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La perseverancia del liderazgo resiliente
Mantener nuestro impacto en el camino hacia la prosperidad
Como líderes resilientes, una de nuestras funciones más relevantes, en este momento, es resistir, apoyar y dar fuerza: brindar soporte a nuestra gente, cuya mayoría se encuentra experimentando una fatiga y estrés sin precedentes; respaldar a nuestras organizaciones, a fin de ayudarlas a continuar creando valor para todas las partes interesadas.
Hace algunos meses, imaginábamos que “prosperar” significaba llevar a nuestras organizaciones a una mejor normalidad después de la pandemia del COVID-19. Hoy, nuestras responsabilidades como líderes se siguen viendo agravadas por los desafíos simultáneos de las injusticias raciales, el cambio climático y las incertidumbres económicas. Llegar a “prosperar” parece, actualmente, un camino más arduo y prolongado de lo que muchos de nosotros imaginábamos... o esperábamos.
Como CEO’s, estamos llamados a resistir, apoyar y dar fuerza durante la crisis.
Pensemos en las responsabilidades que implican estas palabras como en el acto de dejar caer una piedra en un estanque: la piedra, que representa nuestra capacidad de liderazgo, se sumerge profundamente en el agua, mirando hacia adentro, mientras que alrededor de ella, se extienden ondas, el impacto que nuestro liderazgo tiene para brindar soporte a nuestros empleados, caminando junto a ellos; a nuestras organizaciones, refinando con valentía la estrategia y jugando a la ofensiva; y a la sociedad, invirtiendo en confianza para lograr un cambio social positivo en las instituciones y los sistemas.