Consejos para declarar su impuesto sobre la renta en el 2018

Setiembre, mes de cierre fiscal, es un buen momento para recordar una serie de consejos sobre la declaración del impuesto sobre la renta. El primero y muy importante es no dejar la declaración para el último minuto, sino estar listo para prepararla a partir del 1 de octubre. Si sigue esta recomendación, la más importante desde mi perspectiva, considere también las siguientes:

• Tenga presente lo declarado en los años anteriores, así como las razones del porqué de las diferencias entre las declaraciones de antes y la actual.
• Asegúrese que la declaración de renta “pega” con las de ventas y que lo declarado por salario sea igual a lo declarado a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
• No incluya como gastos deducibles aquellas erogaciones para las que no tenga comprobantes y guarde los comprobantes de respaldo.
• Si ya usted está recibiendo facturas electrónicas, recuerde que debe aceptarlas ante la Dirección General de Tributación (DGT) so pena de que sus gastos sean rechazados como deducibles. Sigo con dudas sobre si esta posición, emanada de una resolución general, es legal o no, pero es el camino que definitivamente ha tomado la Administración Tributaria.
• Si hay transacciones importantes (que representen más de un 5% del total de sus gastos) con una entidad del mismo grupo de accionistas o donde representantes coincidan, es importante respaldar esas transacciones con un estudio de precios de transferencia.
• Recuerde que la DGT tendrá acceso a información de este período fiscal de su empresa en cuentas bancarias del exterior.
• A pesar de que los sistemas y plataformas tecnológicas que resguarden la información sobre accionistas y beneficiarios finales de las empresas no están listo en el Banco Central, ya la DGT podría pedirle esa información a los contribuyentes, y sancionar a quienes no se la faciliten.
• Las auditorias tributarias no están hoy solo enfocadas en las empresas sino también en sus dueños, por lo que es prudente revisar el mecanismo de pago de dividendos y otros beneficios y el origen de los patrimonios de los accionistas de las empresas.

Usted debería declarar asumiendo que va a ser auditado, aunque no lo sea, bajo el mismo concepto de abrocharse el cinturón por si choca, aunque no choque. Bajo tal óptica es muy probable que estrategias que nos parezcan razonables, no lo sean ante los ojos duros y rígidos de una auditoría.

Hay que asumir también que cada vez más las administraciones tributarias del mundo cuentan con más información y tienden a sofisticarse más y a ser más rígidas en la lectura que hacen de las formas en que en el sector privado organizamos nuestros negocios.