Retiro de Afore por desempleo

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Retiro de Afore por desempleo, desventajoso para el trabajador

En México, existen 1.9 millones de personas desempleadas, según la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Al quedarse sin trabajo, cada vez son más las personas que buscan obtener los recursos que les permitan subsistir, al menos en el corto plazo.

Es ahí cuando el derecho a disponer del dinero que se tiene ahorrado en la Afore se presenta como una opción conveniente. No obstante, la mayoría de las veces el trabajador no es consciente de que, a largo plazo, esta alternativa solo le generará más pérdidas.

En entrevista con Efraín Bastida, Socio de Impuestos en Deloitte México

El artículo 191 de la Ley del Seguro Social señala que durante el tiempo que un trabajador deje de estar sujeto a una relación laboral, es decir, en desempleo, tendrá derecho a realizar aportaciones a su cuenta individual de Afore y a retirar parcialmente los recursos de su subcuenta de retiro.

Tan solo en 2016, de acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), un millón 763 mil trabajadores hicieron un retiro por desempleo de sus cuentas de Afore, por un monto total de ocho mil 571 millones de pesos.

Esta cifra representa un incremento de 31.8% en el número de personas que recurrieron a esta práctica, en comparación con 2015.

Las consecuencias que puede traer consigo el retiro de recursos de la Afore por desempleo son, sin duda, negativas y representan una seria desventaja para el futuro del trabajador.

En primer lugar, se encuentra la pérdida de las semanas de cotización que el trabajador tiene ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, además, la cantidad de dinero que podría tener disponible para su retiro. Y es que, tomando como base la fórmula que utilizan las autoridades para determinar la pensión, a menos semanas cotizadas, menos pensión.

Aunado a este escenario, en el lado extremo del panorama, el trabajador podría llegar a perder incluso el derecho a jubilarse, pues la meta de 1,250 semanas de cotización necesarias para pensionarse establecidas por el IMSS se vería afectada por el retiro de recursos, lo que provocaría que el trabajador perdiera la capacidad de ser elegible para obtener una pensión.

Un préstamo, más allá de una penalización

La disposición que penaliza al trabajador por disponer de los recursos de su Afore al quedarse sin empleo, perdiendo semanas de cotización, debería modificarse hacia un modelo que funcione más como un esquema de préstamo.

Si bien es totalmente entendible que cuando el trabajador retire recursos de su subcuenta de retiro, esos recursos se pierdan al momento de jubilación, no existe razón alguna para que también se pierdan las semanas de cotización.

Esta pérdida significaría, para efectos prácticos, que el empleado no trabajó durante esas semanas cotizadas, cuando lo cierto es que sí lo hizo y sí cotizó ante el IMSS.

En ese sentido, convendría entender este esquema, que actualmente penaliza al trabajador, como un modelo de préstamo en el que el empleado, una vez que recupere su trabajo, tenga la claridad de que es necesario resarcir los recursos que retiró de su Afore para así remediar los dos efectos negativos que esta práctica le originó: disminuir los fondos de su pensión y perder semanas de cotización.

La disposición que penaliza al trabajador por disponer de los recursos de su Afore al quedarse sin empleo debería modificarse hacia un modelo que funcione más como un esquema de préstamo.

Retiro de Afore por desempleo

Las reglas del juego

Para retirar recursos de su Afore, el trabajador debe cumplir con los requisitos que dictan las reglas contempladas por la ley.

La primera señala que si la cuenta tiene al menos tres años de haber sido abierta y tiene menos de 12 bimestres de cotización, el trabajador podrá retirar en una exhibición la cantidad que resulte equivalente a 30 días de su último salario base de cotización, con un límite de 10 veces el salario mínimo general mensual que rige en la Ciudad de México, que en este caso serían en Unidades de Medida y Actualización (UMA), indicador que sustituyó al salario mínimo.

La segunda regla establece que si la cuenta individual tiene cinco años o más de haber sido abierta, puede retirar la cantidad que resulte menor entre 90 días de su propio salario base de cotización de las últimas 250 semanas o las que tuviere, o el 11.5% del saldo de la subcuenta de retiro.

Hacia una mayor conciencia del trabajador

El aumento en el número de personas que recurren a esta práctica de retirar recursos de su Afore para cubrir su situación de desempleo es sin duda resultado del bajo nivel salarial que se tiene en México (somos el país con el salario mínimo más bajo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y de una falta de cultura financiera.

Tanto patrones como la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), en este caso, las Afores, deberían emprender campañas de información para que el trabajador esté al tanto de estas consecuencias negativas que conlleva esta práctica y, si finalmente decide recurrir a ésta porque no tiene otra opción, lo haga de manera consciente.

Por esta razón, es importante que tanto autoridades como empresas hagan un esfuerzo conjunto para concientizar al trabajador de todas las consecuencias que podrían llegar a tener las acciones que hoy emprenda.

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