Análisis

Modelización financiera: ¿cuáles son las habilidades para ser un buen modelador financiero?

Actualmente son numerosos los profesionales de finanzas que trabajan regularmente con modelos financieros. Paradójicamente, son pocos los expertos que se especializan en esta materia. Sin embargo, las habilidades requeridas para la modelización financiera justifican la creación de equipos especializados.

Llamamos "modelador" al profesional que desarrolla prototipos financieros. Su experiencia se basa en tres pilares: la comprensión de sus desafíos, experiencia técnica y una mirada independiente.

La mayor parte del trabajo de modelización se realiza antes de abrir Excel, es durante la fase de diseño, en los varios intercambios y conversaciones al comienzo del proyecto que las especificaciones del modelo se perfilan como la respuesta apropiada a una situación particular que el modelador debe analizar. Estos intercambios ayudan a definir y aclarar los problemas del sector, sus necesidades y su proyecto.

Una comprensión detallada de las apuestas

Para construir un modelo financiero se necesita comprender el sector, su dinámica y datos exógenos a los que el proyecto puede ser expuesto. Un buen modelador tendrá que absorber rápidamente los indicadores clave del negocio. Sin embargo, algunos sectores muy específicos - las infraestructuras, asociaciones públicas y privadas, bancos y seguros, - suelen ser gestionados por equipos especializados. La mayoría de los otros proyectos son dirigidos por equipos de modelización multisectorial, en interacción constante con expertos en la industria.

Buen conocimiento en Ingeniería Financiera

El modelador debe entender completamente los mecanismos financieros, contables, tributarios, técnicos y contractuales. Aunque es imposible ser experto en todas estas áreas, el modelador debe ser capaz de interactuar de forma proactiva con el asesoramiento de expertos sobre estos aspectos. Un buen modelador es una generalista de finanzas, contabilidad y de impuestos antes de ser un especialista en Excel.

La experiencia del contexto utilizado en el modelo

Los estados financieros de una empresa no se pueden modelar de la misma manera en una situación de refinanciación, de adquisición, de cambio estratégico, o simplemente la formalización de un plan de negocios.

Un buen modelo no sólo refleja un proyecto en un momento puntual, sino también lo apoya en su desarrollo mediante la adaptación a los cambios de supuestos y de mecanismos. El modelador, una vez informado de sus problemas, debe comprender las implicaciones y el impacto sobre las necesidades actuales y futuras. Por lo tanto, para construir un modelo de adquisición, el profesional debe tener un buen conocimiento de los procesos de fusión y adquisición.

En conclusión, el modelador debe desarrollar modelos suficientemente robustos, ergonómicos y adecuados para convertirse en herramientas de valor a largo plazo.

Experto técnico

Un modelo no deja espacio para la aproximación. Producir un modelo no es suficiente, este debe inspirar una confianza total en sus usuarios. Aquel modelo que no se ve completamente fiable por todas las partes involucradas es inútil. Por lo tanto, el rigor técnico es la habilidad más obvia para un modelador.

El modelador debe dominar la herramienta (generalmente Excel), aprovechar sus posibilidades y conocer sus límites. Sin embargo, conocer Excel es un requisito previo, pero no el aspecto más crítico. Un modelador no sólo es un experto de las funcionalidades de Excel, sino también debe conocer las mejores prácticas de modelización.

Con la finalidad de inspirar confianza y seguir siendo comprensible para todas las partes, un modelo debe ser desarrollado como un repositorio compartido. Es por eso que los expertos de la modelización obedecen a normas internacionales de mejores prácticas (“best practices”). En América Latina, donde a menudo se asigna el modelo a equipos que no son especialistas, las mejoras prácticas son poco conocidas.

Socio independiente

El modelo cristaliza todos los datos del proyecto, temas tributarios, proyecciones estratégicas, la estructura legal y financiera, cláusulas contractuales, etc. El modelador por su lado está vinculado a todas las partes interesadas.

Es muy beneficioso que el modelador sea un actor capaz de gestionar el proyecto, en lugar de ser solo un técnico estacionado en su área de competencia. Al mismo tiempo, debe mantener un punto de vista independiente, para que el modelo permanezca absolutamente neutro permitiendo una decisión objetiva.

Por ejemplo, en el caso de una transacción financiera, el equipo de modelización puede convertirse en un socio privilegiado junto a los equipos de Corporate Finance y de Due Diligence. Unos garantizarán la solidez del análisis, mientras los otros la optimización y ejecución de la transacción.

El valor añadido de un modelador especializado

Los modelos son fundamentales para cualquier decisión importante en una empresa. Sin embargo, en nuestra experiencia, los modelos se desarrollan como un subproducto, un solo uso y sin destino de ser ampliamente compartidos. Los modelos se desarrollan entonces como una caja negra comprendida por su diseñador. El valor añadido de la modelización no está maximizado en esos casos.

El modelador profesional permite a todas las partes interesadas familiarizarse no sólo con los resultados del modelo, sino también con el proceso que condujo a este resultado. Su producto final será un modelo fiable, robusto, adecuado para sus necesidades, utilizable por todos: una herramienta sostenible para la toma de decisión.

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