Francia ‘mete reversa’ al discurso nacionalista

La continuidad de una política de libre comercio en Francia es una buena noticia para México, pues el país galo es nuestro cuarto socio comercial más grande de la Unión Europea.

Tan solo de 2000 a 2014, el comercio entre Francia y México se triplicó, y de 1999 a 2015, la inversión extranjera directa acumulada del país galo en territorio mexicano fue de 2 mil 224 millones de dólares, posicionándolo como el noveno mayor inversionista en México a nivel global.

Dentro del contexto actual de la complicada relación bilateral con los Estados Unidos, la elección de Macron en Francia abre nuevas oportunidades para la diversificación comercial de nuestro país.

“El Extranjero” de la política tradicional

La Asociación para la Renovación de la Vida Política, mejor conocida como En Marche!, fue la plataforma a través de la cual Macron, exministro de Economía del gobierno de François Hollande, decidió contender por la presidencia. El partido político socioliberal fue fundado en Amiens, ciudad natal de Macron, en 2016, y tomó fuerza en gran medida gracias a las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat.

Dentro de la lista de adjetivos que caracterizan a Macron, uno de los más notorios ha sido “europeísta”. Durante los próximos 5 años, el primer mandatario luchará contra el populismo que se adueñó de países como Estados Unidos y el Reino Unido, y que se manifestó en Francia con Marine Le Pen, quien advirtió que, de resultar ganadora, impulsaría la salida del país galo de la Unión Europea.

Quedarse y reformar

Dentro de los planes de Emmanuel Macron está recuperar la confianza con su contraparte alemana, Angela Merkel. En sus propias palabras, “Francia debe asumir la responsabilidad sobre el plan económico y presupuestario y debe comprometerse a las reformas. Alemania nos debe acompañar con más inversiones y un relanzamiento de la zona Euro”.

Sí, los franceses optaron por la unión. Pero con ella vendrán las reformas económicas a nivel país y a nivel eurozona que prometió el entonces candidato. La primera dominará la agenda del inicio de su presidencia, pues necesitará conformar una mayoría parlamentaria que secunde las reformas en las elecciones legislativas del próximo mes.

Algunas de las más importantes son:

• Una política pro-mercado, pro-globalización.
• Liberar al trabajo y al espíritu del emprendimiento de la sobrerregulación –suprimiendo el RSI o Régimen Social de Independientes-.
• Simplificar el sistema tributario –reduciendo el impuesto corporativo del 33 al 25% de manera gradual- y de pensiones –unificándolo a través de un sistema de puntos por contribución, como el de Suecia-.
• Reducir el tamaño del sector público, ahorrándole al Estado €60 mil millones, para cumplir con el límite de déficit del 3% del PIB que impone la UE.
• Fuerte inversión -€50 mil millones al cuidado del medio ambiente, innovación digital e infraestructura pública.

Para la segunda, Francia tendrá que esperar a que Alemania atraviese su propio proceso electoral en septiembre de este año. Pero Macron está determinado a crear “una Europa protectora y a la altura de nuestras expectativas”.

Sus propuestas incluyen:

1. Durante las negociaciones del Brexit, defender la integridad del mercado único europeo para miembros de la UE.
2. Asignar un presupuesto independiente a la Zona Euro, votado por un parlamento independiente y ejecutado por un Ministro de Economía y Finanzas de la Zona Euro.
3. Generalización del programa Erasmus que promueve la movilidad de estudiantes dentro de la Unión Europea.
4. Creación de un Fondo Europeo de Defensa que financiará equipos militares comunes (como los drones europeos) y un Cuartel General Europeo permanente.
5. La creación de un mercado único de energía europeo.