Química 4.0

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Química 4.0: las distintas realidades

Un futuro prometedor para los fuertes, decisivos y persistentes

La industria química continúa viviendo uno de los momentos más desafiantes de su historia. La crisis económica del 2008 tuvo un fuerte impacto en el desempeño de la manufactura en general y hoy, casi diez años después, algunas industrias apenas están alcanzando los niveles de producción anteriores a la depresión.

Por otro lado, las firmas del sector deben combatir la volatilidad de las materias primas, manejar los altibajos de la demanda de compradores de la industria automotriz y de la construcción, así como competir contra las enormes empresas estatales chinas.

Deloitte busca, con este documento, aclarar el panorama de las firmas del sector químico y apoyar en procesos como la transformación a la Industria 4.0, que comprende la incorporación de herramientas digitales que aceleran y hacen eficiente la manufactura y que ayudan a entender las necesidades presentes y futuras de los clientes.

La industria en números

Los datos de producción de la manufactura química y de plásticos y cauchos en Estados Unidos señalan que representan el 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de este país. Aunque este número parece no significar mucho, el Consejo Americano de Química estima que su impacto general es del 26% del PIB.

A pesar de que los valores accionarios de la industria se han mantenido relativamente estables, el total de empleos que genera tuvo una caída, al pasar del 1.7% en 1990 al 1.3% en el 2015 del total de Estados Unidos. Sin embargo, se estima que por cada empleo que se crea en la manufactura química, otros ocho se abren a lo largo de la economía estadounidense.

El 48% del total de producción en Estados Unidos es destinado a otros sectores, principalmente de la manufactura; mientras que 38% del total va al consumo privado, en su mayoría a través de la venta minorista, y 12% es exportado.

Optimismo sobre todo

Aunque el crecimiento económico de Estados Unidos es débil (2% anual), la deuda de China crea incertidumbre y Europa tiene un expectativa de crecimiento poco prometedora, las proyecciones de la manufactura global ven un amplio mejoramiento en estas regiones.

Otro signo de optimismo son las fusiones y adquisiciones (M&A), que desde el 2013 han mantenido niveles crecientes. Tan solo en 2016 las transacciones de M&A globales alcanzaron un valor de 231.1 mil millones de dólares, un incremento significativo comparado con los 145.8 mil millones de dólares del 2015. Del total del 2016, solo en Alemania se realizaron transacciones con un valor de 70 mil millones de dólares. Algunas de las transacciones destacadas fueron las adquisiciones de Syngenta AG (Suiza) por ChemChina, así como la de Monsanto (EEUU) por Bayer (Alemania).

Pero aunque exista optimismo, no debemos olvidar ciertas tendencias que generan ambientes disruptivos y siguen amenazando con cambiar los procesos de la manufactura: la nanotecnología, robótica, inteligencia artificial, el transporte autónomo y los procesos de impresión 3D.

El camino por delante

Debemos recordar que, sin importar el tamaño o posición financiera, todas las compañías serán afectadas en algún punto por temas relacionados a nuevos modelos de negocios, talento, tecnologías avanzadas y mercados finales.

Un ejemplo de cambio de tendencias en los mercados es la disminución del gasto destinado a automóviles nuevos en Estados Unidos, mismo que decreció en más de 2 puntos porcentuales del total de gasto del consumidor de 1985 al 2015. Además, cada vez menos adolescentes (16 a 19 años) están adquiriendo licencias de manejo.

Los cambios demográficos también están teniendo impacto, 8 de cada 10 ejecutivos de la industria manufacturera piensan que ya existe una escasez de talento, lo que hace que las firmas deban esperar un promedio de tres meses para cubrir sus vacantes. Aunado a esto, se aproxima el retiro de una gran cantidad de baby boomers (adultos nacidos de 1946 a 1964), lo que dejará cerca de 2 millones de empleos vacantes de un total de 3.5 millones que se espera que se generen en esta industria de 2015 a 2025.

Como lo mencionamos antes, los cambios atribuidos a la llamada Industria 4.0 generan un ambiente disruptivo. A pesar de que la industria química se encuentra rezagada en este tema, cada vez más firmas se preocupan por diseñar estrategias digitales e incorporar tecnologías que mejoren el rendimiento y eficiencia de producción. Este fenómeno genera constantes oportunidades de negocios en el sector.

Para conocer más sobre los cambios y las bifurcaciones que marcarán el futuro en el sector químico descarga el estudio completo.

Los cambios atribuidos a la llamada Industria 4.0 generan un ambiente disruptivo. A pesar de que la industria química se encuentra rezagada en este tema, cada vez más firmas se preocupan por diseñar estrategias digitales e incorporar tecnologías que mejoren el rendimiento y eficiencia de producción.

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