia y se acelera a partir de la pandemia de COVID-19. Ahora, con el trabajo a distancia, las áreas de Recursos Humanos se están dando cuenta de que las destrezas que antes eran una prioridad, por sí solas no garantizan un alto desempeño laboral, sino que necesitan ser acompañadas por habilidades blandas, es decir, un conjunto de rasgos de personalidad, conocimientos y valores para el cumplimiento de diversas tareas, sin importar el entorno.

¿Por qué son importantes estas cualidades para las organizaciones? Porque permiten a los profesionales que las poseen sobresalir en el cumplimiento de sus funciones aun remotamente, lo cual hace posible que las habilidades blandas se conviertan en las habilidades duras del futuro. Algunas que destacan con el trabajo a distancia son:

1. Comunicación. En la modalidad de home office, mantiene a los equipos conectados y sincronizados, mejorando los resultados.
2. Pertenencia. Con ella, se valora el trabajo de los compañeros y se reconoce que todas sus funciones son importantes para un equipo.
3. Autocontrol. A pesar de que en el trabajo remoto pueden existir múltiples distractores, esta habilidad permite mantenerse lejos de ellos.
4. Disciplina. Por medio de este atributo, se llevan a cabo las funciones a tiempo y con autonomía, es decir, sin necesidad de una supervisión constante.
5. Liderazgo. Aun a la distancia, esta cualidad ofrece retroalimentación y eleva el potencial laboral de los compañeros.

Sin embargo, además de capacitar a su talento en habilidades blandas, las empresas están implementando, de forma paralela, nuevos mecanismos de evaluación de desempeño, que no dependen de la proximidad entre sus colaboradores.

Gracias a la tecnología, que permite establecer canales oficiales de comunicación, las organizaciones pueden contactar a su personal, de manera sencilla e inmediata. Asimismo, los profesionales tienen la oportunidad de dialogar con sus superiores y recibir retroalimentación acerca de su trabajo, al instante.

El trabajo a distancia otorga a los empleados una gran oportunidad para comunicarse con sus superiores y para darse a conocer, por lo tanto, es aconsejable que pierdan el temor y aprovechen las circunstancias actuales para conversar con ellos mientras están conectados.

Además, para supervisar el desempeño de su equipo, es recomendable que cada líder determine objetivos claros en cada proyecto, así como los plazos de cumplimiento, ya que estos pasos también representan mecanismos necesarios para la evaluación de las labores y, eventualmente, para la promoción de los profesionales.

Terreno parejo: equidad laboral entre hombres y mujeres

A pesar de que el home office ofrece grandes beneficios, es una realidad que muchas mujeres tienen una mayor carga de trabajo que los hombres, porque, aunque no es lo correcto, se les delega la mayor parte de las responsabilidades en el hogar, incluyendo la preparación de alimentos y la supervisión de los hijos cuando concluyen con sus clases virtuales.

Según nuestro informe Comprendiendo el impacto de la pandemia en las mujeres que trabajan, ocho de cada diez aseguraron que sus vidas han sido impactadas negativamente a causa del coronavirus. En tanto, siete de cada diez han visto limitado su crecimiento profesional.

Teniendo en cuenta esta situación, es de suma importancia que las empresas muestren empatía y flexibilidad con su personal femenino y que respeten los horarios de entrada y salida, así como de descanso para la toma de alimentos.

Otro factor que puede ser favorable, para preservar el trato justo hacia los profesionales, es evitar establecer el sueldo de una persona de manera discrecional. Lo ideal es hacerlo de acuerdo con sus capacidades, desempeño y liderazgo al interior de una organización. De esta manera, tanto hombres como mujeres estarán motivados, de forma permanente, a aspirar a un cargo de mayor responsabilidad y remuneración, por méritos propios y cumpliendo los objetivos de su rol actual.

Sumado a lo anterior, es fundamental que las compañías definan políticas de equidad de género desde sus procesos de contratación de talento y de definición de líderes, a fin de emparejar, verdaderamente, las oportunidades de crecimiento de mujeres y hombres en cada puesto de trabajo.

¿Por qué es importante todo esto? Porque, hoy, las empresas que no cuentan con sólidos cimientos de crecimiento profesional, y con planes de carrera claros, dejan de ser atractivas en un mercado laboral cada vez más competido. Por lo tanto, será recomendable que, a pesar de la pandemia, las organizaciones se esfuercen e inviertan los recursos necesarios para garantizar la promoción de sus trabajadores, sin importar su género, pero sí sus habilidades.