Los retos de la disrupción digital

La disrupción digital es una de las principales razones de este cambio. Primero el internet desbancó a distintas empresas públicas y privadas. Le siguieron las nubes informáticas, los smartphones y las redes sociales, que también modificaron el entorno.

Y, hoy, avances tecnológicos como la realidad aumentada, el Internet de las Cosas y la inteligencia artificial alteran los mercados y los modelos de negocio, desafiando incluso a las organizaciones más optimistas.

Ante estos cambios, el equipo de Deloitte Growth Enterprises Services identificó tres atributos clave que distinguirán a las organizaciones privadas líderes durante esta nueva era:

1. Velocidad
2. Alineación
3. Disciplina

Velocidad

Significa que las organizaciones deben estar listas para actuar, incluso antes de que les sea solicitado. La velocidad tiene tres grandes vertientes:

Analítica: es la habilidad con la que las organizaciones pueden procesar las enormes cantidades de información generadas en las distintas plataformas digitales, en el menor tiempo posible y con el mayor beneficio.

Computación en la nube: permite brindar al cliente una experiencia de alta calidad. El 64% de las empresas medianas a las que se entrevistó implementaron o están implementando con éxito soluciones basadas en la nube. Además, la facilidad con la que se pueden adoptar estas tecnologías es una de las principales razones detrás de su auge.

Riesgo cibernético: la gestión de la ciberseguridad y el riesgo de información sigue siendo la tarea más urgente para los líderes tecnológicos de las empresas privadas, según nuestra última encuesta de tecnología del mercado. Sin embargo, lograr una cobertura total en este entorno en constante cambio es prácticamente imposible.

Alineación

La velocidad sola conduce a decisiones apresuradas que pueden poner en peligro los resultados futuros, si no se toman las precauciones necesarias para comprender las implicaciones del cambio estructural en cada aspecto del negocio. La alineación se divide en cuatro aspectos principales:

Inversiones de capital (CAPEX): la creciente incertidumbre que generan la tecnología, la globalización y los cambios políticos y económicos hacen que muchas empresas reconsideren la manera en que invierten su capital. Las organizaciones enfrentan una constante y exigente toma de decisiones.

Financiamiento: en nuestra última encuesta anual del mercado intermedio de empresas privadas, se pudo observar que la mayoría de dichas empresas planea aprovechar el financiamiento de flujo de caja, préstamos garantizados y fuentes privadas de capital porque prevén que la economía seguirá creciendo.

Sin embargo, hay que tener claro los niveles de endeudamiento deseados y encontrar las mejores ofertas ante las alzas en las tasas de interés.

Globalización: aprovechar nuevos mercados y clientes, reducir costos laborales y de producción, realizar estrategias fiscales y tener acceso a nuevos talentos son algunos de los factores por los que las empresas privadas quieren llevar su negocio al mercado global.

Talento: con casi la mitad de las empresas esperando aumentar su plantilla de tiempo completo en el próximo año, la pregunta es cómo van a encontrar y retener a los mejores talentos, particularmente entre los jóvenes que recién entran en el mercado laboral.

Disciplina

Se vuelve más importante a medida que la presión aumenta, ya que se deben manejar todas estas consideraciones en periodos ajustados. Es necesario recordar que en ocasiones las mejores decisiones comerciales que se deben tomar pueden terminar con un "no". La disciplina se puede separar en dos aspectos principales:

La gobernabilidad y plan de sucesión: la globalización, la retención de talento, el comercio electrónico, las cadenas de riesgo, entre otras complejidades, son desafíos que enfrentarán los altos directivos de las organizaciones y los miembros del consejo y representan un enorme reto de gobernabilidad.

Preparación para fusiones y adquisiciones (M&A): las empresas confían en que las fusiones empresariales serán más frecuentes y grandes. Pero las organizaciones tendrán que concentrar sus esfuerzos en oportunidades estratégicas. Además, deberán prestar mucha atención a los detalles dentro de la estructura de los acuerdos, por lo que necesitarán tener los equipos, asesores y recursos financieros adecuados para asegurar y sostener sus esfuerzos de M&A.