El reajuste agroindustrial tras la pandemia

Perspectivas

El reajuste agroindustrial tras la pandemia

En los últimos meses, el sector agropecuario se ha enfrentado a importantes cambios y retos de exportación, logística y producción; sin embargo, las herramientas tecnológicas actuales tienen el potencial para convertirse en las soluciones que necesita, con miras a su recuperación.

En entrevista con Salvador Sánchez, Socio Líder de la Industria de Agronegocios en Deloitte Spanish Latin America.

Ciudad de México, 30 de octubre de 2020.

Hace unos meses, a inicios de abril, los principales grupos cerveceros del país daban un anuncio insólito: para el día 5 de ese mes, por primera vez desde su fundación, detendrían la producción de cerveza, a causa de la contingencia sanitaria del COVID-19. La medida fue preocupante, debido al papel que en los últimos años ha tenido la producción de esta bebida alcohólica para el sector agroindustrial y para la economía nacional.

Durante una década, México se había mantenido como el principal exportador de cerveza alrededor del mundo, con ventas por 2 mil 492 millones de dólares, lo que, en 2019, representó 25% de las exportaciones agroindustriales de todo el país y 1% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según datos de la Cámara de la Cerveza y de la Malta de México.

El impacto de este freno en la producción del sector, por lo tanto, no fue menor, y se tradujo en que, durante los primeros siete meses de 2020, la participación cervecera en las exportaciones bajó a 21% del total, de acuerdo con la misma Cámara. Sin embargo, en contraste con esta caída, se observaron otros ajustes en las diferentes cadenas productivas del agro nacional.  

Según cifras del Banco de México (Banxico), en agosto de 2020, hubo productos agropecuarios que registraron números positivos e incluso aumentaron sus exportaciones en comparación con 2019. Entre ellos, destaca la carne de puerco (+39.2%), el café (+30.27%), el pimiento (+20.74%), la cebolla y el ajo (+17.63%), y el pepino y pepinillos (+13.45%). ¿Cuál es la razón de este fenómeno?

De acuerdo con el informe Sistemas Alimentarios y COVID-19 en América Latina y el Caribe, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región está experimentando, durante la pandemia, un aumento en la demanda de productos primarios o no procesados, hacia los Estados Unidos, la Unión Europea y China, los cuales han impuesto restricciones a la producción de los mismos.

El estudio señala que, en 2020, la exportación de los bienes primarios se ha incrementado 6%, en comparación con 2019 —mientras que la exportación de mercancías procesadas mostró una reducción de -21%— y es probable que esta tendencia se mantenga a mediano plazo, por la pérdida de las capacidades productivas que sufrieron los países de la región durante la pandemia. Por ahora, el sector debe estar preparado para afrontar los diferentes cambios en las exportaciones.

Por ahora, el sector debe estar preparado para afrontar los diferentes cambios en las exportaciones.

Los nuevos desafíos de la pandemia

Según el Informe Especial COVID-19 elaborado por la Cepal, la agricultura, la ganadería y la pesca son las actividades en América Latina menos propensas a llevarse a cabo de manera remota, al contar con alrededor de 1% de los puestos de trabajo bajo esta modalidad.

En otras palabras, las actividades agropecuarias de la región son, en su mayoría, presenciales, igual que la comercialización de sus bienes, por lo que los empleados del sector tienen que presentarse en sus lugares de trabajo (campos y fábricas) a laborar, y esto, sin duda, representa el enorme reto de acatar y supervisar el cumplimiento de las medidas de salud recomendadas.

En todo momento, se debe tener presente que cuidar de la salud de las personas también significa proteger el consumo. Centrales de abasto importantes del país, como la de Iztapalapa, el Mercado de Abastos de Guadalajara y el Mercado del Mar de Zapopan han presentado una alta incidencia de contagios, en gran medida, por el tránsito de consumidores en sus instalaciones, lo cual ha provocado un descenso en la demanda de sus productos.

También, debido a diversos protocolos de salud, otro reto ha sido el de transportar las mercancías. Desde antes de la llegada del COVID-19 a nuestro país, la inseguridad y los robos ya hacían de esta actividad algo complejo; no obstante, al desatarse la pandemia, las organizaciones se han visto con el doble desafío de proteger a su personal de la delincuencia y de posibles contagios.

Asimismo, en los meses recientes, se han cancelado importantes ferias y exposiciones, tanto agrícolas como ganaderas, entre las que destacan la Expo Irapuato y la Expo Ganadera de Guadalajara. Esto ha perjudicado fuertemente a los fabricantes de maquinaria y equipo agrícola, que suelen utilizar esos eventos para mostrar novedades o promocionar sus productos; así como a los agentes crediticios, que acostumbran en estas fechas colocar sus financiamientos.

Ante este panorama adverso, ¿qué acciones están llevando a cabo las empresas y qué pasos hace falta dar, a nivel industrial, para prevalecer?

Ante este panorama adverso, ¿qué acciones están llevando a cabo las empresas y qué pasos hace falta dar, a nivel industrial, para prevalecer?

El horizonte de la agrotecnología

Actualmente, las organizaciones agropecuarias del país están descubriendo que la implementación de tecnología en sus procesos de negocio, puede ser un diferenciador y una solución a múltiples desafíos que presenta la pandemia.

Por ejemplo, tras la reducción del consumo en hoteles, restaurantes, cafeterías y en líneas aéreas y navieras, muchas empresas de alimentos se vieron obligadas a reajustar sus líneas de producción, el tipo y tamaño de sus envases, así como sus canales de venta y distribución, recurriendo a herramientas tecnológicas para hacer más seguros sus procesos y para llegar más directamente al consumidor final.

Sin embargo, todavía queda mucho por hacer, ya que, de acuerdo con el informe Los mercados mayoristas. Acción frente al COVID-19 —elaborado por la FAO y la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (Flama) y que entrevistó a locatarios de 32 mercados de nuestro país—, solamente 42% de los comerciantes ha adoptado medios electrónicos de pago, porque la mayoría de ellos (43%) presenta dificultades para acceder y utilizar herramientas online.

En este sentido, será fundamental, a corto y mediano plazos, que el sector se capacite y adopte nuevas herramientas tecnológicas, a fin de evitar la dependencia del factor humano en este periodo donde la salud juega un papel muy importante.

Asimismo, el reporte Agrotech, Innovaciones que no sabías que eran de América Latina y el Caribe, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), exhorta a los gobiernos y empresarios de la región a innovar colaborativamente y a buscar la digitalización agroindustrial (la cual es capaz de minimizar el riesgo de contagio entre los trabajadores), mediante la automatización de labores, la biotecnología, las plataformas de compra-venta, el Big Data y la logística de alimentos.

¿Por qué conviene que las empresas hagan estas inversiones? Porque, aun cuando pueden resultar onerosas para muchas, no cabe duda de que, a mediano y largo plazos, obtendrán mayores rendimientos, en un futuro que será cada vez más tecnológico, sustentable y responsable con la sociedad.

El Banco Interamericano de Desarrollo sugiere a los gobiernos y empresarios de la región innovar y colaborar en busca de la digitalización agroindustrial.

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