Gobierno y Congreso viven un pulso billonario por el presupuesto de 2025

El presupuesto de la nación para 2025 enfrenta un escenario complejo y lleno de tensiones. A pesar de su importancia, el monto propuesto no logró ser discutido en el Congreso y la reforma tributaria que busca financiarlo se encuentra bajo una fuerte oposición. Esta situación plantea interrogantes sobre el futuro económico del país.

La controversia actual gira en torno al monto del presupuesto, que asciende a 523 billones de pesos, y la falta de consenso sobre su aprobación inicial. El Ministerio de Hacienda ha señalado que este monto está desfinanciado en 12 billones de pesos, cifra que se pretende cubrir mediante una nueva ley de financiamiento. Sin embargo, esta propuesta ha generado resistencias significativas entre los congresistas, quienes no están dispuestos a aprobar un presupuesto que dependa de una reforma tributaria aún incierta.

La discusión sobre el presupuesto de 2025 se acompaña de una ley de financiamiento que el ministro de Hacienda prefiere no llamar reforma tributaria, ya que según el Gobierno incluye estímulos para la reactivación económica, un adelanto de la regla fiscal y un paquete de impuestos focalizados en los más ricos.

Diego Cubillos, socio de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte, argumenta que algunos artículos podrían frenar aún más la economía, señalando que la reducción de la tasa nominal de renta para las empresas podría ser contraproducente si se recortan las deducciones fiscales.

Además, Cubillos advierte sobre el cambio propuesto en el método de retención en la fuente para personas naturales, que podría incrementar las retenciones de los trabajadores al eliminar el procedimiento más favorable que considera el promedio de los 12 meses anteriores.

“Otro tema que causa preocupación es el cambio en el método de retención en la fuente para personas naturales. Hoy existen dos procedimientos para determinar cuánto se les retiene a los asalariados. El primero es un cálculo que se hace sobre el ingreso del mes y el segundo es un promedio de los 12 meses anteriores, más favorable para la persona, dado que generalmente en los 12 meses anteriores ganaba menos. Por facilidad, las empresas suelen aplicar el segundo procedimiento, pero este se deroga en el proyecto. “Así, habrá un incremento en las retenciones de todos los trabajadores”, destacó el socio en entrevista con Semana.