La impresión 3D es una revolución: la revolución no le parece

Resumen ejecutivo

Deloitte predice que en 2015 cerca de 220.000 impresoras 3D se venderán en todo el mundo, con un valor en dólares de US $ 1,6 mil millones, que representa un crecimiento del 100 por ciento frente a la unidad de 2014. Sin embargo, no habrá una "fábrica en cada hogar". Aunque la impresión en 3D puede ser visto como "la próxima revolución industrial" la verdadera revolución es para el mercado empresarial, no los consumidores.

Para el 2017, alrededor del 70 por ciento de las unidades se venderán a los consumidores, pero casi todos ellos será pequeñas unidades con capacidades relativamente limitadas. Valor del dólar y el uso serán fuertemente sesgada a la empresa del mercado, que representarán las estimaciones de Deloitte por poco menos de 90 por ciento del valor de todas las impresoras 3D; más del 95 por ciento de todos los objetos impresos por volumen; y 99 por ciento en valor económico.

Deloitte también predice que el prototipado rápido y la producción de objetos impresos con 3D que encajan en los procesos de fabricación existentes (como la creación de un molde, mueren, yeso o herramientas que se utiliza para hacer piezas finales) representarán el 90 por ciento de los objetos 3D hecho por las empresas. Aunque probablemente sea el componente más dinámico de la impresión en 3D, de último parte de fabricación todavía representan menos del diez por ciento de los objetos 3D impreso.

Metal sigue siendo el material más útil final 3D-impreso, pero sólo 348 impresoras de metal se vendieron en todo el mundo en 2013, y la base instalada a finales de 2014 es probable que sea menos de 1.000 unidades a nivel mundial. Lo que es más, incluso cuando la máquina adecuada está disponible, la impresión 3D rara vez tiene sentido desde un punto de vista práctico - tomar 10-100 veces más, y con un costo desde 10 hasta 100 veces más que la fabricación por estampación, fundición, u otras técnicas de fabricación tradicionales.

Habrá algunas piezas muy sofisticadas que están mejor hechas a través de métodos 3D (por ejemplo hojas de turbina), así como las situaciones únicas donde no hay espacio para un taller de máquinas y el depósito de las piezas más cercana está muy lejos (por ejemplo, la Estación Espacial Internacional) . Pero para muchos fabricantes, cuestiones en torno a los costos, la velocidad, la disponibilidad y la consistencia de los resultados materiales seguirán siendo los principales obstáculos para el uso de las impresoras 3D.