Prevención de lavado de dinero

Perspectivas

Las nuevas tecnologías

El reto en prevención de lavado de dinero

El lavado de dinero, como cualquier otra actividad delincuencial, es un fenómeno que evoluciona y encuentra nuevas formas de manifestarse. En la actualidad, el gran reto que no solo México sino muchos países enfrentan en el combate a esta actividad, es el uso de las nuevas tecnologías.

La banca electrónica, las operaciones de pago en línea e incluso la moneda virtual llamada ‘bitcoin’ –una forma de pago en la que depositas cierta cantidad de dinero y a cambio recibes determinado número de ‘bitcoins’, los cuales puedes utilizar para comprar artículos o transferir recursos en cualquier parte del mundo– son aspectos que, debido a su inmediatez y facilidad, representan uno de los principales desafíos en materia de prevención de lavado de dinero.

En entrevista con Fernando Macías Jasso, Socio de Financial Advisory en Deloitte México.

A nivel global, existe una organización encargada de desarrollar y promover políticas para combatir esta práctica delincuencial, así como el financiamiento al terrorismo y a su proliferación, y otras amenazas a la integridad del sistema financiero internacional.

Hablamos del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), un organismo del que México forma parte desde el año 2000, y que, como señala la Primera Evaluación Nacional de Riesgos de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo en México, “monitorea, a través de evaluaciones mutuas, el grado de implementación y cumplimiento de los estándares internacionales que los países deben implementar… conocidos como las 40 Recomendaciones”.

Lo novedoso de estas revisiones periódicas es que el GAFI ya no solo comprueba la adopción de sus recomendaciones, sino que a la vez realiza una Evaluación de Efectividad para medir los resultados que los países han obtenido con su implementación.

La importancia de estas evaluaciones es crucial para México, un país en el que cada año, en promedio, se ‘blanquean’ 150 millones de dólares, de acuerdo con un estudio elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.

Por esta razón, es relevante destacar el mejoramiento que México ha registrado durante las últimas evaluaciones que ha tenido por parte del GAFI, al poner en marcha diversas acciones que le han permitido fortalecer su esquema de prevención y combate al lavado de dinero.

Los avances en México

Uno de los avances más importantes que nuestro país ha registrado en materia de controles de prevención de lavado de dinero es la adopción de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, mejor conocida como “Ley Antilavado”.

Lo novedoso de esta legislación es que establece nuevas obligaciones para las empresas y las personas que llevan a cabo actividades vulnerables o actividades susceptibles de que se lleve a cabo el lavado de dinero, como la compra-venta de vehículos, de inmuebles, de joyas o de metales preciosos, entre otras.

La Ley Antilavado genera información que permite hacer cruces mediante la cooperación interinstitucional con el objetivo de identificar actividades que podrían facilitar o permitir el lavado de dinero.

Estas nuevas obligaciones consisten en diversas restricciones, desde observar límites para la recepción de dinero, dar aviso a la autoridad al llevar a cabo ciertas actividades.

Lavado de dinero

Robo de identidad

El robo de identidad, es una actividad ilegal mediante la cual los criminales se apropian indebidamente de la información de una persona para cometer un delito, normalmente un fraude.

Los criminales obtienen los datos de una empresa o persona, después utilizan esos datos para adquirir bienes o servicios de manera ilegal.

Esos criminales utilizan los recursos que obtienen de manera ilegal para emprender un negocio o actividad con apariencia legítima y ocultar de esa manera la procedencia ilícita de los recursos. En ese momento llevan a cabo actividades de lavado de dinero.

El robo de identidad es un delito que ha evolucionado a medida que lo ha hecho también el sistema financiero mexicano. El papel que juegan los usuarios de servicios financieros para evitar ser víctimas del robo de identidad es fundamental, pues muchas veces son ellos mismos quienes se exponen a riesgos y terminan compartiendo, tal vez de manera inadvertida, información importante.

Por esta razón, y en el ecosistema de aprendizaje de la digitalización de la banca que nos encontramos viviendo, es importante que los usuarios de los sistemas financieros adopten ciertas medidas de seguridad para proteger su información de los delincuentes.

Cuestiones tan sencillas como el tener una contraseña segura –con caracteres especiales, con minúsculas y mayúsculas, números no secuenciales y una longitud de ocho o 10 caracteres– o el evitar dejar anotadas nuestras claves en un papel pueden hacer la diferencia entre ser o no víctima de los delincuentes.

No debemos proporcionar nuestros datos a personas que nos llaman por teléfono o que nos solicitan esos datos por correo electrónico muchas veces los delincuentes nos hacen creer que detectaron actividad fraudulenta en nuestras cuentas y que están llevando a cabo verificaciones de seguridad y por eso necesitan nuestros datos.

Consultar nuestros estados de cuenta e identificar oportunamente y reportar actividades no reconocidas es otra buena práctica.

Solicitar que los avisos de operaciones sean enviados a nuestros dispositivos móviles.

No llevar a cabo operaciones bancarias en línea mientras estamos conectados a una red de acceso público.

Robo de identidad

Es muy importante que los usuarios de servicios financieros estén conscientes de los riesgos que existen en la red, que se informen, consulten, hagan preguntas y entiendan mejor las consecuencias que puede traen para ellos un descuido.

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